tag:blogger.com,1999:blog-56903280826834039782024-03-13T16:59:26.593+01:00Noches sin lunapedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.comBlogger555125tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-91141351174044324232024-03-13T16:58:00.000+01:002024-03-13T16:58:55.488+01:00BALADA TRISTE (Capítulo III)<p> </p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>BALADA TRISTE</b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>Pedro Fuentes <br /></b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>CAPITULO
III</b></p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Dos
semanas después seguían viéndose casi cada día, los domingos
salían al cine o al teatro y una vez fueron a bailar.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Angel había hablado con Susana, en principio ella soltó alguna
lagrimita, pero luego comprendió lo que decía Angel y le dio la
razón, en el fondo ella veía lo mismo, decidieron que hasta que
alguno de los dos encontrase algo, compartirían el apartamento donde
vivían.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Mercedes, la amiga de Susana vivía con otra amiga compartiendo piso
pero se tenía que ir, así que decidieron que cuando se marchase,
Susana iría con ella.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Las
cosas parecían ir mejor, pero Angel no sabía qué pensar, Lucía
era una chica alegre y cariñosa, pero no sabía nada de ella, no
dejaba que la acompañase hasta su casa, no tenía ni la certeza de
que viviese donde decía ni que fuese quien decía.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Aquella mañana Felipe, el director le dijo:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> La
semana que viene empezamos a ensayar, te he dado bastante tiempo,
¿Cómo lo llevas?
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Bastante bien, pero no todo lo bien que quisiese, el personaje lo
tengo, pero el texto me falla.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Mira, no me vengas con esas.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Te
voy a hacer un regalo que no sé si te lo mereces, el jueves es
fiesta, te voy a dejar el apartamento que tengo en Peñíscola y las
llaves del “600”, en este tiempo aquello está muerto pero no
hace el frío que hace en Madrid, ves allí y apréndete el libro, el
lunes vienes al ensayo con el papel sabido o te olvidas de la obra y
lo que pueda venir detrás.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Cuando al día siguiente se encontró con Lucía, le dijo lo que le
había dicho Felipe y Lucía contenta y le dijo:
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Bien. Me encanta Peñíscola desde que la vi en las películas
“Calabuch” y “El Cid” que las rodaron allí, además no
conozco el mar sino en las películas. ¿Me dejas que te acompañe y
te ayude a estudiar?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Encantado, pero ¿Qué van a decir tus padres a los que no conozco?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Ya
les contaré un rollo. Tú dime que sí y yo arreglo todo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> De
acuerdo, pero tengo que venir con el papel aprendido.</p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-48421580603747371732024-03-07T09:27:00.000+01:002024-03-07T09:27:36.992+01:00BALADA TRISTE (Capítulo II)<p> </p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>Balada triste <br /></b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>Pedro Fuentes <br /></b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>CAPITULO
II</b></p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> A
las siete menos diez estaba Angel sentado en la misma mesa de la
mañana y seguía peleándose con el guión, era lo peor de su vida,
captaba el personaje, era frío y sabía como hacer creer al público
que su personaje era real, tenía la teoría de que no había que
meterse a sufrir dentro del personaje, lo suyo, como actor era
engañar al público y hacerles ver lo que él quería que viesen,
pero memorizar un guión era lo peor que le podía pasar, había
tenido verdaderas broncas con los directores, tenía un conocido,
actor también, que era casi analfabeto, un amigo suyo le leía la
obra un par o tres de veces y el primer día de ensayo se la sabía
de “P a PA” incluso lo había visto hasta con obras en verso.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> A
las siete y diez llegó Lucía, traía una cara sonriente se le
notaba ligeramente maquillada, su media melena rubia la llevaba
recogida en una cola de caballo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
¡Hola! Dijo Angel mientras se levantaba y le estrechaba la mano,
¿Qué tal el examen?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Bien, estaba inspirada y me salió bien, además, aunque no se note
soy una empollona.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
¡Qué suerte! Yo dejaría el teatro por no aprenderme los papeles.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">A ver, déjame que
lea algo, te la leeré en voz alta y me dirás si se te queda mejor.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Angel le alargó los folios, Lucía los miró y leyó el título
“Balada triste” ¿De qué va? ¿De ovejas o de música?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> De
música, pero está escrita como para dormir a las ovejas.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> ¿Qué
papel haces tú?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Gustavo, el trompetista.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> A
caray, el papel principal. Vamos que eres todo un actor y no uno de
reparto, dijo Lucía mientras se le escapó una risita complacida.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> A
las nueve y media se dieron cuenta de la hora que era y Lucía dijo:
¡Dios! Se me ha hecho tardísimo y se levantó, se puso el abrigo y
dijo:
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> No
me acompañes, si te va bien mañana a las siete aquí mismo; y trae
el guión.</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<br /><br />pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-43710362169190330462024-02-29T09:14:00.000+01:002024-02-29T09:14:43.571+01:00BALADA TRISTE (Capítulo I)<p> </p><br /><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
<span style="font-size: small;"><b>BALADA TRISTE</b></span>
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><span style="font-size: small;"><b>Pedro
Fuentes</b></span><br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><span style="font-size: small;"><b>CAPITULO
I</b></span></p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Era
un otoño con todo su esplendor en el parque del Retiro de Madrid, la
mañana no era fría, pero sí algo húmeda y había una insinuante
neblina, Rodrigo y Carmela estaban sentados en un banco, por entre
los árboles de detrás de ellos, ya casi sin hojas se filtraban unos
tímidos rayos de sol que realzaban las pequeñas gotas de agua que
que había dejado el rocío en el ambiente.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Rodrigo pasó de estar sentado a poner una rodilla en tierra delante
de Carmela y cogiéndole la mano derecha le dijo:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Te
quiero, Carmela, te he querido desde el primer día que te vi aquella
mañana cuando nos cruzamos en la calle Eduardo Dato, desde entonces
no he podido dormir sin pensar en ti, Carmela. ¿Quieres casarte
conmigo? Y llevándose su mano a los labios, deposito un tierno beso
en ella.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Carmela, mientras se levantaba le dijo:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Si,
Rodrigo, yo también te he querido siempre, por ti cambié mi vida y
por ti viviré el resto.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Se
fundieron en un abrazo y sus labios sellaron aquel momento mientras
la cámara retrocedía lentamente y el director gritó:
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
¡Corten! ¡Fin del rodaje! Mañana a las ocho, en el estudio
repetiremos una escena que no me gusta como quedó.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Mientras se dirigían a la roulotte para desmaquillarse y cambiarse
Angel (Rodrigo) le dijo a Susana (Carmela):</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> No
me esperes a comer, he quedado con Felipe para leer aquella obra de
teatro que me dijo que a lo mejor montábamos.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Bueno, vale, así aprovecharé para ir a ver a Mercedes que creo que
va a hacer algo y necesita gente.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Angel y Susana llevaban tres años compartiendo sus vidas y su
profesión de actores, las cosas hasta ahora no habían sido nada
fáciles, mucho sacrificio, algo de teatro en papeles secundarios,
publicidad, algún papel de figurante en películas.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Esta
película que terminando de rodar, “El amor siempre llega” era el
primer papel serio de Angel, un actor que ya había cumplido los
treinta y dos. Susana había trabajado más, tenía una bonita voz y
bailaba muy bien, por lo que había participado en varios musicales.
Angel era más bien de teatro, pero salvo las obras que interpretaba
en provincias con compañías semi amateurs poca cosa más hacia.
Ahora parecía que la cosa iría mejor.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Cuando ya marchaba, Mateo el director le salió al paso y le dijo:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Angel, quisiera comentarte una cosa que me he dado cuenta, y como te
conozco desde hace algún tiempo y te considero amigo, me veo
autorizado para decírtelo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Dispara, comentó Angel.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> La
última escena ha quedado muy bien, ha convencido y luego, con el
decorado, que nos ha favorecido, el travelling final ha sido
perfecto, pero, ¿Por qué simulaste el beso en la mano y el final
con tu mujer?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Chapó, por eso eres director. Pues mira, la cosa no va muy bien.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Pero
¿Ha pasado algo?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> No,
en realidad nada, a veces sin querer y sin ningún problema la cosa
se enfría y es lo peor que puede pasar, porque si hay una causa
siempre se puede arreglar, pero cuando el amor se muere es peor.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Angel se dirigió a Argüelles, a la calle Galileo, a una cafetería
en la esquina con Joaquín Mª López, un poco más abajo del cine
Galileo, entonces de “Arte y Ensayo”.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Cuando llegó, como era cliente habitual, el camarero le dijo:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Ha
estado su amigo Felipe y me ha dado este paquete y dice que no podía
quedarse, que le llamará.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Abrió el sobre que le dio Román, el camarero y sacó el guión que
había en su interior, era un dramón de dos actos, el autor era un
antiguo actor que se había dedicado a escribir alguna cosa entre
actuaciones en el teatro, ahora se había metido con esa obra y
Felipe la iba a dirigir en un café-teatro, el último invento para
intentar resucitar ese teatro que todo el mundo dice que está muerto
desde que se comercializó la televisión, era un drama llevado en
forma de comedia, un trompetista de prestigio tiene un accidente, se
destroza el labio y tiene que intentar rehabilitarse para intentar
seguir con su profesión.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Angel tenía sus dudas en hacerla, pero, claro, si salía bien, le
habían prometido un “Estudio 1” y ese podría ser su lanzamiento
definitivo, ya que la audiencia y popularidad que da ese medio era a
corto plazo y por ahí podrían venir cosas mejores.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Cuando empezó a leer los folios mecanografiados se encontró con una
de esas comedias agridulce de las que Jack Lemmon había hecho en el
cine.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Llevaba ya como cosa de una hora leyendo cuando alzó su mirada, para
descansar la vista y la mente; en la mesa de enfrente había una
jovencita de unos veinte años, que leía un grueso volumen mientras
fumaba y tomaba café. En aquel momento, ella también levantó la
mirada y coincidió con la de Angel, ambos sonrieron y volvieron a
sus quehaceres.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> A
los pocos minutos, al querer fumar, Angel sacó el mechero y no le
encendió, se había quedado sin gasolina.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Se
levantó y se acercó a Lucía para pedirle fuego, ésta se lo dio
pero a la vez se sonrojó, su tez pálida se puso rojo carmín, cogió
una caja de cerillas que reposaba encima de un paquete de cigarrillos
y se la acercó a Angel, que después de encender el cigarrillo le
preguntó:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
¿Estudiando?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Si,
la Filosofía, esta tarde tengo examen y es un tocho.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
¿Estudias por aquí?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Si,
en la Normal de Magisterio, en Ríos Rosas.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> ¿Y
tú?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> No,
yo estaba leyendo un guión que me tendré que aprender, pero
solamente lo estaba ojeando, además, no me gusta mucho y lo hago con
desgana.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Por
cierto, me llamo Angel y se supone que soy actor, ¿Me puedo sentar
mientras me fumo el cigarrillo para que luego puedas seguir
estudiando?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Yo
Lucía y estoy estudiando Magisterio, si todo va bien, este curso
habré acabado y luego haré la oposición. Pero, parece que no estés
muy de acuerdo con lo de ser actor.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> No
lo tengo nada claro.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> No
he hecho otra cosa en mi vida, hoy he terminado de rodar el mejor
papel de mi vida, me han dado un guión para una obra de teatro y un
posible Estudio 1 de televisión y no sé lo que voy a hacer de mi
vida, no me gusta lo que tengo que hacer, este guión es una mierda,
encima hoy, cuando terminaba el rodaje me he dado cuenta de que la
mujer con la que llevo conviviendo los últimos tres años, no es
nada para mí, no he sido capaz ni de rodar con ella la escena de un
beso.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Nos
hemos habituado tanto el uno al otro que ya no somos nada como
pareja.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> ¿Se
lo has dicho?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> No,
todavía no y no sé cómo hacerlo, pero lo haré, no quiero que
pierda el tiempo conmigo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
¿También trabaja en el cine?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Si,
ella más que yo, canta muy bien y ha hecho varias comedias
musicales.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Pero
no quiero molestarte más, tienes que estudiar, aunque sea un tocho.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Sí,
pero me gustaría seguir hablando contigo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> De
acuerdo, pero no hoy, tienes un examen.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Sí,
pero salgo a las seis. Si quieres nos vemos aquí a las siete.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> De
acuerdo, ahora cojo mi maldito guión y me marcho.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Diciendo esto, Angel apagó el cigarrillo, recogió sus cosas, pagó
las consumiciones y se marchó.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
¡Hasta las siete!</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
¡Adiós!</p><p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
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<br />
</p>
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<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
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<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
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<br />
</p>
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<br />
</p>
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<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
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<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>CAPITULO
II</b></p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> A
las siete menos diez estaba Angel sentado en la misma mesa de la
mañana y seguía peleándose con el guión, era lo peor de su vida,
captaba el personaje, era frío y sabía como hacer creer al público
que su personaje era real, tenía la teoría de que no había que
meterse a sufrir dentro del personaje, lo suyo, como actor era
engañar al público y hacerles ver lo que él quería que viesen,
pero memorizar un guión era lo peor que le podía pasar, había
tenido verdaderas broncas con los directores, tenía un conocido,
actor también, que era casi analfabeto, un amigo suyo le leía la
obra un par o tres de veces y el primer día de ensayo se la sabía
de “P a PA” incluso lo había visto hasta con obras en verso.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> A
las siete y diez llegó Lucía, traía una cara sonriente se le
notaba ligeramente maquillada, su media melena rubia la llevaba
recogida en una cola de caballo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
¡Hola! Dijo Angel mientras se levantaba y le estrechaba la mano,
¿Qué tal el examen?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Bien, estaba inspirada y me salió bien, además, aunque no se note
soy una empollona.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
¡Qué suerte! Yo dejaría el teatro por no aprenderme los papeles.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">A ver, déjame que
lea algo, te la leeré en voz alta y me dirás si se te queda mejor.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Angel le alargó los folios, Lucía los miró y leyó el título
“Balada triste” ¿De qué va? ¿De ovejas o de música?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> De
música, pero está escrita como para dormir a las ovejas.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> ¿Qué
papel haces tú?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Gustavo, el trompetista.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> A
caray, el papel principal. Vamos que eres todo un actor y no uno de
reparto, dijo Lucía mientras se le escapó una risita complacida.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> A
las nueve y media se dieron cuenta de la hora que era y Lucía dijo:
¡Dios! Se me ha hecho tardísimo y se levantó, se puso el abrigo y
dijo:
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> No
me acompañes, si te va bien mañana a las siete aquí mismo; y trae
el guión.</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>CAPITULO
III</b></p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Dos
semanas después seguían viéndose casi cada día, los domingos
salían al cine o al teatro y una vez fueron a bailar.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Angel había hablado con Susana, en principio ella soltó alguna
lagrimita, pero luego comprendió lo que decía Angel y le dio la
razón, en el fondo ella veía lo mismo, decidieron que hasta que
alguno de los dos encontrase algo, compartirían el apartamento donde
vivían.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Mercedes, la amiga de Susana vivía con otra amiga compartiendo piso
pero se tenía que ir, así que decidieron que cuando se marchase,
Susana iría con ella.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Las
cosas parecían ir mejor, pero Angel no sabía qué pensar, Lucía
era una chica alegre y cariñosa, pero no sabía nada de ella, no
dejaba que la acompañase hasta su casa, no tenía ni la certeza de
que viviese donde decía ni que fuese quien decía.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Aquella mañana Felipe, el director le dijo:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> La
semana que viene empezamos a ensayar, te he dado bastante tiempo,
¿Cómo lo llevas?
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Bastante bien, pero no todo lo bien que quisiese, el personaje lo
tengo, pero el texto me falla.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Mira, no me vengas con esas.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Te
voy a hacer un regalo que no sé si te lo mereces, el jueves es
fiesta, te voy a dejar el apartamento que tengo en Peñíscola y las
llaves del “600”, en este tiempo aquello está muerto pero no
hace el frío que hace en Madrid, ves allí y apréndete el libro, el
lunes vienes al ensayo con el papel sabido o te olvidas de la obra y
lo que pueda venir detrás.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Cuando al día siguiente se encontró con Lucía, le dijo lo que le
había dicho Felipe y Lucía contenta y le dijo:
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Bien. Me encanta Peñíscola desde que la vi en las películas
“Calabuch” y “El Cid” que las rodaron allí, además no
conozco el mar sino en las películas. ¿Me dejas que te acompañe y
te ayude a estudiar?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Encantado, pero ¿Qué van a decir tus padres a los que no conozco?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Ya
les contaré un rollo. Tú dime que sí y yo arreglo todo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> De
acuerdo, pero tengo que venir con el papel aprendido.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>CAPITULO
IV</b></p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Salieron para Peñíscola el miércoles por la tarde. Cuando llegaron
ya era noche cerrada, encontraron el apartamento que estaba en la
calle José Antonio, en la zona nueva, fuera del recinto del catillo
y en la playa norte.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Casi
debajo mismo había una tasca en la que estaban ocho parroquianos
jugando a las cartas en dos mesas, en la barra un camarero les
preguntó qué querían, les hizo unos bocadillos fríos que era lo
único que podía hacer.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Pese al frío,
cuando dieron cuenta de los bocadillos, media botella de vino y un
par de cafés, se fueron a la playa y pasearon por ella mientras
Lucía contaba lo que sentía que era el mar que no conocía.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> A la
mañana siguiente se levantaron temprano, bajaron a desayunar a un
bar, ya que no tenían de nada en el apartamento, luego paseaban por
la arena de la playa norte mientras Lucía le iba diciendo los pies
para que Angel se aprendiera el libreto.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Así
pasaron los cuatro días, subieron al castillo, recorrieron todos los
rincones, paseaban por la playa e incluso se descalzaron y dejaron
que el mar, helado, mojara sus pies.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Cuando regresaron a Madrid, Angel se sabía el papel.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> En
el primer ensayo Felipe le dijo:
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Ya
sé que hacer para que aprendas un papel, pero no te voy a regalar ni
un apartamento ni una Musa.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Entre los ensayos y los exámenes casi no se vio con Lucía. Antes
del estreno le dio una entrada para ese día y a partir de entonces
pasó los peores nervios de su vida.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> La
noche del estreno, antes de empezar la obra vio a Lucía por el ojo
del telón.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Luego, cuando empezó la obra, con los nervios y los focos no pudo
verla, ya más tranquilo, en el segundo acto la vio y su cara era
alegre y feliz.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
Cuando terminó la obra, que gustó bastante, vio que Lucía no
estaba donde habían quedado.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Al
día siguiente la buscó, pero no tenía ni su teléfono, fue a la
Escuela de Magisterio, nadie le supo dar razón, por la cafetería no
apareció.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Pasó
el tiempo, hizo el “Estudio 1”, a partir de entonces su carrera
fue meteórica, cuando tenía un día libre, la buscaba, no sabía
dónde, luego empezó a ir a Peñíscola, paseaba por la playa
descalzo, subía al castillo, nada, no supo de ella. Cuando estrenaba
alguna obra, en el último acto la veía entre el público, cuando
terminaba la obra la veía aplaudir, pero luego se levantaba y
desparecía.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Han
pasado cuarenta años, Angel se ha convertido en un monstruo de la
escena, solamente hace teatro, su única ilusión es verla al final
del último acto, no ha cambiado, sigue aparentando 20 años.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>FIN</b></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-80132493733790108342024-02-22T09:31:00.000+01:002024-02-22T09:31:13.139+01:00¿DONDE ESTAS, AMOR? (Capítulo IV)<p> </p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>¿DONDE ESTAS, AMOR? <br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro Fuentes <br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Capítulo
IV</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El martes, que por
casualidad era además trece, a las cuatro y media de la tarde se
reunieron las cuatro amigas en casa de Carmiña, primero tomaron café
y luego pasaron a una habitación pequeña, oscura, iluminada por una
docena de velas, en medio una mesa redonda, tipo camilla y encima el
tablero de la “ouija”, al lado un vaso pequeño, de los usados
para ron en los bares.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En el techo, encima
de la mesa un espejo circular reflejaba las luces de las velas. En
una especie de trinchante que había en la pared del fondo se
encontraba extendida la camiseta de Canillo, el delantero centro del
Mensajero, alrededor varias imágenes y un cuadro con una foto del
difunto Federico flanqueada por dos velas rojas.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Entraron las cuatro
amigas y se sentaron alrededor de la mesa en cuatro sillas que a tal
fin se encontraban allí.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Mientras os
acostumbráis a la penumbra, os vuelvo a repetir que todas las
preguntas las haré yo, ya las tengo preparadas para que sean breves
y concisas.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No os asustéis, no
pasa nada, no habléis ni gritéis porque podemos enfadar a los
espíritus y entonces la podrían tomar con nosotras y castigarnos.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Tú, Aurora te
sentarás a mi derecha, pondremos el dedo índice de la mano derecha
encima del vaso invertido, tocando cada una con la punta el culo del
vaso.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Con la mano
izquierda, abierta tocareis con los dedos índice y corazón el
tablero hacia el centro de la mesa procurando que no se mueva.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> Este tablero lo
conseguí en Galicia, perteneció a una buena mujer que murió
quemada en la hoguera porque la acusaron de bruja. Dijo Carmiña y
continuó:
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Si no hay ninguna
duda poned vuestras manos como os he dicho y empezaremos.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Estamos todas
tranquilas?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Las cuatro
asintieron con la cabeza.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Estamos relajadas?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Nuevamente
asintieron.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Sabéis que estamos
aquí para invocar el espíritu de Federico o de algún amigo que nos
pueda informar.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡Yo te invoco
Federico para que te acerques!</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡Federico! ¿Estás
aquí?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Nada pasó, Aurora
repitió por tres veces la pregunta y no pasó nada.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡Yo te invoco a ti,
espíritu desconocido para que me informes de Federico!</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">La llama de varias
velas se movieron impulsadas por una corriente de aire frío que giró
en redondo sobre las cabezas de las cuatro mujeres.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Hay alguien aquí?
Preguntó Carmiña.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El vaso movido como
por un resorte se desplazó hacia el ángulo superior derecho donde
podía leerse “SI”</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Eres amigo?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El vaso giró sobre
sí mismo sin moverse del “SI”</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Eres Federico?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Ahora el vaso se
desplazó al extremo inferior izquierdo donde ponía “NO”</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Conoces a
Federico?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El vaso volvió al
“SI”</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Lo has visto
recientemente?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">“SI”</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Está cerca?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">“SI”</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Podrá venir?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">“NO”</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Podremos verlo
pronto?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">“SI”</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Dónde?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El vaso pareció
volverse loco yendo de letra en letra: C I R C O D E M A R T E R
I Ñ A D E G A L L O S</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Cuando?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Nuevamente el vaso
empezó el baile: D O M I N G O 1 8 T A R D E</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Cómo lo veremos?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">E L O S V E R A.
Comunicó el vaso y siguió: L L E V A C A M I S E T A C A N I L L
O.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Carmiña le preguntó
nuevamente. ¿Está bien?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El vaso ya no se
movió.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Te has marchado?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Nada, ningún
movimiento del vaso.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡Chicas! Esto se ha
terminado.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Se levantaron de la
mesa y salieron de la habitación, Aurora lloraba sobre la camiseta
de Canillo.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Carmiña sirvió
agua fría para todas y se pusieron a organizar el domingo y a pensar
qué le dirían al marido las dos casadas.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Las cuatro mujeres
llegaron al Circo de Marte el domingo a las cuatro de la tarde, todas
llevaban gafas de sol y procuraban pasar desapercibidas y que nadie
las conociese. Pidieron un palco y allí medio se escondieron,
pusieron a Aurora delante con su camiseta de Canillo y esperaron.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Empezaron las
peleas, nadie parecía mirar a los palcos, en esto la puerta se abrió
y asomó un hombre que se le notaba algo bebido.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Perdón, me he
equivocado, buscaba el lavabo.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En ese momento ya
empezaba la quinta riña, pesaron a los gallos, les echaron unas
gotas de limón en los laterales de los picos, los azuzaron el uno
contra el otro y a la señal del árbitro los soltaron, el uno blanco
y de nombre Tenisqueño, el otro colorado y por nombre Brutus.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Al primer picotazo
de Brutus, Tenisqueño debió pensar que más valía vivir sin honra
que morir desangrado y pegó un salto y un revoloteo y fue a caer en
la falda de Aurora.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aurora gritó:
¡Federico, amor mío, has vuelto!</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">FIN</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-40636053624203328742024-02-15T09:31:00.000+01:002024-02-15T09:31:16.228+01:00¿DONDE ESTAS, AMOR? (Capítulo III)<p> </p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>¿DONDE ESTAS, AMOR? </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b><br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro Fuentes<br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b><br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Capítulo
III</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Al año siguiente,
cuando amanecía la primavera, Aurora comenzó a ponerse ropa de
alivio, los amigos se habían portado muy bien con ella, vinieron sus
hijos y ella se fue luego a Madrid donde pasó un mes, luego tuvo que
hacerse cargo de la agencia y del resto de las cosas, había
trabajado en una oficina cuando era soltera, pero ahora todo era
distinto, Rogelio le ayudó muchísimo, le buscó una persona de
confianza para que la pusiese al día mientras le llevaba la agencia.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> Carmiña estuvo
siempre a su lado.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Sus hijos le
llamaban y viajaban a La Palma siempre que podían, la Navidad de
aquel año la pasó en Madrid en casa de su hijo y en compañía de
la hija que también llegó.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aquella Navidad fue
muy triste salvo dos noticias, su nuera estaba embarazada del que
sería su primer nieto y su hija les había anunciado que para el
verano siguiente en septiembre, se casaría con Otto, un novio alemán
que tenía; y se casarían en La Palma, en la Basílica de la Virgen
de Las Nieves.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Con lo de la boda de
María Fernanda se abrió un mundo nuevo para Aurora, ella era la
encargada de prepararlo todo, luego, para septiembre llegarían la
niña y su novio, para terminar de montarlo todo, en los últimos
quince días, una semana antes empezaban a llegar los familiares del
novio y varios amigos, de estos las invitaciones las mandarían desde
Alemania, el resto le dejaron la lista de invitados a Aurora, más
los que ella añadiera.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Además, para
finales de junio nacería el niño de Eloy y Enriqueta, Aurora quería
estar en Madrid por esas fechas.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Los acontecimientos
más importantes de su vida actual y Federico no estaba para
disfrutarlos junto a ella.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cuando llegaba la
noche, cuando dejaba la rutina y el trabajo cotidiano empezaba a
sentir la soledad y a llorar a su amado esposo, era como era, pero
ella lo quería.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Una tarde que había
invitado a Carmiña a su casa para merendar, llegó ésta más
sonriente que nunca.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Nada más entrar le
dijo:</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aurora, ¿Sabes que
Amanda ha encontrado los sellos?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Si? ¿Dónde
estaban?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Hicimos una “ouija”
y logramos que apareciera el espíritu de su marido, le preguntamos
varias cosas, no tenía ninguna amiga, los sellos estaban en un cajón
secreto que tenía la mesa de su despacho.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Menos mal, quería
tirarla porque era muy vieja y tenía carcoma.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Creo que es el
momento de hacer la “ouija” para ver si tu marido aparece.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> ¿No querías saber
si se ha reencarnado?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No sé, me da miedo
jugar con esas cosas, total, ya descansa en paz y hay que dejar que
los muertos reposen.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No pasa nada, lo
hemos hecho muchas veces, incluso a Rosario ahora le encanta y si
vieras las preguntas que hace, se dedica a cotillear haciendo
preguntas indiscretas.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">La haremos en casa,
que tengo una salita ya preparada donde no cuesta nada relajarse y
concentrarse, pero tenemos que esperar que mi marido tenga que ir a
Tenerife, porque no le gusta que haga eso.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Pasaron tres semanas
en las que las dos amigas se dedicaron a elegir ropas y complementos
para la boda de María Fernanda, incluso prepararon un viaje
relámpago a Tenerife para ver cosas, luego las invitaciones, lo
tenían todo controlado.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Rogelio volvió un
día del banco y le dijo a Carmiña: El martes tengo que irme a una
reunión a Tenerife, bueno, más que una reunión, estaré tres días
fuera.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Carmiña llamó a
Aurora y le dijo:
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aurora, prepárate,
el martes a las cinco de la tarde haremos la reunión seremos Amanda,
Rosario, tú y yo, Amanda y Rosario ya han hecho varias y saben estar
y concentrase.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Yo te iré
explicando lo que haremos durante estos días y así el martes iremos
al grano.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Solamente trataremos
de lo tuyo, sería conveniente que trajeses alguna cosa que fuese de
él exclusivamente, algo a lo que tuviese un cariño especial ¿Hay
algo?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Si, ya sé, la
camiseta de Canillo, que marcó el gol de ascenso a tercera división,
firmada por todo el equipo del Mensajero.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡<br />
</p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-10976061389838805322024-02-08T09:14:00.000+01:002024-02-08T09:14:14.421+01:00¿DONDE ESTAS, AMOR? (Capítulo II)<p> </p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>¿DONDE ESTAS, AMOR? <br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> Pedro Fuentes<br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Capítulo
II</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Entraba y la
primavera en La Palma, se mostraba exultante, por todos lados
aparecían flores, la humedad que venía del Atlántico chocaba
contra las montañas e inundaba de pequeñas gotas de humedad los
bosques de pino canario, tilos y laurasilvas, bajo los cuales crecían
los helechos.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aurora y Federico
tienen una pequeña finca en Breña Alta y allí pasan los fines de
semana, bueno, mejor dicho, Aurora, porque Federico tiene que ir a la
oficina el sábado y el domingo, después de comer se marcha al
fútbol, aunque alguna vez que otra marchan a Tazacorte a comer.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aquel domingo por la
mañana el matrimonio pasea por entre los frutales y aguacates que
tienen, luego pasan por el pequeño huerto de tierra negra volcánica,
Aurora anda colgada del brazo izquierdo de su marido y no para de
hablar.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡Federico! ¿Sabes
que Carmiña cree en la reencarnación?
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Si, hombre, dice que
cuando morimos nuestro espíritu vuelve a la vida en otro ser vivo y
depende de lo bueno o malo que hayas sido vuelves a la vida en un ser
más perfecto, desde un animal a una persona mejor.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿En qué te
gustaría reencarnarte? Preguntó Aurora</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Yo en político,
para vivir sin dar golpe y forrarme y ¿tú?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Yo en adivina, para
saber si estás pensando en mí cuando no estás conmigo.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Pero de qué me
sirve que te reencarnes si no sabré de ti.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Si, mujer, sabrás
de mí, si muero antes que tú iré a donde estés y te mostraré mi
presencia con algo que sepas que soy yo, por ejemplo con un balón de
futbol, o una camiseta del Mensajero, tú tienes que estar atenta,
además, puedo volver en cualquier momento, así que cuidado con lo
que haces.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Según dice Carmiña,
porque me leyó el tarot, yo viviré muchos años, más que tú. El
próximo día que nos veamos le diré que te eche las cartas.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">De eso nada, a mi no
me interesan esas cosas, además, son una idiotez, no creo semejantes
tonterías, no sé yo lo que voy a hacer esta tarde y ella va a saber
mi futuro.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Lo que tienes que
hacer es dejar esas tonterías.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El otro día en su
casa queríamos hacer una “ouija” pero al final Rosario, la del
farmacéutico se puso nerviosa y acabó histérica porque Amanda
quería ponerse en contacto con su difunto marido ¿Sabes qué quería
saber? Dónde guardó aquello sellos que valían tanto y que todavía
no han encontrado, y eso que ya va para tres años que murió el
marido. Amanda dice que espera que no se los haya dado a esa amiga
que murmuran que tenía, dice que si fuese así lo sacaría del
panteón familiar.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Y tú qué querías
preguntar?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Si guardas sellos u
otra cosa de valor y dónde los tienes, pero como todavía no estás
muerto no se puede.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Recogieron unos
tomates, una lechuga, unos rábanos y un par de pepinos y se fueron
para la casa.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aurora se metió en
la cocina y Federico se sentó en la terraza a leer el periódico,
una vez allí dijo: ¡Cariño! ¿Me pones un whisky con mucho hielo y
unas almendritas saladas?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Si, amor, ahora te
lo pongo, ¿Quieres también unas patatitas fritas?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No, cariño, que se
me quitará el hambre.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Dos semanas después,
viniendo desde El Paso, donde había ido a alquilar un apartamento y
de camino a tomar unas copas con unos amigos, antes de llegar a
Fuencaliente por lo visto se despistó, se salió de la carretera y
se estrelló contra un eucalipto del margen, cuando lo recogieron
todavía respiraba, llegó cadáver al hospital.</p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-38636269884578436752024-02-01T04:03:00.000+01:002024-02-01T04:03:00.636+01:00¿DONDE ESTAS, AMOR? (Capítulo I)<p> </p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>¿DONDE ESTAS, AMOR?</b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro
Fuentes</b><b> <br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Capítulo
I</b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br /></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> Aurora, próxima a
cumplir los cincuenta y cinco, está casada con Federico y viven en
La Palma, Islas Canarias.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Tienen dos hijos, el
mayor, Eloy, de treinta años, vive en Madrid con su mujer,
Enriqueta.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Marchó a estudiar
allí, la conoció a ella y acabados los estudios encontró trabajo y
se casaron.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">María Fernanda, la
pequeña, de veinticinco años, terminó los estudios de veterinaria,
le dieron una beca y anda por Alemania, le quedan dos años para
volver, pero dice que si encuentra un trabajo, se queda allí, pese
al frío que pasa.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Federico tiene una
agencia inmobiliaria de alquiler y venta de apartamentos en Puerto
Naos, cerca de Los Llanos de Aridane, ellos residen en Santa Cruz y
él va y viene cada día, por lo que pasa mucho tiempo fuera de casa.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aurora, que ha
permanecido toda la vida en casa, al cuidado de sus hijos y su
marido, ahora comienza a sentir el síndrome del nido vacío, aunque
ha intentado llenar su tiempo con gimnasio y actividades diversas
junto con su grupo de amigas.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Federico, hombre
trabajador, pero algo mujeriego, siente que su vida ya comienza a
declinar y se agarra a ella con todas sus fuerzas, así que con la
excusa del trabajo y del futbol, gran seguidor y de la Junta
directiva del Club Deportivo Mensajero, club de tercera división y
eterno rival y enemigo del Sociedad Deportiva Tenisca, sobre todo
después del año 1.983, aunque los años que han coincidido en la
misma categoría tampoco han sido poca cosa, pero de esto ya
hablaremos en otro relato.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Físicamente Aurora
no representa la edad que tiene, debido al culto al cuerpo y la
gimnasia, e institutos de belleza, casi se podría decir que
aparenta unos cuarenta y siete u ocho, siendo la envidia de muchas de
sus amigas.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Estas envidias
habían lanzado comentarios de muy mala idea, haciendo creer a quien
las escuchaba que Aurora se cuidaba tanto porque algo tenía que
ocultar.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Todo era fruto de
las envidias y mal hacer de gentes que en muchos casos no tenían
nada que hacer o que así ocultaban sus propios pecados.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No había nadie en
La Palma que pudiese decir nada malo sobre Aurora, al contrario, era
tan inocente que no sospechaba ni de su marido, al que seguía
queriendo.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Federico aprovecha
cualquier situación para montarse alguna juerguecita que otra, pero
si hay mujeres por medio, es bastante prudente y discreto y no se le
conocen escándalos.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Diferente es cuando
las juergas se refieren al futbol o a alguna que otra botella de
whisky de más.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Por aquellos
tiempos, llegó a La Palma un director de banco ya establecido en
Santa Cruz.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Federico, cliente de
este banco y por el que pasan muchas de sus operaciones, no tardó en
conocerlo e invitarlo a él y a su esposa a su casa a cenar.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Fue una velada
agradable y las dos mujeres congeniaron desde el primer momento, la
esposa del director, Carmiña, gallega, y Aurora, de aproximadamente
la misma edad, encontraron un montón de temas en común, las dos
además estaban en la misma situación con los hijos, los de Carmiña,
dos varones, se quedaron en Galicia porque están a punto de terminar
sus respectivas carreras y pensaron que sería mejor seguir hasta el
final en Santiago de Compostela.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aurora pronto ha
empezado a presentar a Carmiña en su círculo social.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En La Palma, cuando
alguien llega, y si es de la península mejor, se le abren todas las
puertas, hasta que por lo menos se sabe vida y milagros del
forastero, luego, si es soltero o soltera, hay que intentar casarlo
lo antes posible, un dicho de La Palma es que no tiraban
paracaidistas porque no volvía ninguno.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">De igual forma,
Federico empezó a llevar a su nuevo amigo, Rogelio primero al local
social del Mensajero, luego al Casino y luego a la puerta del local
del Tenisca para decirle donde no podía ir nunca.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Rogelio no era muy
futbolero, pero además por su cargo tampoco le interesaba tomar
bando por una parte de la ciudadanía, así que se alejó un poco de
la afición al futbol de su nuevo amigo.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">A Carmiña le gusta
jugar con las cartas del tarot y aprovecha muchas ocasiones para
“leer la mano” de sus nuevas amigas, e incluso les insinuó que
más adelante harían una “ouija”.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Esa novedad les
encantó a sus nuevas amigas.</p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-69905889510376393632024-01-25T09:30:00.001+01:002024-01-25T09:30:53.653+01:00EL ENTIERRO (Capítulo II)<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>EL ENTIERRO</b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro Fuentes </b>
</p><br /><p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;"><b>CAPITULO
II</b></span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">“<span>Dentro
de la caja me desperté, estaba totalmente a oscuras, no recordaba
nada, me moví, de pronto oí la voz de alguien que rezaba un
responso, guardé silencio para ver si averiguaba algo y comprendí,
me había dado un ataque, estaba en la calle, llegando a mi casa,
antes de perder el conocimiento vi que varias personas corrían a
socorrerme, alguien dijo:</span></span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Es
Miguel, vive aquí, en el número nueve, avisad a su mujer. Allí
perdí el conocimiento. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Ahora
me daba cuenta, creen que he muerto y me llevan a enterrar, pero no
puede ser, mi mujer y el doctor saben que soy cataléctico,
¡¡Socorro!!! ¡¡¡Socorro!!!, ¡que no estoy muerto! A la vez que
gritaba intentaba moverme, saltaba lo que podía, pero el forro y la
guata del ataúd amortiguaban los golpes, ¡lloré!, ¡salté!,
¡grité!, ¡empecé a arrancar el forro y la guata!, ¡me rompía
las uñas contra la madera!, ¡me faltaba el aire!, ¡me estaba
ahogando!, ¡iba a perder el conocimiento y entonces no tendría
escapatoria!, ¡intenté con todas mis fuerzas golpear con las
rodilla!, noté que aquello se había desplazado, contuve la
respiración para coger fuerzas, me concentré y di dos golpes
seguidos contra la madera que había a los pies, entonces sí, todo
el ataúd se desplazó y fue cogiendo velocidad, noté cómo
resbalaba y caía desde una cierta altura golpeando contra el suelo,
allí se rompió la caja, lo primero que vi fue la cara de espantado
de un niño en el balcón de un primer piso, luego vi gente que
corría despavorida, luego me empecé a incorporar y noté que había
caído encima de alguien. ¡¡Dios mío!! ¡¡He caído encima de
Marisa, mi mujer!!”</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Hasta
aquí el relato de Miguel.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">En
el balcón de casa yo increpé al del capón ¡Lo ves! Yo tenía
razón. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Mi
madre intentaba llevarme para dentro para que no tuviese pesadillas.
Yo seguía agarrado a la barandilla del balcón, pese a lo aterrado
que estaba no quería perderme detalle, en aquel momento supe que
aquella sería una de las historias de mi vida.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Cuando
Miguel se levantó intentó ayudar a su mujer, llamó al médico que
iba en la comitiva y éste tomándole el pulso a Marisa dijo: Está
muy mal, hay que llevarla a la casa de socorro.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Llamaron
un coche y en él subieron Miguel, ya restablecido. Evaristo, el
doctor y en medio colocaron a Marisa.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Ya
en la camilla del hospital, Miguel, que no había soltado la mano de
su esposa le dijo: Marisa, ¿Por qué no esperaste para enterrarme
sabiendo que soy cataléptico? </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">En
un susurro dijo:</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Evaristo
firmó el acta de defunción porque te hizo pruebas.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">En
ese momento llegó el cura y le dijo a la moribunda:</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Marisa,
hija, ¿quieres confesarte?</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Si.
Padre, pero no quiero que se vaya Miguel, sé que voy a morir y
quiero que sepa la verdad. Cuando vimos que Miguel tenía el ataque,
Evaristo y yo decidimos deshacernos de él, porque llevamos tres años
de amantes y queríamos casarnos. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">El
sacerdote, haciendo la señal de la cruz dijo: Ego te absorbo in
nómine………</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Marisa
espiró en ese momento. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Después
de la confesión de ella Evaristo confesó ante la policía y fue
condenado.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Miguel
marchó del pueblo y vive feliz y contento, no ha vuelto a tener
ataques de catalepsia.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><b>FIN</b></span></p>
<p><span style="font-size: medium;"> </span></p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-35863846349978581452024-01-18T09:48:00.000+01:002024-01-18T09:48:01.036+01:00EL ENTIERRO (Capítulo I)<p> </p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>EL ENTIERRO</b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro
Fuentes</b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;"><b>CAPITULO
I</b></span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Hace
ya bastantes años, en el pueblo donde vivía, para ir al cementerio,
había que pasar por delante de mi casa. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Entonces
un entierro era un acontecimiento social. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">A
veces, por los acompañantes, sabías quién se había muerto, otras
veías con quién se hablaba o no el muerto, alguna vez vi a la viuda
enlutada y llorosa siguiendo al coche fúnebre y al final, medio a
escondidas veías a “otra viuda” que confirmaba el “vox
pópuli”. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Otras
te dabas cuenta de que a partir de la tercera o cuarta fila, se
contaban chistes, si había sobrinos lejanos, llorando había
herencia por medio, en fin, el balcón de mi casa era toda una
cátedra de observación y psicología del género humano. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">La
calle empezaba una pequeña cuesta a partir de mi casa, con lo que
teniendo en cuenta que hasta el Camposanto había todavía unos 2.500
metros, era parada obligada para coger aire y poder llegar arriba sin
asfixiarse.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">En
aquellos tiempos, había muy pocos coches, además era costumbre
llevar el féretro en un coche fúnebre más o menos elegante según
el poderío económico y aparente de la familia. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Delante
iba un sacerdote, todos lo llevaban, hasta los ateos más
recalcitrantes, acompañado por un par de monaguillos, a veces más y
si era un entierro de postín llevaba tres curas, varios sacristanes
y media docena de monaguillos. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Inmediatamente
detrás iba el coche, a continuación la viuda o el viudo, de estos
hay menos normalmente, y luego los familiares, por orden de mayor a
menor grado, luego los amigos o amigas y detrás los conocidos,
empleados, sirvientes y ya los curiosos y los “amigos de los
entierros” u otros “familiares no reconocidos” </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Yo
era entonces un crío, uno de esos críos callados, de mirada
lánguida que parecía no fijarse en nada, pero que oía y procesaba
todo lo que entraba en su cerebro. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Muchas
veces, ahora, con mi madre, y mis hermanos mayores, soy yo el que se
acuerda de esos pequeños detalle e incluso, a mis años, he
reconocido trastadas que quedaron impunes por falta de culpable.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> <span style="font-size: x-small;">Con
esto quiero decir lo que ya he dicho, un entierro era un
acontecimiento social digno de estudio. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Pero
nada tan importante como el entierro que os voy a contar. Viví de
pequeño la primera parte, la más importante, pero años más tarde,
por mi manía de coleccionar historias, para estar más documentado y
ceñirme a los hechos, contacté uno de los protagonistas principales
y me contó su historia.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Cuando
el sacerdote y los dos monaguillos, pararon delante del balcón en el
que yo estaba, todo hacía presagiar un entierro normal, el
sacerdote, como tenía por costumbre, hacía la paradita para
respirar y coger fuerzas para la cuesta, pero aprovechaba el momento
para pedirle a los monaguillos el acetre y el hisopo.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> <span style="font-size: x-small;">Con
ellos se puso al lado derecho del coche fúnebre, una plataforma con
cuatro columnas que sujetaban el techo, que terminaba a cuatro
vientos y en el vértice central una especie de jarrón con un
penacho negro.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Mojó
el hisopo en el acetre del agua bendita y mientras recitaba un
responso bendecía el ataúd negro azabache. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Desde
la posición que yo estaba pensé que el coche se había calado,
porque todo él tembló en el momento que el cura lanzaba agua con el
hisopo en todas las direcciones. </span>
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Para
mi gran fantasía, luego, cuando vi el humo en el tubo de escape,
pensé: “La caja se ha movido”.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">El
sacerdote se colocó delante del coche y siguió la marcha, detrás,
la viuda, de unos cuarenta y tantos años y de buen ver, acompañada
de unas amigas, no tenía más familia, suspiró y sollozó detrás
de unas gafas negras y emprendieron la marcha.</span></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">Cuando
la cuesta empezó a ser más fuerte, lo vi claro, la caja se volvió
a mover. Cuando lo dije en voz alta, alguien por detrás me dio un
capón de campeonato y me dijo:</span></p><p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: x-small;">¡Calla,
coño! que no dices sino tonterías.</span></p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-16748262707020644602024-01-11T09:15:00.000+01:002024-01-11T09:15:39.235+01:00LA BODA<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>LA BODA</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br /></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro
Fuentes</b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Corría el año
1.956 en Santa Cruz de la Palma, cuando la pareja formada por Iraya y
Norberto, estaban preparando las cosas para casarse.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Iraya era de muy
buena familia, su padre, D. Ramón, un rico terrateniente se dedicaba
a la exportación de frutas, principalmente plátano, pero también
tomate y empezaba a experimentar con aguacate, el abuelo, Eusebio,
era el que había empezado a comprar fincas cuando la gente empezó a
emigrar a Cuba y Venezuela.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Ramón se casó con
su novia de toda la vida, Adelaida y al cabo de un año, tuvieron a
Iraya, luego, a los 6 años nacieron los gemelos, Eusebio y Roque
como los abuelos.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Norberto había
terminado derecho y trabajaba en el bufete de su padre, D. Alonso,
pero a la vez estaba preparando oposiciones a Notaría, era bastante
estudioso y estaba seguro de que las aprobaría, él hubiese esperado
más para casarse, pero Iraya le apremiaba y pese a contar tan solo
con veinte años, decía que quería ser la primera amiga en casarse
y además por todo lo alto en la Basílica de Nuestra Señora de las
Nieves.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">D. Alonso, el padre
de Norberto, no estaba muy de acuerdo en tan temprana boda, pero él
lo veía con otros intereses, pensaba que cuando se casase, se
olvidaría de las oposiciones o no tendría tantas ganas de estudiar,
sobre todo si venían niños pronto; y así podría contar con él en
el bufete, ya que cada vez iba a más y si aprobaba para notario, lo
enviarían a cualquier sitio de España.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Doña Concha, la
esposa de D. Alonso, no estaba tampoco muy de acuerdo, veía a
Adelaida, su consuegra una nueva rica y una metomentodo.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En cuanto a la niña,
su futura nuera, una cursi de tomo y lomo y lo único que quería era
un novio con una carrera y guapo como Norberto, su niño, hijo único
y tan honrado y trabajador.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Iraya, era una
jovencita guapa y con bastante buen gusto.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Había hecho los
estudios elementales en La Palma, en el colegio de las monjas
Dominicas de la Sagrada Familia, más conocido por “La Palmita”
donde adquirió una base cultural que amplió con clases de piano,
bordados, cocina, etcétera.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Muy coqueta y
presumida, solamente pensaba en casarse con Norberto, chico de buen
ver y también bastante estirado y lucirlo en las fiestas del Casino
y de la alta sociedad palmera, así como pasear los domingos después
de la misa de doce en S. Salvador por la calle O´Daly más conocida
por calle Real.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">La boda, prevista
para el 15 de Mayo, iba a ser un gran acontecimiento en La Palma,
Adelaida e Iraya lo estaban preparando todo, sería por la tarde, a
las seis, tenían ya contratada una rondalla canaria y una soprano,
ésta cantaría durante la boda el Ave María de Schubert, la marcha
nupcial estaría tocada al órgano por la profesora de piano de Iraya
y también acompañaría a la soprano, luego, saliendo de la Basílica
tocaría la rondalla y se serviría un vino de honor a los asistentes
y curiosos, que se acercasen por Las Nieves. Luego bajarían al Santa
Cruz donde se serviría un coctel de bienvenida en el Parador de
Turismo y luego la gran cena con baile a continuación.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Norberto, tuvo que
dejar en su casa su Fiat Balilla verde y con guardabarros negro
recién comprado porque eran solo dos puertas y tenía que llevar a
Iraya y a su mamá a hacer recados para la boda, y coger el de su
padre, el flamante Fort Taunus tipo familiar del 55.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Ya sabes, le decía
Iraya a Norberto, cuando nos casemos, te compras otro coche más
grande, además, si tenemos niños pronto, necesitaremos uno como el
de tu padre por lo menos.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cariño, si el coche
que tenemos, para nosotros dos es lo mejor, además, está nuevo, me
lo acabo de comprar, no tiene ni tres mil kilómetros.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No, cielo, fíjate,
no podemos ni llevar a mamá.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Y así quedó
zanjada la cuestión del coche.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">La tensión iba en
aumento a medida que llegaba la fecha de la boda, primero las
invitaciones que ya llevaban varios días de retraso, el vestido que
no terminaba de quedarle bien, al final habían decidido ir a
Tenerife a buscarlo, pero entre pruebas y que a Adelaida también le
había gustado uno allí, ya llevaban cuatro viajes a Tenerife en el
“crucerillo” La Palma para pruebas y demás.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Norberto, cariño,
tienes que acompañarnos a los Llanos a encargar unas flores para
decorar la iglesia.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡Norberto!, cielo,
vamos a Fuencaliente para busca vino para después de la boda en Las
Nieves.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡¡Norberto!!, que
hay que escribir los sobres de las invitaciones y ponerles los
sellos.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡¡¡Norberto !!!,
¡¡¡Norberto !!!, ¡¡¡ Norberto !!!.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> ¡¡Cariño!! Ya he
vendido el Fiat, se lo he vendido a mi amigo Raúl, lo estrenará el
día de la boda para ir a Las Nieves.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡¡¡Cariño!!! No
te puedo acompañar porque tengo que ir a Tazacorte por un problema
de una herencia.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Bueno, pues cuando
vengas pasarás por El Paso que tengo encargada una seda para hacer
unos pañuelos.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Y al fin llegó el
catorce de Mayo; y entre todos fueron a Las Nieves para arreglar la
Basílica con las flores, Doña Adelaida parecía un comandante en
jefe dando órdenes, hasta D. Antonio, el párroco iba de un lado
para otro preparando cosas, Norberto iba y venía a Los Llanos a
buscar flores con el Taunus de su padre.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">La Virgen de Las
Nieves relucía, toda la plata del altar fue limpiada, había flores
por todos los lados, hasta las maderas del artesonado del techo
parecían recién barnizadas, los blusones blancos de los monaguillos
habían sido lavados y almidonados, iba a ser seis, Pedrito, el
titular y cinco chiquillos más y dos sacristanes, el fijo y el hijo
mayor del fijo.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">A las cuatro de la
tarde hicieron que se marchara Norberto por aquello de no ver a la
novia 24 horas antes de la boda.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡Amorcito! Vete ya
a casa que no me puedes ver hasta mañana y no te olvides, tienes que
estar mañana a las seis menos cuarto en la Basílica esperándome.
¿Quién te va a traer?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Me traerá Raúl con
el Balilla.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Con ese coche vas
a venir?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Si, así me despido
de él, además mi padre vendrá con el grande con mi madre y los
abuelos, llegaremos juntos y aquí mi madre me acompañará al altar
como está previsto.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Y llegó el día y
la hora, tal como estaba dispuesto, Norberto llegó con su amigo y
detrás D. Alonso con el resto de la familia.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Antes de entrar
Norberto y Raúl se fumaron un cigarrillo y luego, del brazo de su
madre entró hasta los asientos que a tal fin se habían colocado
delante del altar, la iglesia estaba rebosante de luz y los
invitados, con sus grandes galas llenaban todos los bancos esperando
a la novia.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">A las seis y diez,
Pedrito hizo una seña a D. Antonio y se preparó, porque junto con
otro monaguillo tenían que abrir paso al cortejo de la novia, que
iría acompañada de su padre, dos primos de la novia delante,
después dos crías de más o menos la misma edad, una con las
alianzas y otra con las arras, a continuación la novia y su padre,
ella con un traje elegantísimo, con un pequeño escote que dejaba
lucir en su cuello una gargantilla con brillantes y zafiros, en la
cabeza llevaba especie de corona adornada con pedrería y flores de
azahar con un pequeño velo por delante que solo dejaba ver la boca.
Llevaba una larga cola que sujetaban cuatro niñas dirigidas por
Anita y Eloísa, las dos amigas de Iraya.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Al entrar por entre
las filas de bancos se oyó un murmullo que D. Antonio intentó
acallar con un dedo llevado a sus labios por respeto al sitio donde
se encontraban.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Llegó al altar,
miró a Norberto, luego a D. Antonio y comenzó la ceremonia.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Don Antonio empezó
con el clásico: Nos hemos reunido aquí para celebrar este santo
matrimonio…..</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Llegó D. Antonio a
la parte de: “Si alguien tiene algo que objetar, que hable ahora o
calle para siempre” y guardó uno segundos de silencio mientras los
presentes se miraban unos a otros por el rabillo del ojo, sin
atreverse a moverse por si alguien sospechaba algo. Un
estremecimiento corrió por la espalda de los novios.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Raúl, el amigo del
novio, que estaba sentado en los últimos bancos, viendo que perdía
a su mejor amigo, salió a la puerta a fumar.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Luego, D, Antonio
pidió las arras y las alianzas, y ya con los anillos en la mano, los
bendijo y dijo:
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Iraya, ¿Quieres a
Norberto como esposo en la salud y en la enfermedad, en las alegrías
y en las tristezas hasta que la muerte os separe?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Si quiero, dijo
Iraya a punto de empezar a llorar por la emoción.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Luego dijo: Y tú,
Norberto, quieres a Iraya como esposa en la salud y en la enfermedad,
en las alegrías y las penas hasta que la muerte os separe?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Norberto dijo en voz
baja que solamente lo oyó D. Antonio :”NO”</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Y salió corriendo
hacia la puerta lateral que le quedaba más cerca y que Raúl había
abierto antes de la boda.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Allí lo esperaba su
amigo con su Fiat Balilla con el motor en marcha, subió y salieron
disparados hacia Santa Cruz.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Los más rápidos
que salieron vieron como el Fiat Balilla verde reluciente con los
guarda barros negros se perdía detrás de la curva de la Dehesa.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Dicen que lo vieron
embarcar en “el crucerillo” La Palma. Otros dicen que se fue con
la goleta “Evelia” que zarpó aquella tarde noche hacia Tetuán
con un cargamento de plátanos.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Se supo que al cabo
de un año aprobó “notarías” y se fue a Galicia destinado.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>FIN</b></p>
<p style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p> </p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-38388338889636483002024-01-04T09:24:00.002+01:002024-01-04T09:24:45.495+01:00BERTILDE Y JUAN RAMON <p> </p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>BERTILDE Y JUAN RAMON</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro
Fuentes</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Juan Ramón llegó a
La Palma en enero de 1.954, estaba destinado a Los Cancajos, le
quedaban dos años de mili, hasta Mayo de 1.956. Venía de
Fuerteventura, donde había estudiado lo justo para poder entrar a
trabajar en una oficina.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En Fuerteventura
consiguió entrar en una correduría de seguros, pero cuando empezaba
a saber de qué iba la cosa, e incluso tenía una pequeña cartera de
clientes, fue llamado a filas y después de un año en Tenerife, lo
destinaron a La Palma, a los Cancajos, tenía veintiún años ya
cumplidos y pensaba que le habían roto la vida por la mitad.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No se le había
perdido nada en La Palma y encima no conocía a nadie, además, su
familia era gente humilde, su padre tenía trabajo y solo con la
ayuda de su hermano lograban llegar a fin de mes, ya que él ahora no
ganaba nada y por debajo suyo había dos hermanos más, a los que su
padre quería dar por lo menos estudios elementales para que fueran
algo más que un peón de obra como era él.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> Así que Juan Ramón
tenía que vivir con los cuatro duros que había ahorrado en los
seguros para el tiempo de milicia, claro que en el fondo, allí
estaría comido y vestido y su único vicio era el tabaco.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Llevaba ya allí
unos quince días, cuando unos compañeros lo convencieron para
bajar a Santa Cruz aquel domingo por la tarde, así que con su traje
militar de paseo, bajaron andando por detrás del puerto por la
carretera del campo de fútbol, a la altura de éste, por una
carretera estrecha entre la tapia del campo y el mar, oyeron como el
Tenisca, club de futbol de la localidad marcaba el segundo gol, si la
cosa seguía así, esta semana que entraba iría bien, su sargento
era del Tenisca. Si de camino, El Mensajero, eterno rival en la
categoría, perdía, entonces hasta fumaría gratis la mitad de la
semana.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Llegaron a la calle
Real, en realidad calle O´Daly, sobre las cinco y media y allí
empezó el “divertimento” calle Real arriba, hasta la avenida del
Puente y calle Real abajo, mirando y sonriendo a las muchachas que
cogidas del brazo, y con sus mejores galas paseaban en dirección
contraria, de vez en cuando alguna sonrisa era correspondida por las
chiquillas, de unos dieciséis a dieciocho años.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">A la tercera vuelta,
Juan Ramón le sonrió a una moza, de unos diecisiete años que iba
acompañada de dos más, se habían cruzado las tres veces y ella,
esquiva y altanera miró hacia el otro lado, pero Juan Ramón detectó
unos brillos de alegría en los ojos grandes y negros de la muchacha,
de cabellos también negros y de piel morena con la clásica belleza
canaria.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Acabada aquella
vuelta, sabiendo que el Tenisca había ganado y el Mensajero perdido,
aprovechando que estaban del lado del Puente, se fueron a una tasca a
tomarse unos vinos para celebrarlo.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Dos domingos
después, los tres amigos lograron acercarse y hablar con las tres
jovencitas entre las que se encontraba Bertilda, Berty para los
amigos, la morena de ojos negros que había hecho soñar a Juan Ramón
durante quince días.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En aquellos tiempos,
en La Palma, no se podía hablar a solas con una mujer y menos
vestido de militar, porque al primer día le iban con el alcahueteo a
sus padres, así que Bertilda y Juan Ramón para verse tenían que
aprovechar el anonimato del grupo, pero pronto tuvieron suerte,
llegaron los carnavales y durante este, la vigilancia y el cotilleo
se disipó bastante.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Tuvo Juan Ramón la
gran suerte de que la correduría de seguros en la que había
trabajado, abrió una oficina en Santa Cruz, le dijeron si quería,
podía hacer unas horas allí.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Después de
comentarlo con su sargento, le concedieron un pase pernocta, por lo
que quedaba libre de estar en el cuartel si no tenía servicio. El
propio sargento le consiguió una casa en la que le alquilaban una
habitación.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Pronto entre él y
ella se despertó el amor y Berty habló con una tía, hermana de su
madre, que tenía pocos años más que ella, para que intercediese
ante su hermana, la madre de Berty y dejase que saliesen los dos
enamorados con la compañía de Dolores de carabina.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Entre el Ejército,
el trabajo, las fiesta y Berty a Juan Ramón se le pasó, la mili
volando, seguía enamorado, la madre de ella fue cómplice junto con
su hermana de las relaciones de los chicos, el padre algo había
oído, pero como eso eran cosas de mujeres.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Estaba pronto a
acabar la mili cuando en la correduría de seguros le ofrecieron
trabajo fijo, no era gran cosa pero si estaba bien para empezar.
Además había ahorrado algo de dinero y hablaba con Bertilde de
matrimonio.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cuando la madre de
la niña habló con su marido porque Juan Ramón quería hablar con
él, éste dijo rotundo:
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡No! La niña no se
casa con un soldado y empleadillo de nada, si la niña quiere
casarse, ya le buscaré yo un novio, Matías, mi amigo me ha
preguntado si dejaría a su hijo, el abogado, a hablar con ella en
serio y yo le he dicho que sí.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cuando Bertilde se
enteró, lloró amargamente y en cuanto vio a Juan Ramón se lo
contó.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Así que decidieron
pasar al ataque, ellos habían pasado un noviazgo de lo más puro,
además de la carabina que no los dejaba ni a sol ni a sombra, porque
querían llegar puros al matrimonio.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Decidieron la
táctica de escaparse juntos, era costumbre entre los jóvenes de la
isla escaparse por el barranco de las Maderas y aparecer al día
siguiente en la Basílica de Nuestra Señora de las Nieves, Patrona
de la isla y a tres kilómetros.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Dicho y hecho, nada
más acabar la mili, el primer viernes salieron cada uno por su lado
con la coartada ella de que iba de paseo con unas amigas y él a ver
a un cliente para un seguro.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Habían quedado al
oscurecer detrás del barco de la Virgen. Juan Ramón había
preparado unos bocadillos y una pequeña manta de viaje.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cuando se
encontraron subieron barranco arriba hasta unas cuevas que él sabía,
allí pasaron la noche, al amanecer se levantaron y emprendieron el
camino hasta Las Nieves.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cuando la madre de
Berty dio la voz de alarma, todo el mundo se puso a investigar,
encontraron una nota de la niña que explicaba que se fugaba con Juan
Ramón porque lo quería y nada ni nadie podrían contra ese amor.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">A la mañana
siguiente, en cuanto amaneció, todos se pusieron en marcha hacia la
Basílica, el padre quería llevarse una escopeta de cartuchos pero
su mujer le dijo que si la llevaba, ella también le abandonaría.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En las Nieves, por
la parte de atrás de la iglesia hay una especie de aparcamiento
entre el cementerio y una puerta y una pared de una finca particular,
por el otro lado hay una especie de
mirador en el que se ve un kilómetro de la carretera y trescientos
metros del barranco. Allí se parapetaron todos los familiares
excepto el padre que fue a hablar con D. Antonio, párroco de la
Iglesia, quedó con él que después de lo que había pasado los
casaría allí mismo.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">D. Antonio protestó
porque las cosas había que hacerlas con papeles y el consentimiento
de los novios.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Bueno, bueno, eso ya
lo arreglaremos, y el consentimiento lo darían porque para eso se
habían escapado, dijo D. José con voz de ordeno y mando.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡¡ Ya vienen!! .
¡¡ Ya vienen!! . Gritó Juanito, el hermano pequeño de Bertilde
mientras corría hacia la plaza donde estaban su padre y el cura.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El sacerdote corrió
para la iglesia, D. José fue a donde estaban todos a dar las órdenes
oportunas y en grupo llegó hasta la cuesta que llegaba a la plaza de
delante de la fachada principal de la iglesia. </p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En medio hay una
fuente, a donde se dirigieron los furtivos para lavarse la cara y
beber agua, empujados por el padre y protegidos por la madre que
quería que todo terminase.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Pasaron a la iglesia
y allí estaba el padre de Bertilde en el primer banco de pie.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Junto al altar el
cura y a su lado Pedrito, el monaguillo. Se acercaron al altar y se
pusieron de rodillas en unos reclinatorios que para tal fin habían
colocado allí.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Dijo D. Antonio: Nos
hemos reunido aquí para ser testigos del sagrado matrimonio que van
a contraer ahora Juan Ramón y Bertilda, teniendo posteriormente que
regularizar los papeles para que sea legal este matrimonio y antes de
nada, tengo que preguntar:</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> ¿Hay alguien que
sepa de algún impedimento que haga que este sacramento no se pueda
celebrar?
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En ese mismo momento
la madre de Berty le dijo a su marido. Me ha dicho la niña que no ha
pasado nada porque quieren llegar puros al matrimonio.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En ese preciso
instante D. Antonio guardó el silencio de precepto por si alguien
decía algún impedimento. Y en medio del silencio se oyó a D. José
que le contestaba a su esposa:</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">“Me importa un
bledo si ha pasado o no ha pasado nada, es por el ¡Honor de la
familia!”.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Una semana después,
arreglados los papeles, Bertilde y Juan Ramón marcharon de viaje de
novios a Fuerteventura a conocer a la familia del esposo.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>FIN</b></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-16451188784747711632023-12-28T09:38:00.000+01:002023-12-28T09:38:19.511+01:00LA TANGANA<p> </p><p align="center" style="margin-bottom: 0.35cm;">
<b>LA TANGANA</b></p><p align="center" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p>
<p align="center" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>Pedro Fuentes</b></p>
<p align="center" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Temporada 1983/84, Tercera División
Nacional de Fútbol, Grupo XII. El partido más violento de la Liga
española lo disputaron la S.D. Tenisca y la U.D. Mensajero, los dos
de La Palma y máximos rivales desde 1.922.
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Pero antes de llegar a aquel
partido, el día 3 de Octubre de 1.983, vamos a analizar qué sucedió
y por qué se llegó a aquella situación.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">La Sociedad Deportiva Tenisca se
fundó en 1922 y me remito a las crónicas que dicen:</p><p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
“<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">La
fundación del club se gestó en las escalinatas de la Plaza de San
Francisco, en Santa Cruz de la Palma, cuando un grupo de jóvenes
decidieron crear el </span><span lang="es-ES"><b>Tenisca Club
Balompié</b></span><span lang="es-ES">. Sus nombres eran: Antonio
Pérez Castro, Juan Antonio Hernández Toledo, Blas Pérez Casañas,
Luis Rodríguez Hernández, Félix Pérez Casañas, Sergio Arrocha
Martín, Celestino Hernández Acosta, Nicolás Cabezola Perera, José
Arrocha Rodríguez y Domingo Calero Labesse.</span></span></span></p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Se
eligió la denominación de </span><span lang="es-ES"><i>Tenisca</i></span><span lang="es-ES">
para el nuevo club por ser el nombre de una princesa benahoarita; el
nombre fue planteado por Luis Rodríguez Hernández.”</span></span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Al poco tiempo de su nacimiento, ya
hubo sus más y sus menos, a consecuencia de los cuales, un grupo se
separó y los escindidos crearon el Mensajero.</p><p style="margin-bottom: 0.35cm;">Las rencillas y piques entre ellos,
existieron durante toda la vida, pocas parejas llegaron al matrimonio
siendo cada uno socio de un club diferente, era la versión moderna
de “Montescos y Capuletos”.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Se cuenta que el primer partido que
jugaron el Tenisca <i><b>contra</b></i> el Mensajero y recalco el
contra, fue el 13 de Julio de 1924 quedando empatados a 0.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"> El Mensajero planteó un partido a
lo “supercadenaccio”, los once jugadores se metieron debajo de
los palos de la portería y no hubo forma de que pudiesen marcar los
del Tenisca, la verdad es que no he podido conocer a nadie que me
explicase qué hizo el árbitro, qué los jugadores del Tenisca y qué
el público, pero creo que con esos ánimos pudo armarse la “gorda”.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Un mes más tarde jugaron de nuevo y
el resultado fue de 6-1 a favor del Tenisca.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Las crónicas comentan que entre
1926 y 1930 no se disputaron partidos de futbol en Santa Cruz, todo
ello debido a: (copio textualmente de Wiquipedia)</p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
“<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">A
partir de 1926, y casi hasta 1930, se jugará poco al fútbol en
Santa Cruz de La Palma. </span></span></span>
</p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">La
causa parece haber sido la frecuente dureza con que se empleaban los
jugadores y que ocasionó más de una grave lesión, amén de grandes
polémicas populares en contra del fútbol.”</span></span></span></p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Temporada
tras temporada, cuando coincidían en la misma categoría, los
partidos entre Tenisca y Mensajero eran de alto riesgo.</span></span></span></p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Yo
había ido alguna vez con mi padre y algún hermano al viejo campo
del Bajamar, creo que en mi vida vi un par de veces un
Tenisca-Mensajero y la verdad no recuerdo la violencia que aquellos
partidos generaban.</span></span></span></p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">No
era muy seguidor del futbol en general y ni de aquel en particular,
de aquellos partidos recuerdo vagamente dos cosas, una que me pasaba
el partido esperando saliese el balón por el lado de la carretera,
porque eso era caer al mar, siempre había allí chicos dispuestos a
ganar algún duro por tirarse a recogerlo, la otra era una especie de
magdalenas con pasas, no recuerdo como se llamaban, que mi padre me
compraba. </span></span></span>
</p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Por
cierto, si alguna vez mi padre me reñía me vengaba diciéndole que
me hacía del Mensajero, lo peor que le podía decir a mi padre. </span></span></span>
</p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">El
era del Tenisca. </span></span></span>
</p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Cuando
perdía llegaba a casa enfermo.</span></span></span></p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Todo
ello hacía que se fuese caldeando cada vez más el ambiente para los
partidos de máxima rivalidad, no ibas a comprar a una tienda por su
mayor calidad, ibas por si era del Mensajero o del Tenisca. </span></span></span>
</p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Cuando
los críos jugaban al futbol, yo jugaba, de crío, en la plaza de
Santo Domingo, no jugaban al futbol, se jugaba al
“Mensajero-Tenisca”.</span></span></span></p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Cuando
ganaba uno de los dos, en su local social había baile, en el otro
apagaban las luces y se dedicaban a mirar por detrás de las
cortinas, no sé qué pasaba, pero no me extrañaría que llorasen
amargamente. </span></span></span>
</p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">Después
de aquellas refriegas en el campo de futbol, en las casas de los
perdedores aquella noche no se cenaba o se cenaba a escondidas del o
la forofo. Digo “del o la” porque había también muchas
seguidoras de ambos equipos. Según he averiguado, el partido de 1983
condujo a varias parejas a la separación. </span></span></span>
</p>
<p lang="es-ES-u-co-trad" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0.49cm; margin-top: 0.49cm;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">A
continuación copio íntegramente la crónica del partido publicada
en el diario “El País” de 7 de Octubre de 1.983.</span></span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">“<i><b>El partido
Mensajero-Tenisca, de la Tercera División canaria, disputado el
pasado domingo, fue considerado por miembros del Comité de
Competición como uno de los encuentros más violentos disputados
hasta ahora en el fútbol español. Un total de 48 encuentros de
suspensión merecieron sus incidentes. El partido de estos dos
equipos, que pertenecen a la misma ciudad, Santa Cruz de La Palma de
unos 15.000 habitantes, estuvo rodeado de. Circunstancias muy
especiales. El árbitro del partido, Gilberto Casañas, de Santa Cruz
de Tenerife, aseguró que cada una de las peñas con que cuentan los
equipos se jugaron dos millones de pesetas en una apuesta. El
colegiado contó que los aficionados de la peña del Mensajero dieron
también de ventaja el empate a sus contrincantes. También indicó
el árbitro que se filmó el partido en un vídeo por un fotógrafo
profesional, que después puso a la venta y que se proyectó al día
siguiente en algunos bares de la ciudad. En esa proyección se
repitieron los incidentes entre los partidarios de uno y otro equipo.
Comentó, además, tener noticias de que algunos matrimonios no se
hablan durante algún tiempo al dividirse sus simpatías por uno y
otro equipo. Gilberto Casañas recordó que el partido de vuelta se
disputará el día de los carnavales y "puede ser sonado".</b></i></p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"><i><b>Gilberto Casañas, árbitro
tinerfeño de Tercera División, categoría en la que es veterano por
las temporadas que lleva en ella, manifestó: "el follón empezó
desde el primer minuto del partido, en el que se pudo comprobar la
rivalidad de dos equipos de la misma ciudad que hacía dos años que
no se enfrentaban al no pertenecer a la misma categoría. Me
aseguraron que el Mensajero se reforzó de tal forma que se gastó
unos 50 millones de pesetas en nuevos fichajes. En la ciudad se habla
de que el entrenador del Mensajero, Moncho Lamelo, percibe unos cinco
millones de pesetas por temporada. Los aficionados de uno y otro
equipo están todo el año pensando en este partido. Tenía que haber
expulsado a casi todos los jugadores de los dos equipos, pero no lo
hice porque entonces yo y mis jueces de línea no hubiéramos salido
vivos del campo; hubieran quedado en el terreno de juego sólo tres
jugadores, los dos porteros y un defensa del Tenisca, que no se
merecieron la expulsión. Expulsé a dos jugadores, uno de cada
equipo, porque no tuve otro remedio, porque se agredieron".</b></i></p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"><i><b>El partido, cuyo resultado
final fue de empate a un gol, concluyó con el tiempo reglamentario,
aunque durante el encuentro se produjeron incidentes entre jugadores
y el público intentó en más de una ocasión saltar al terreno de
juego. El partido fue interrumpido en dos ocasiones, por espacio de
cinco y diez minutos, porque el jugador del Mensajero, Márquez
Fernández, se negó en principio a salir del terreno de juego
después de que fuera expulsado y provocara la animosidad del
público.</b></i></p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"><i><b>Los incidentes más graves se
produjeron al finalizar el partido. El público invadió el terreno
de juego con la intención de agredir al árbitro. El colegiado no
recibió más que puñetazos y patadas, gracias a la intervención de
la Policía Nacional. Fue en esos momentos cuando los jugadores y
dirigentes sancionados también participaron en los incidentes. Los
jugadores y dirigentes han sido castigados con un total de 48
partidos de suspensión y a un directivo se le ha suspendido con seis
meses de inhabilitación. Las sanciones se deben a insultos graves y
reiterados, en unos casos, y pegar al árbitro y a sus jueces de
línea, en otros. .</b></i></p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"><i><b>El árbitro del partido
abandonó el campo en un furgón de la Policía Nacional. "Me
dirigí a la comisaría, donde permanecí hasta las dos de la
madrugada, hora en que pude trasladarme a la casa de un amigo, donde
me escondí para pernoctar. No podía viajar en avión a Tenerife
hasta la mañana siguiente", contó Gilberto Casañas. "A
la mañana siguiente" añadió el árbitro, "fui trasladado
en un coche de la Policía al aeropuerto, donde me fueron a buscar un
grupo de aficionados. La Policía me llevó entonces a la comisaria
del aeropuerto y no me dejó hasta que subí al avión que me llevó
a Tenerife".”</b></i></p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Después de todo lo comentado, me
río de los “derbis” famosos del futbol, léase Real
Madrid-Atlético de Madrid, Betis-Sevilla, Barcelona-Español, aunque
creo que entre la política, la crispación, la mala educación y
muchos periodistas que por vender abusan del enfrentamiento de los
seguidores, se está convirtiendo el fútbol en opio para el pueblo y
algún día nos arrepentiremos.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">No me gusta el futbol por todo lo
que conlleva, la última vez que fui a un campo, eran críos de
categoría infantil y oí, yo, sin que nadie me lo contara, y no fue
en La Palma, cómo un padre le gritaba a su hijo:</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;"> “Dale una patada y rómpele la
pierna.”
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Y a otro:
</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">“Arbitro, hijo de p……, c……….”</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Sigo amando a mi tierra, La Palma, y
espero que por este relato no me vayan a declarar “Persona nom
grata”</p>
<p align="center" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>FIN</b></p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">NOTA.-Para este relato, y para mayor
veracidad, he tenido que recurrir a varias fuentes a las que quedo
agradecido, como:</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Wiquipedia.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Diario El País.</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Blogg del Sociedad Deportiva Tenisca
y Unión Deportiva Mansajero</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">Blogg del Unión Deportiva Mansajero
y Sociedad Deportiva Tenisca</p>
<p style="margin-bottom: 0.35cm;">O al revés para que nadie se
enfade.
</p>
<p align="center" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<br />
pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-88916855519597025692023-12-20T20:38:00.000+01:002023-12-20T20:38:17.588+01:00EL NAUFRAGO DE SAN BORONDON (Capítulo IV)<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><br /><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>EL NAUFRAGO DE SAN BORONDON<span> </span> <br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro Fuentes <br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Capítulo
IV</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> El doctor D.
Benigno, le dijo al náufrago que le llamaría Diego a partir de
entonces, se lo llevó a su casa y lo puso a su servicio, según lo
hablado con Diego, D. Benigno llegó a la conclusión de que tendría
unos setenta y dos años, una vez cortado el pelo y las barbas, y
curadas las llagas del sol, parecía otra persona, además, estaba
delgado y musculoso, por lo que parecía más joven.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cada tarde, cuando
el doctor dejaba de trabajar se reunía con Diego y éste le
explicaba cómo era su vida en San Borondón.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El doctor, que
siempre dijo que San Borondón era un espejismo, empezó a creer en
el mito, incluso empezó a tomar notas y publicó algunos relatos
basados en las vivencias de Diego.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Una tarde, D.
Benigno le preguntó: ¿Cómo hiciste la canoa en la que viniste y
que tenemos guardada en el cobertizo?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No la hice, la
encontré en una cueva, al lado de la que caí, era más grande y
accesible, estaba tapada con hojas de unos helechos gigantes que
había en la isla, el cuero de que está hecha, no es de cabra, es de
vaca y por allí no hay, además, está forrada con brea, que tampoco
hay por allí.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Al lado de donde
estaba había como un altar con una cruz en medio, parecía un altar
y había unas inscripciones en un idioma que yo no conocía. Las
maderas parecían tener cientos de años, pero allí, en esa cueva
parecía que todo se conservaba bien, incluso encontré unos frutos
que me hicieron sospechar que había alguien más en la isla y que me
hizo estar un tiempo escondido vigilando la cueva.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Don Benigno se fue a
la biblioteca y rebuscó por todos lados hasta encontrar un libro con
grabados de la leyenda de San Brandán, luego encontró unas
escrituras y signos celtas, se lo enseñó todo a Diego y éste
reconoció parte como los grabados del altar, eran celtas y latín.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El doctor ya no tuvo
dudas, alguien había estado en la isla mucho antes y todo hacía
parecer que la leyenda de San Brandán que daba nombre a la isla, por
lo menos era auténtica.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Otro día, le
preguntó si había explorado más cuevas y Diego le contó:</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Al costado de donde
estaba el altar, había una cueva cuya entrada era muy estrecha, yo,
notando que por allí entraba mucho aire y que se veía luz, ayudado
por palos y piedras, ensanché la entrada, una vez pasada ésta, se
fue agrandando y llegó a una gran nave, en el fondo había un
pequeño lago, era agua salada, Me tiré a nadar en él y vi unas
piedra blancas, no pudo coger ninguna porque parecían sujetas al
fondo, por la marca en las orillas del lago, me di cuenta de que allí
dentro también había fuertes mareas, por lo cual sospeché que
estaba comunicado con el mar abierto.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No tuve más que
esperar a que bajase la marea, cuando ocurrió vi las piedra al
completo, eran blancas y brillantes, muy pulidas, la mayoría eran
columnas, había a cientos, eran como una iglesia pero rodeadas de
gradas, también de aquel material blanco brillante.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Don Benigno buscó
otros libros y le enseñó a Diego un grabado de la Grecia clásica.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Si, así era todo,
dijo Diego.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El doctor dio un
respingo de alegría, había descubierto la existencia de la
Atlántida.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>FIN</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p> </p><p> </p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-88729445433581731122023-12-14T09:25:00.000+01:002023-12-14T09:25:50.266+01:00EL NAUFRAGO DE SAN BORONDON (Capítulo III)<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>EL NAUFRAGO DE SAN BORONDON</b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro Fuentes <br /></b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Capítulo
III</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Durante el camino
por la carretera serpenteante pero bien arreglada, gracias a los
buenos años de la exportación de plátanos y tomates, que une a
Tazacorte con Los Llanos, el anciano, no dejaba de balbucear palabras
de las que solamente se entendía Borondón y Cruz del Sur.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Pronto llegaron al
pequeño hospital que estaba atendido por monjas y recién terminado
de construir.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Bajaron al náufrago
y lo alojaron en una habitación pequeña e individual, ya que el
doctor quería que no se le molestase para nada hasta que recobrase
perfectamente la conciencia.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Pidió que lo
lavaran y limpiasen las llagas de las quemaduras del sol. Después le
dieron una cena suave y lo dejaron dormir hasta la mañana siguiente.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Al día siguiente,
cuando despertó, ya entrada la mañana le avisaron que el hombre
había despertado.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El doctor llegó a
la habitación y acercó una silla a la cama, el anciano quería
levantarse, pero el médico le tranquilizó y le explicó que tendría
que ser poco a poco para no marearse y le pidió que le respondiese a
algunas preguntas, si las sabía.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Sabes como te
llamas? Le preguntó.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Todos en los barcos
me llaman “Chino cocinero”</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿De dónde eres?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No lo sé, vivía en
una isla, creo que se llamaba Terfe o algo así.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Tenerife?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Si, creo que sí,
era cocinero, un día huí de mi casa ya que allí no recibía sino
golpes y patadas.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Me enrolé en un
barco de grumete.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En uno de los barcos
que estuve, un marinero se quiso aprovechar de mí, lo empujé
cuando íbamos de Cádiz a Tenerife y cayó al mar, desapareció.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El capitán me iba a
entregar a las autoridades.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Antes de entrar en
el puerto me tiré por la borda y llegué nadando.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Me escondí unos
días y cuando vi el Cruz del Sur pedí enrolarme.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> Al saber que era
cocinero, el capitán, el señor Mendes, un portugués amable me
dijo que sí.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No sabía hacia
donde zarpábamos, luego supe que el barco lo había fletado un
inglés que quería estudiar las plantas, el primer destino era La
Palma para coger provisiones y agua. Después salimos rumbo a lo
desconocido, cuando supe que íbamos a buscar una isla que nadie
había visto y que los marineros creían que era maldita, me
arrepentí, hubiese sido mejor la cárcel, pero ya no había remedio.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Estas cansado?
¿Quieres que descansemos?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No, ahora parece que
me acuerdo de cosas.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Nos sorprendió una
gran tormenta, pensamos que moriríamos todos, pero cuando peor
estaba la cosa alguien gritó: ¡¡¡Tierra a babor!!! El capitán
mandó virar y nos dirigimos a una bahía donde quedamos protegidos.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> El barco tenía
grandes desperfectos y aquel lugar desconocido nos venía bien.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Pasamos la noche
allí, llovía torrencialmente, la mar había bajado, además, en
aquella rada quedamos protegidos del mar y del viento que nos
azotaba por estribor. Las cámaras, sobre todo la del científico y
la del capitán estaban medio inundadas.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">A la mañana
siguiente el temporal había amainado pero seguía lloviendo, eran
unas gotas finas pero persistentes.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Mr. Harvey pidió
permiso al capitán para bajar a tierra, preparamos un chinchorro y
bajamos cuatro hombres, un marinero de La Palma, el Sr. Inglés,
Simón, su ayudante y traductor y yo, recibimos del capitán la orden
de no alejarnos de la costa y estar siempre a vista de los que
quedaban en el barco, el capitán y dos marineros más que estaban
evaluando los daños del barco.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"> Nosotros íbamos
armados con un fusil y dos pistolas, yo no llevaba armas.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Mr. Harvey tomaba
notas de todo lo que veía, a mí, en mi ignorancia, la vegetación
me recordaba a la de Cabo Verde y Canarias, dos sitios que conocía,
los helechos eran mucho más grandes y los árboles más gruesos y
altos, pero eran diferentes a los que yo conocía.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">La tierra era como
la de Canarias, negra y las rocas eran de volcán.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Vimos cuevas y
algunos animales raros y unas cabras, pero no tenían cuernos, nos
extrañó que no asustarse de nosotros, por lo que D. Simón, que
hablaba español nos dijo que el científico afirmaba que era porque
no conocían humanos, por lo que nos quedamos tranquilos de que no
hubiese salvajes.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Yo me dediqué a
recolectar unos frutos que no conocía pero que vi que las cabras los
comían, eran dulces si estaban maduros y muy amargos verdes, parecía
guayabas, también encontré un fruto verde, como si fuese una mano
medio cerrada y con unos pinchos blandos, crecía en una especie de
enredadera, corté uno por la mitad y parecía como patatas o
boniatos pero más blandos, a una de las cabras, que parecía más
amigable y que me seguía le di a comer y lo hizo, con lo cual cogí
como unas veinte.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cuando llegamos al
barco el inglés estaba alteradísimo, le preguntó al capitán si
sabía dónde estábamos, le contestó que no, que con la tormenta
había perdido en control del rumbo y las marcaciones, por lo que
habría que esperar a que aclarase y a la vuelta para saberlo.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Mientras
arreglábamos el barco, del que se había roto el mástil entre otras
cosas, montamos en tierra unas tiendas de campaña y allí se
quedaron los ingleses y dos de nosotros que nos turnábamos con el
arreglo del barco y acompañar las incursiones que hacían el
científico y D. Simón. Yo aprovechaba el tiempo libre para
recolectar frutos y “patatas de aire” que resultaron muy
apetitosas para acompañar las comidas y hacer puré, además logré
ordeñar algunas cabras que cada vez eran más confiadas y también
pescar. Un día matamos una especie de lagartos pero bastante grandes
y la carne resultó apetitosa.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Un día que estaba
solo me fui a buscar alimentos un poco más lejos de lo habitual, por
unos acantilados, resbalé y caí, tuve la gran suerte de ir a parar
encima de unos matorrales, pero perdí el conocimiento.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cuando desperté no
se cuanto tiempo había pasado, me levanté, no parecía tener nada
roto salvo un chichón en la frente.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Fui hacia la rada,
el barco no estaba, me pareció verlo desaparecer por el horizonte a
contraluz del sol que aparecía, por lo que deduje que debí pasar
allí por lo menos un día y una noche.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Sabes dónde
estabas? Preguntó el doctor.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No, ellos nombraban
a San Borondón, pero no lo sabían de cierto, lo que sí sé es que
por allí no pasaban barcos, en todo el tiempo que allí estuve,
nunca vi ninguno.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Qué hiciste?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Pasé varios días
llorando y aterrorizado, luego pensé que peor era si me hubiese
matado, así que me puse a arreglarme la vida, comida no me faltaba,
dónde guarecerme del mal tiempo tampoco, no parecía hacer frío
allí, sabía que era una isla porque la bordeamos toda, había mucha
agua dulce. En un gran árbol al lado de donde elegí para hacerme
una choza, pelé una gran superficie de corteza y empecé a marcar
una raya por cada día que llevaba allí.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Te apetece que
paseemos un rato? Dijo el doctor.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Salieron al jardín
y pasearon un rato, hasta que los avisaron para comer.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El hombre parecía
recuperarse por momentos, mientras comían miraba al doctor y le
contaba cosas de las que le ocurrieron en la isla, no se acordaba
bien de donde era.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Recordaba que sus
primeros años de vida los había vivido en La Palma, allí pasó su
infancia, una infancia humilde, con mucha hambre y sin cariño,
recordaba que su padre le pegaba, así que un día se había metido
en un barco, se escondió y cuando zarpó y ya no se veía la isla se
presentó delante del primer marinero que vio y le dijo que le
llevara al capitán que quería trabajar de grumete, tenía entonces
nos catorce años, el capitán aceptó y nombró al cocinero, que era
chino mi protector y maestro, de ahí me vino el nombre de Chino
Cocinero, ya sabe, en los barcos el cocinero, que suele ser chino
además tiene que hacer cualquier tipo de faena.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aprendí a cocinar y
ya, al siguiente barco que me enrolé, fui de cocinero, fui a Cuba
varias veces y cuando tuve el problema con el marinero al que tiré
al agua, me enrolé en el Cruz del Sur con el señor Edward Harvey.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Yo no quise hacerle
mal a aquel hombre, me quiso atacar, me aparté y lo empujé, tropezó
con unos cabos y salió por la borda, no sabía nadar y se ahogó,
como nadie lo vio me quisieron culpar, por eso huí del barco.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p> </p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-22608547781746742612023-12-07T09:55:00.000+01:002023-12-07T09:55:30.816+01:00EL NAUFRAGO DE SAN BORONDON (Capítulo II)<p> </p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>EL NAUFRAGO DE SAN BORONDON</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro
Fuent</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><br /><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Capítulo
II</b></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cuando llegaron a
Tazacorte un grupo de personas le estaban esperando, primero porque
era mucho más tarde de lo habitual, y segundo porque alguien había
observado que llevaba algo remolcado y los curiosos, que no sabían
qué podía ser se acercaron a la playa donde varaban las
embarcaciones.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Antes de llegar,
antes de nada, Norberto se puso de pie y gritó: ¡Avisen a doña
Concepción!
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¡Traigo un náufrago
medio muerto!
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Esta Sra. era medio
enfermera, ayudaba en los partos y si había alguna urgencia, lo
atendía mientras llegaba el médico, Don Benigno que vivía y
trabajaba en los Llanos y no bajaba si no era algo grave.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cuando vararon, lo
primero que hizo Norberto fue dar dos cajas con los bonitos pescados
a sus dos hijos mayores para que se los llevasen a D. Elías, que
estaría preocupado por si le pasaba algo a su embarcación.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Doña Concepción
llegó rápidamente, hizo que bajaran al náufrago y lo pusiesen en
el suelo, encima de unas mantas que a tal fin había colocado, luego
lo tapó con otra y le dio agua a beber mientras le decía:</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Bebe a sorbitos,
despacito, despacito, primero mójate la boca y los labios antes de
tragar. ¿Te duele algo?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Le tomó el pulso y
lo encontró débil, pero estable, le fue poniendo un paño húmedo
por la cara y el hombre empezó a abrir los ojos.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Dónde estoy?
¿Quiénes son ustedes?, ¿Dónde me han encontrado?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Tranquilo, te ha
encontrado Norberto, un pescador de aquí, estabas a la deriva en
este extraño bote. ¿De donde vienes?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No lo sé, yo vivía
solo en la isla, me dejaron allí hace mucho tiempo, había un barco,
La Cruz del Sur, una goleta, pero hace mucho tiempo, se marcharon y
me dejaron solo, a medida que contaba esto, empezó a llorar y a
temblar.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Tienes frío?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No, tengo miedo, no
me dejen, no me dejen solo otra vez.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Al momento llegó el
doctor, Don Benigno se acercó y con la mirada inquirió a Doña
Concepción, ésta miró al doctor y le dijo:</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No sé, doctor, se
lo ha encontrado Norberto en alta mar, estaba medio muerto en este
chinchorro tan raro, lo recogió y lo ha traído remolcado, dice que
estaba en una isla, donde lo habían dejado, ha nombrado una goleta,
La Cruz del Sur.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No puede ser, dijo
el doctor, La Cruz del Sur fue una goleta fletada por Mr Edward
Harvey hace medio siglo por lo menos para ir a la isla de San
Borondón, El barco regresó a Tenerife.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El capitán creo que
se llamaba Mendes y era medio portugués, de Madeira, Contó que
había dejado a Mr Harvey y a su ayudante y traductor Simón a bordo
de un vapor con el que se cruzaron y que se dirigía a Funchal,
luego, después de arreglar el barco, que tuvo problemas con un
temporal, cuando llegaron a Cádiz marchó para Inglaterra con un
cargamento de fruta y desapareció en la travesía, hubo un tremendo
temporal y al parecer naufragó, había varios palmeros en la
tripulación, todos murieron, pero uno, el cocinero, un agricultor
también palmero, de Santa Cruz se quedó perdido en San Borondón.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En la estancia allí
se adentró en la isla y ya nadie lo vio más.
</p>
Al ver D. Benigno
que el náufrago mejoraba lentamente, decidió que lo subieran a su
coche y se lo llevó a Los Llanos, al pequeño hospital que allí
había e internarlo por lo menos hasta que se recuperase del
aturdimiento y a la vez poder hablar con él puesto que por lo que
decía, había estado en S. Borondónpedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-61856456934630997362023-11-30T08:47:00.000+01:002023-11-30T08:47:04.697+01:00EL NAUFRAGO DE SAN BORONDON (Capítulo I)<p> </p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>EL NAUFRAGO DE SAN BORONDON</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Pedro
Fuentes</b></p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p>
<p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b>Capítulo
I</b></p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><b> </b></p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">1.915 fue un año de
mucho hambre en Canarias, sobre todo en las islas periféricas.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Nuestra historia se
desarrolla en La Palma y comienza en Tazacorte.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Tazacorte dos años
antes, era una zona estratégica para la producción de plátanos y
tomates, la Fyffes Límited de Irlanda había adquirido terrenos y
había llegado al acuerdo con una distribuidora, Hudson que tenía
conexiones en Canarias y transportaban los productos de Tazacorte,
pero la primera guerra mundial abrió un paréntesis de grandes
proporciones en Canarias, produciendo en Tazacorte un lamentable
estado de hambre y miseria.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">En estas
circunstancias se desarrolla nuestra historia.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Norberto, un
pescador de Tazacorte, que cada día salía a pescar con la barca de
D. Elías, un rico pescadero que poseía tres pequeñas
embarcaciones, una de ellas la de Norberto, vendía el pescado que
cogían y les daba a los pescadores una pequeña parte para que a
duras penas sobreviviesen.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Aquel día salió
rumbo al suroeste, donde le comentaron que se habían visto bonitos,
además, en aquel tiempo las corrientes predominantes venían de allí
y así, luego, a la tarde, a la hora de volver no se haría tan
pesado y cansado el remar.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Eran ya las cuatro y
empezaba a volver, el día no se había dado mal, llevaba una docena
de bonitos, al poner proa a Tazacorte, ahora que el sol ya empezaba a
declinar vio a semi contraluz algo raro a como una milla por el
oeste, en principio le pareció un calderón llamado también
ballena piloto, luego, al ver que estaba estático pensó que estaría
muerto y decidió acercarse por si se podía aprovechar.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Puso proa hacia el
objeto y ya llevaba media milla cuando se fue dando cuenta de que era
algo parecido a una embarcación muy rara, además, por su costado de
babor parecía haber una tela o trapo.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Cuando llegó vio
que la embarcación era como de cuero impregnado de alquitrán, no
había visto nada igual.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Miró dentro y
estaba llena de hojas de helechos mayores de lo que vio nunca,
algunas frutas estaban medio cubiertas por las hojas, pero éstas de
pronto se movieron y no era el viento, vio aparecer un brazo velludo
con una mano grande, fuerte y llena de callos.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Después del susto,
con uno de los remos hurgó dentro, el susto fue grande, pero también
para el hombre que medio muerto allí estaba.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">El hombre era muy
mayor, pero no tanto como aparentaba, llevaba unas grandes barbas y
vestía con unas pieles que parecían de cabra y calzaba una especie
de mocasines también de cabra, olía a demonios y su cara estaba
llena de ampollas del las quemaduras del sol.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Sacó Norberto un
pellejo en el que llevaba agua y le dio a beber, el hombre sorbió el
agua despacio, como si quisiese que le durase lo más posible.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">¿Quién eres? ¿De
donde vienes?</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Solamente entendió:
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Borondón, San
Borondón. La Cruz del sur.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">No entendió qué
quería decir, San Borondón era un barrio de Tazacorte y una isla de
la que hablaba la gente, “la no encontrada” o algo así.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Norberto decidió,
por prudencia y miedo tirar un cabo y remolcar la especie de
chinchorro con el hombre dentro rumbo a Tazacorte.
</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">Así, al remar
mirando a popa, siempre lo vería si se movía y podría cortar el
cabo si notaba algo sospechoso.</p>
<p style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><br />
</p><p align="center" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-84386818785647295462023-11-23T09:01:00.000+01:002023-11-23T09:01:45.138+01:00EL TIOVIVO<p> </p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;">
<span style="font-size: small;"><b> </b></span></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="font-size: small;"><b> </b></span></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="font-size: small;"><b>EL TIOVIVO</b></span></p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;">
<br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;">
<span style="font-size: small;"><b>Pedro Fuentes</b></span></p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;">
<br />
<br />
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Esta
historia ocurrió allá por mediados de los 50, en un pueblo de unos
1.800 habitantes y que en aquellos tiempos vivía mayoritariamente de
la agricultura. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Se
encontraba situado a unos 18 km de una capital de provincias pequeña,
omito el nombre para que no sirva de escarnio entre las poblaciones
cercanas. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">El
protagonista de este relato, se llama Anselmo, hijo de un agricultor,
sus ideas no eran seguir viviendo toda su existencia de un trabajo
tan duro y sacrificado, por lo cual por su mente discurrían ideas
para montar algún negocio.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Ocurrió
que siendo las fiestas de la capital de la provincia, fue allí para
divertirse. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Dando
vueltas por la feria, se paró delante de un tiovivo no muy grande,
con sus caballitos que giraban y subían y bajaban al compás de una
música llamativa y monótona pero alegre.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Anselmo
vio que subían muchas personas, padres con niños, parejas y algún
grupo de chicos y chicas. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Casi
cada vez el lleno era absoluto, miró el precio, lo multiplicó por
las personas que subían, vio que muchos repetían, calculó lo que
podían gastar de luz, en fin, preguntó, se informó del fabricante
e incluso supo de alguno que se vendía de segunda mano. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Como
tenía algunos ahorros pensó que con una financiación, al fin y al
cabo, tenía tierras para poder ofrecer garantías, lo consultó con
su padre, a éste no le supo muy bien, pero, Anselmo era su único
hijo, él ya era mayor y pensó que mejor eso a que cansado del
trabajo de agricultor, se marchase, además, si salía mal, quizás
el dinero perdido le haría afianzarse más en el trabajo de la
tierra.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Anselmo
tenía hasta el sitio perfecto, casi al lado de la plaza Mayor, su
abuelo les había dejado una casa ruinosa y que tenía el solar lo
suficientemente grande para montar su feria particular, tiró lo que
quedaba de ruinas, acondicionó el terreno, pidió los permisos y
empezó los trámites de la compra del tiovivo, empezaría por uno de
segunda mano, que le daban garantías y luego, según cómo fuese,
quizás hasta podría ampliar el negocio.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">La
inauguración iba a ser a principios de Junio y como aquello, para el
pueblo era un acontecimiento, Anselmo invitó a todas “las fuerzas
vivas” del lugar, allí estaba el alcalde, el cabo de la guardia
civil, el cura, el médico, la maestra, la hija del farmacéutico,
ya que éste está muy mayor y su hija ya ha acabado la carrera y le
va a sustituir al mando de la farmacia.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><br />
<br />
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Eran
las cinco de la tarde de un día muy caluroso para el tiempo que
estaban, cuando todos ellos se reunieron en el solar que ya no
aparecía yermo, una valla verde de madera lo rodeaba, una parte
estaba plantada de césped y alrededor, por dentro de la valla, la
madre de Anselmo había puesto su toque femenino plantando unas
flores. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Se
había acercado al evento casi todo el pueblo, incluso algún vecino
del pueblo de al lado, más pequeño, pero que tenía una central
eléctrica que daba luz a varios pueblos del contorno y del cual
dependían para la energía.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Para
la inauguración, el alcalde, D. José diría primero unas palabras,
luego pasaría D. Francisco el cura a bendecir las instalaciones,
después todas las autoridades subirían a los caballitos y darían
unas vueltas, para finalmente el público en general podría subir
previo pago de la entrada correspondiente.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Los
caballitos tenían alrededor un toldo que bajaba y cubría todo el
tiovivo y lo protegía de las inclemencias del tiempo y que estaba
echada hasta el discurso del Sr. Alcalde, éste, dirigiéndose a la
concurrencia les habló de los años de progreso que esperaban a
todas las poblaciones de España, gracias al Caudillo que dirigía
los destinos del país. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Alabó
la actitud emprendedora que había llevado a Anselmo a ser precursor
de la industria del pueblo y había abierto la puerta del turismo en
aquella magnífica villa que él tenía el placer de dirigir. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Al
grito de Viva Franco y arriba España, Anselmo que sujetaba las
cuerdas del toldo, tiró de ellas y lo subió, dejando al
descubierto el tiovivo resplandeciente, con unas barras que brillaban
con el sol de la tarde y unos caballos de todos los colores.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">El
señor cura, un orondo personaje de unos cincuenta y cinco años de
edad, se acercó al tiovivo, le hizo señas aun monaguillo escuálido
de unos 13 años y éste le acercó la estola que se puso encima del
alba que ya llevaba, el monaguillo sujetó el acetre con su mano
izquierda y le acercó a D. Francisco el hisopo, éste lo cogió, lo
introdujo en el recipiente y sacudiéndolo sobre los caballitos dijo:
In nomine patri et fili…… cuando hubo terminado, Anselmo pidió
a los presentes que se subiesen para dar una vuelta de honor.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">D.
José, el alcalde, con buen criterio dijo a Anselmo y a los demás
invitados: </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Yo
creo que no es conveniente que subamos, delante de todo el pueblo, me
parece que seremos pasto de las risotadas del personal. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Todos
asintieron menos el monaguillo que se aferraba al cura y que estaba
viendo que iba a perderse lo mejor. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Anselmo,
hombre de negocios y de mundo, viendo que se le terminaría el acto
en un momento contestó: </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">No,
Sr Alcalde, está todo previsto, como han visto Uds. Hay un toldo
que cubre todo el artilugio, así que cuando ustedes estén en la
plataforma, yo bajaré el toldo, suben a los caballitos y cuando
hayan dado unas vueltas, cuando bajen, subiremos de nuevo el toldo y
haremos que la gente aplauda. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Bueno,
si es así, sea por el progreso, dijo el Alcalde y todos asintieron,
menos el monaguillo que quería pasar lo más desapercibido posible
no fuese a quedarse en tierra.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Todos
subieron a la plataforma, bajó el toldo y se subieron a los
caballitos, primero el alcalde, luego el sacerdote, a continuación
el cabo de la guardia civil; la farmacéutica, a quien gustaba el
médico, joven, recién llegado al pueblo, se subió delante de él
tomando pose de experta amazona, después se montó la joven maestra,
también recién llegada y en su primer año en el cargo, subió
luego el monaguillo, con los bártulos de la bendición y procurando
que no se le viese.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">A
la voz de adelante, dicha por el cabo, que ya había visto al
monaguillo y al que estuvo a punto de descabalgar pero no le dio
tiempo, el tiovivo se puso en marcha.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Había
dado el artilugio siete vueltas, cuando Anselmo oyó la débil voz
del alcalde que decía: </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">
¡Anselmo!, ¡ya vale! </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Anselmo,
presto a obedecer la orden, se acercó a la palanca del freno, quizás
por los nervios, a lo peor por una mala instalación, se quedó con
el hierro en las manos y aquello no frenó, se dirigió a donde
estaba el interruptor general y no lo encontró, eso fue porque con
las prisas del montaje y por falta de luz habían hecho un tendido
provisional y directo. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Nadie
había para dar órdenes, las personas que lo habrían podido hacer
estaban todas atrapadas en un aparato que a falta de freno, la
inercia iba acelerando. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Ya
llevaban como unas treinta vueltas cuando se oyó al cura que gritaba
“¡por Dios!, ¡que paren esto!”. A la vuelta cuarenta el
Guardia Civil gritó: </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">¡¡Paren
esto o fusilo a alguien!!.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Anselmo,
desesperado, sudando, manchado de grasa, no sabía qué hacer, a
punto del llanto oyó a su padre que le dijo:</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">
Coge el Land Rover y vete a la central y que corten la luz. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Anselmo
una vez más se tuvo que rendir a la sabiduría de su padre. Cogió
el coche y salió a lo que daba de sí. Pasaban de las cien vueltas
cuando llegó a dar la orden de corte de energía eléctrica, luego,
a la misma velocidad, bajó para poder subir la lona.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">Cuando
al fin izó el toldo, el espectáculo fue dantesco.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">
El Sr. Alcalde estaba a los pies de su caballito vomitando. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">El
cura se encontraba arrodillado sobre los talones, detrás de su
caballo, rezando y llorando. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">El
cabo se mantenía erguido sujetándose a la barra de su caballo, en
sus pantalones se notaba que sus esfínteres no le obedecían. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">El
médico, bastante desmejorado, arrodillado al lado de la
farmacéutica, que estaba tendida y desmayada, le daba aire. </span>
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">La
maestra, fiel a su magisterio, se había abrazado al caballo, estaba
medio inconsciente, pero enseñando todo su muslamen, por cierto
digno de ver.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">
El único jinete que se encontraba erguido era Ricardito el
monaguillo que se estaba echando un trago largo de agua bendita.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><span style="color: black;">El
pueblo, pese a los años pasados sigue riendo. Anselmo no ha vuelto
de Alemania ni de vacaciones, la farmacéutica se casó con el
médico, al cura lo enviaron a otro pueblo, el cabo solicitó
traslado, el alcalde se retiró de la política y vive de las rentas,
la maestra se casó con un rico terrateniente del pueblo de al lado.
Ricardito se fue a Madrid a estudiar y no se sabe gran cosa de él.
</span>
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;">
<br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;">
<span style="color: black;"><b>FIN</b></span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm; margin-left: 2cm;"><br />
<br />
</p>
pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-43309926743119722102023-11-16T08:52:00.000+01:002023-11-16T08:52:36.959+01:00DEMASIADO CERCA DEL MAS ALLA (Capítulo IV)<p> </p><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b> </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;"><b> </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;"><b> </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;"><b> </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;"><b>DEMASIADO CERCA DEL MAS ALLA</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b>Pedro Fuentes</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b>CAPITULO IV<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
A las seis y media, cuando ya
había oscurecido, llegó Antonio Fernández, fue a la tienda directamente, allí
esperaron la llamada del doctor y quedaron en verse en el hostal</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Cuando se encontraron, después de
las presentaciones, Don Julián, el médico, sacó un sobre del bolsillo de la
chaqueta y les dio a los dos: </div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
No hay nada raro, algo bajo en
hierro y vitamina C, normal en glóbulos rojos y leucocitos, pero nada
importante, parece como si estuviese totalmente extenuado, ¿Saben si
últimamente ha hecho más esfuerzos de lo normal o ha tenido una actividad
frenética, incluso en el plano sexual? ¿Es posible que consumiese drogas o
bebiese y fumase de una manera desmedida?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
No, doctor, dijo Antonio, yo soy
compañero de trabajo y a la vez amigo y es una persona bastante metódica e
incluso se cuida físicamente, hace tenis y vamos a correr dos o tres días por
semana, pero de una forma prudente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Yo le conozco menos pero no he
oído nunca nada raro de él.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Cuando llegaron a la habitación,
llamaron a la puerta, como no abría avisaron a la dueña del hostal y ésta les
abrió con otra llave.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Los cuatro, cuando se
acostumbraron a la semi oscuridad, se quedaron atónitos, en la cama no había
nadie, miraron en el cuarto de baño y tampoco estaba, Maribel, más observadora
dijo: La ropa que llevaba esta mañana y que cambió por el pijama está en la
silla, doblada tal como la dejó y el pijama no está por aquí. No parece faltar
nada del equipaje.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
No puede estar muy lejos, en
pijama y con el tranquilizante que le inyecté, además de su estado, no puede
estar muy lejos. Dijo D. Julián.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
¿Sabes, Maribel, dónde está el
coche?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Si, está en la parte de detrás
del hostal, muy cerca de la tienda, de hecho hemos pasado por allí ahora cuando
veníamos, pero no me he fijado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Bajaron a la calle y fueron hasta
el sitio indicado por Maribel, allí no estaba el coche.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
¿Dónde está la Guardia Civil?
Preguntó Antonio.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Por aquí detrás, a tres manzanas
está el cuartelillo, contestó Maribel.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
¡Vamos!</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
D. Julián dijo</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
: </div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Vayan ustedes, y<span style="text-indent: 39.7pt;">a me dirán algo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<span style="text-indent: 39.7pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Antonio y Maribel, a buen paso se
dirigieron al cuartelillo, hablaron con el sargento y éste tomó nota, luego
llamó por radio a las dos patrullas que estaban de guardia y les dio la
descripción del coche y de Domingo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Uno de los agentes contestó
enseguida</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Ese coche estaba detenido cerca
de la carretera el otro día, al amanecer, cerca de la curva de la “dama blanca”
y estaba dentro, durmiendo el sujeto que han descrito, estamos bastante cerca del
sitio</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Vayan hacia allí y vigilen los
caminos que dan a la carretera norte. Dijo el sargento.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
¿Qué es eso de la “dama blanca”?
Dijo Antonio.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Bueno, esa es una leyenda urbana,
que dice que en una curva que hay muchos accidentes se aparece una mujer con una
túnica blanca avisando del peligro. Chorradas de pueblo. Sentenció el sargento.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Muchos dicen que la han visto,
del pueblo y forasteros. Dijo Maribel ligeramente enfadada, es más, mi tío
Anselmo dice que la vio.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Si mujer, si, como la Santa
Compaña. Dijo el sargento sonriendo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
No habían pasado ni diez minutos
cuando la emisora hizo un chasquido característico y se oyó la voz del agente:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Mi sargento, estamos en el sitio,
el coche está aquí, totalmente cerrado
pero no hay nadie dentro ni por los alrededores.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
No se muevan de ahí, vamos para
allá. Dijo el sargento, dio órdenes a un agente para que se quedase en el
cuartelillo y él, otro agente de conductor y Antonio y Maribel montaron en un
todo terreno y salieron por la carretera del norte, llovía abundantemente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Cuando llegaron al lugar, no
pudieron ver nada, las posibles huellas habían sido borradas por la lluvia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Dio órdenes el sargento para que
la patrulla se quedase vigilando hasta que fuese otra a relevarles y ellos
cuatro fueron carretera arriba, hasta el siguiente pueblo, no vieron nada,
cuando llegaron eran más de las diez y no se veía un alma por la calle,
solamente había luz en un bar en la plaza Mayor, entraron, en el mostrador
estaba un hombre, el dueño, apoyada la barbilla y una cara de aburrimiento en
una mano cuyo codo y antebrazo la sujetaban apoyado en la barra, parecía
escuchar a un hombre medio borracho que sentado en la mesa más cercana, con un
vaso en la mano y que no paraba de
decir, lo que el alcohol le dejaba: </div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Te juro que la he visto, era la
Santa Compaña, pasaba cerca de la curva de la “Dama Blanca”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Domingo no apareció hasta tres
meses después, un hombre que recogía leña lo encontró en medio del bosque,
vestía una túnica que en su día fue blanca, era un esqueleto con piel, a su
alrededor se adivinaban gotas de cera, ni las alimañas se acercaron para comer
los despojos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b>FIN<o:p></o:p></b></div>
<br />
pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-13962322465143783902023-11-09T09:03:00.000+01:002023-11-09T09:03:30.866+01:00DEMASIADO CERCA DEL MAS ALLA (Capítulo III)<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b> </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;"><b> </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;"><b> </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;"><b> </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;"><b> </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;"><b> </b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;"><b>DEMASIADO CERCA DEL MAS ALLA</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b>Pedro Fuentes</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 39.7pt;">
<b>CAPITULO III<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Al amanecer un gallo le despertó
con su canto. Se sentó al borde de la cama, al incorporarse para ir al baño, las
piernas no resistieron, cayó de rodillas en el suelo, se encontraba totalmente
agotado, ojos los tenía irritados, las ojeras parecían más grandes y negras que
el día anterior, se metió en la ducha, puso el agua todo lo caliente que pudo
resistir, luego cambió a lo más frío posible, repitió la operación cuatro o
cinco veces, al principio se despejó algo, pero cuando bajó a desayunar parecía
que se iba a caer por los escalones.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Antes de ir a la tienda de
Maribel, fue hasta el estanco a comprar tabaco, para ello tuvo que pasar al
lado del coche aparcado en una calle lateral de la plaza donde se encontraba el
hostal, cuando lo vio, quedó sorprendido, tenía las ruedas llenas de barro y
los bajos todos sucios, aunque lo había lavado el día anterior, abrió la puerta
y se sentó al volante, la alfombrilla estaba manchada de barro, el mismo barro que había en las
ruedas, le pareció, no estaba muy seguro, de que el cuenta kilómetros tenía más
kilómetros, daba la impresión de que alguien había utilizado el vehículo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Salió de nuevo, se aseguró de
apuntar los kilómetros y poner el contador parcial a cero, luego cerró la
puerta con la llave y se marchó a por el tabaco a un bar ya que era fiesta y el
estanco estaba cerrado, también
aprovechó para tomar otro café.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Cuando llegó a la tienda, Maribel
estaba subiendo la persiana metálica.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
¡Qué mala cara traes! ¿No has
podido dormir o has estado de juerga? Le dijo</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Domingo le contestó:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
No, me acosté temprano y me
dormí, no me he despertado en toda la noche y estoy cansado como si hubiese
estado corriendo desde ayer.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
¿No estarás malo? ¿Tienes fiebre?
Aquí tenemos vigorizantes, te voy a preparar uno y el resto te lo tomas tres
veces al día.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Domingo, sonriendo le dijo: ¿Ya
estás intentando vender el producto sin haber inaugurado y en día de fiesta?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
A la una salieron, quedaron en
tomar algo y luego tomar el resto del día de fiesta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Por todo el pueblo se veían,
sobre todo mujeres con pañuelos negros y vestidos de luto con ramos de gladiolos
y crisantemos que caminaban hacia el cementerio.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
¡Maribel! Dijo una señora de unos
cincuenta años que pasó por su lado. ¿Sabes que tío Anselmo está mucho mejor?
Se ha levantado y todo, el doctor dice que no sabe qué ha pasado, que él no
cree en milagros, pero lo parece. Yo pienso que lo mismo son aquel preparado que
le llevaste el otro día.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
No sabes cuánto me alegro, esta
tarde iré a verlo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
¿Sabes, Domingo? Le di el mismo
preparado que te he hecho a ti. Las brujas del lugar, que haberlas ahílas, dicen
que lo tenía cogido la “Santa Compaña”, cosas de pueblo, lo que tenía era una
anemia galopante, últimamente comía como un pajarito. Le preparé aquel
combinado que tenemos en la tienda a base de hierro, fósforo, potasio y
vitamina C y D. Lo mismo que a ti. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Bueno, bueno, parece que te
podremos dejar sola, pero ojo, no te enemistes con el médico, procura darle la
razón aunque solamente sea de cara a las gentes del pueblo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Se despidieron a las dos y
Domingo se fue al hostal donde comió e intentó dormir, como no pudo se puso a
trabajar hasta la hora de cenar, luego bajó al restaurant y cenó copiosamente,
luego se tomó la tercera toma del preparado, subió a la habitación, preparó un
buen vaso de whisky y se metió en la cama, cerró los ojos y perdió la
conciencia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Al amanecer abrió los ojos y se
encontró en la cama, casi no podía incorporarse, lentamente se deslizó hasta el
borde de la cama y haciendo un giro sobre su costado izquierdo, sacó la pierna
derecha de debajo de las sábanas, apoyó el pie en el suelo y así pudo
incorporarse, le dolía todo el cuerpo, llegó hasta el cuarto de baño y se metió
debajo de la ducha, primero bien fría, luego, poco a poco fue abriendo el agua
caliente hasta que no pudo resistir el calor, cerró el grifo caliente y abrió
de golpe el frío hasta que los huesos le dolieron, volvió al caliente y luego
reguló a unos treinta grados, así estuvo un buen rato, luego salió de la ducha
y fue a afeitarse, con la toalla limpió el vaho del espejo y se sobresaltó,
allí apareció la cara del ser que había visto guiando la procesión de los
fantasmas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
No, ¡¡era él!! ¡Sus ojos eran dos bolas de
cristal dentro de unos grandes cuencos!, con la delgadez del rostro sus orejas
parecían inmensamente grandes, sus piezas dentales se marcaban debajo de la
piel, luego se fijó en su cuello, largo y estrecho, sus hombros parecían una
percha vacía, su pecho hundido dejaba ver el esternón como un puñal entre sus
costillas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Tan pronto como pudo vestirse,
llamó a Maribel y le dijo que por favor fuese con el médico lo antes posible.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Cuando llegaron, Maribel se
asustó, el médico no tanto porque no lo conocía de antes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Maribel, al verlo, le comentó al
doctor sin que Domingo se enterase:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Parece mi tío Anselmo antes de
curarse.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
El galeno le sacó unas muestras
de sangre y luego le puso una inyección.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Hasta la tarde, a última hora no
tendremos los análisis, mientras tanto, le he puesto una inyección para que
duerma por lo menos hasta entonces. Sería conveniente que Maribel llame a su
familia para que en el momento que puedan, mejor después de los análisis, le
lleven a su casa o al Hospital General.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
No tengo familia cercana, dijo
Domingo, llama, por favor a la empresa y dile lo que me pasa a Antonio
Fernández de mi Departamento, él vendrá a buscarme, somos buenos amigos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
En diez minutos fue perdiendo la
conciencia, lo metieron en la cama, con la inyección quedó relajado y dormido,
el médico le tomó el pulso, vio que era correcto, lo auscultó y todo parecía
normal.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Nos podemos marchar, le dijo a
Maribel, dormirá todo el día, cuando estén los análisis la llamaré y vendremos
a verle, mientras tanto llame a su amigo a la empresa para que preparen el
traslado, ahora, mientras más duerma más se recuperará, no sé lo que puede
tener, diría que es un virus, igual que su tío Anselmo. No se han dado más
casos, pero hay que estar preparados.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
Marcharon y dejaron a Domingo
descansando.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 39.7pt;">
<br /></div>
<br />
<p> </p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-8000151666964445282023-11-02T10:25:00.000+01:002023-11-02T10:25:17.875+01:00DEMASIADO CERCA DEL MAS ALLA (Capítulo II)<p> </p><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>DEMASIADO CERCA DEL MAS ALLA</b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>Pedro Fuentes</b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>CAPITULO II<o:p></o:p></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
El ser que estaba a su lado le miró fijamente, sus ojos,
dentro de aquellas órbitas parecían perderse, estaba tan demacrado que se
adivinaban en la piel las encías con las piezas dentares. Con una voz seca y
firme, pero que parecía de ultratumba dijo: </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
¡Pon en marcha el coche y sal a la carretera hacia la izquierda!
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Como un autómata le hizo caso, se había quedado como si le
hubiesen quitado el alma, era incapaz de pensar, conducía por una carretera
estrecha, con muchos árboles a los lados y una niebla espesa que no dejaba ver
los márgenes ni la cuneta, pero no importaba, el coche parecía seguir un camino
marcado por un piloto automático.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Después de dos curvas, hay una tercera a la izquierda muy
peligrosa, allí se han salido muchos coches y han muerto varias personas,
tómala con sumo cuidado, luego, a la derecha hay un pequeño llano, entra en él
y para el coche. Dijo aquella figura cadavérica que no sabría cómo describir</div>
<div class="MsoNormal">
.</div>
<div class="MsoNormal">
Paró el coche, se
apoyó en el volante y se quedó dormido.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Le despertaron unos golpes en la ventanilla, sobresaltado,
dio un salto y miró fuera.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Dos hombres, con el uniforme de la Guardia Civil miraban
desde el exterior, bajó la ventanilla y les dijo: ¿Sucede algo, guardia?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Eso nos lo tendrá que decir usted. Contestó el mayor de los
dos detrás de un bigote negro y de grandes proporciones.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No, no sucede nada, venía desde Villadiego del Monte donde
estuve trabajando y se me hizo muy tarde, tenía sueño y me paré a dar una
cabezadita y veo que debí dormir más de la cuenta porque ya ha amanecido, voy
para la capital. Les contestó Domingo</div>
<div class="MsoNormal">
.</div>
<div class="MsoNormal">
Pues va usted en dirección contraria, ha salido de
Villadiego hacia el norte en lugar de al sur.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No sabía lo que le estaba pasando, no recordaba nada, las
últimas imágenes de su mente eran las del cartel de final de Villadiego.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Me debí perder, gracias por haberme despertado, tengo que
volver al pueblo para asearme y desayunar, luego volveré a la capital. Siguió diciendo
Domingo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Bueno, si ya ha descansado, puede salir, pero hacia la
derecha, Villadiego está en dirección contraria a la que llevaba pero a unos
treinta kilómetros, y tenga cuidado, a unos ciento cincuenta metros, a la
derecha, hay una curva muy mala en la que han muerto varias personas, aunque el
peligro de verdad es de noche y con niebla.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Llegó a la población a las ocho y media, aparcó en la plaza,
cerca de la tienda de Maribel y se fue a un hostal de la misma plaza, solicitó
una habitación, quería ducharse y cambiarse, por suerte, siempre llevaba en el
maletero del coche una pequeña maleta con ropa, ya que muchas veces, por su
profesión, a menudo tiene que quedarse fuera de casa sin tenerlo previsto.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Desde el hostal llamó a la empresa para comunicarles que no
iría o lo haría por la tarde, que había tenido problemas en la carretera la
noche anterior y aprovecharía para terminar algunas cosas en la tienda de
Maribel, luego la llamó a ella y quedó en la tienda a partir de las once.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Después de desayunar y ducharse, puso el despertador para
las once menos cuarto y se metió en la cama. No logró dormir, intentó repasar
lo ocurrido en la última noche, no hubo forma, desde que entraba en la
carretera con la niebla hasta que le despertó el Guardia Civil del bigote, no
recordaba nada. Era como si la niebla hubiese borrado todo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A las diez y media, puesto que no había podido dormir, se
duchó de nuevo, bajó a la calle, entró en un bar y tomó un café doble. No
estaba nervioso, pero parecía que no hubiese dormido en toda la noche, pero eso
no era posible, el guardia le despertó y dormía profundamente.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A las once en punto llegó a la tienda donde ya le esperaba
Maribel. En lugar de saludo, preguntó </div>
<div class="MsoNormal">
directamente:</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
¿Qué pasó? ¿Tuviste algún accidente?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Domingo le contestó:</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No lo sé, salí del pueblo porque vi el cartel de final del
Municipio, pero he despertado en el coche a
treinta y tantos kilómetros de aquí, pero en dirección contraria, estaba
fuera de la carretera y dormido, me despertó la Guardia Civil, pero parece que
no haya dormido y estoy cansado, me he metido en la cama del hostal y no he
podido ni cerrar los ojos. He llamado a la empresa y les he dicho que estaba
aquí, así que terminaremos lo que dejamos a medias en la tienda, de todas las
formas, podré hacer mi trabajo por internet.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Si, más vale que te quedes aquí, además, recuerda que mañana
es jueves y fiesta de Todos los Santos y podrás hacer puente, porque la verdad
es que tienes una cara terrible.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pasó la mañana lo mejor que pudo, se conectó a internet,
resolvió los problemas que tenía en la oficina y se dedicó a terminar los
asuntos de la tienda de Maribel</div>
<div class="MsoNormal">
.</div>
<div class="MsoNormal">
¿Quieres que vayamos a comer juntos? Me preguntó Maribel.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No, no puedo, tengo tanto sueño que voy a comer ligero y me
echaré a dormir hasta las cinco, que vendré a la tienda para que organicemos
los stocks y hablar con la central por si hay cosas pendientes, además, antes
quiero ir a lavar el coche que huele a demonios. Dijo Domingo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Así lo hizo, a la una fue a la gasolinera donde hay también
un lavadero de coche, lo primero fue lavar el asiento del conductor, entonces
vio que el olor procedía de orines, igual que pantalones y ropa interior cuando
se los quitó por la mañana, pero no sabía qué había pasado, supuso que dormido
en el coche y debido al frío o la postura, se le había escapado algo de orina,
pero no recordaba nada.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Cuando terminó, fue al hostal y les comunicó que se quedaría
hasta el domingo, luego pasó al restaurant y tomó un buen caldo bien caliente y
un entrecot no muy grande, no tomó café y se fue a la habitación a dormir.
Decidió ponerse el pijama y meterse en la cama con todas las luces apagadas y
la persiana cerrada, puso el despertador a las cinco menos veinte, faltaban dos
horas y media.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Imposible, cuando sonó el despertador, estaba en el pequeño
balcón de la habitación y se había fumado medio paquete de tabaco.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El resto de la tarde, lo pasó en la tienda con el ordenador,
por dos ocasiones se quedó adormilado delante del teclado, a las ocho salieron
a la calle y le dijo a Maribel:</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Vamos a tomar algo, pero antes quiero comprar tabaco y una
botella de whisky, esta noche dormiré como sea.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Tomaron varias cervezas con unas tapas, con aquello ya no
pensaba ni cenar, a las nueve y media se despidió de Maribel y fue para el
hostal, subió a la habitación, se sirvió medio vaso de whisky y lo bebió
mientras fumaba tres cigarrillos y se ponía el pijama, se metió en la cama,
apagó la luz y los párpado cayeron sobre los ojos como pesadas persianas
metálicas.</div>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-55169499621103304342023-10-26T09:10:00.001+02:002023-10-26T09:10:57.172+02:00DEMASIADO CERCA DEL MAS ALLA (Capítulo I)<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b> </b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b> </b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b> </b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b> </b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b>DEMASIADO CERCA DEL MAS ALLA<o:p></o:p></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>Pedro Fuentes<o:p></o:p></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>Capítulo I<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La noche era fría y húmeda, por motivo de trabajo, Domingo
había tenido que ir a aquel pueblo a setenta y cinco kilómetros de la ciudad, fue
para revisar el montaje de una de las tiendas de la cadena para la que trabaja.
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El trabajo de Domingo es ese y además formar a las personas que o bien porque
adquieren la franquicia o porque la empresa titular los contrata para abrir una
tienda y necesitan asesorar al personal.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Allí había ido porque por los estudios de mercado hechos,
decían que sería un buen negocio ya que no existía ni en la población, de
veinte mil habitantes, ni en las dos poblaciones que distan seis o siete kilómetros, una al
norte y otra al sur, más pequeñas pero en una comarca con alto poder
adquisitivo, una tienda de dietética.</div>
<div class="MsoNormal"> </div><div class="MsoNormal">Una empleada de la firma, en la capital, natural de
Villadiego del Monte, que así se llama el pueblo, dio la idea, se hicieron los
estudios de mercado y se vio que era una buena plaza.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La familia de la empleada, Maribel, además tenían en la
calle Mayor, muy cerca del ayuntamiento y justo antes de entrar en la plaza de
la iglesia, un local que reunía las condiciones deseadas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Se le dio la oportunidad a Maribel de ser ella la que se hiciese
cargo de la tienda, la pusiese en marcha y luego seguir con ella o buscar una
persona de confianza para poner al frente del negocio</div>
<div class="MsoNormal">
.</div>
<div class="MsoNormal">
Como ya estaba próxima la apertura, había ido a inspeccionarlo todo y poner en
marcha toda la cuestión informática.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En un principio había
acabado a las ocho el trabajo, pero Maribel, a la que Domingo conocía de la
central, una muchacha de veintitantos años, cerca de los treinta, con un
encanto bastante especial aunque no una gran belleza pero si agradable y
simpática, le invitó a cenar, ya que a partir de entonces no se verían hasta la
inauguración.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Aceptó la invitación por cortesía pero le fastidiaba un poco
volver a casa de noche, en aquel tiempo de otoño y por una carretera comarcal
de montaña de unos cincuenta kilómetros hasta llegar a la general.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No había peligro de heladas en aquel tiempo, pero al ser una
carretera bordeada por bosques, la humedad había dejado una capa de agua en el
asfalto y una ligera neblina parecía
salir de entre los árboles hacia la
carretera, eran cerca de las doce de la noche y la música del CD del coche le
acompañaba.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La niebla iba en aumento, los árboles, a ambos lados de la
carretera parecían figuras fantasmagóricas
extendiendo su largos brazos sobre la carretera, avanzaba lentamente y cada
vez se hacía más largo el camino, todavía faltaban unos treinta kilómetros
hasta la general y empezó a tener ganas de orinar, así que aprovechando un
estrecho camino que salía de la carretera hacia el bosque, con sumo cuidado de no empotrar el coche contra
ninguna piedra ni caer en una cuneta profunda, salió de la carretera, paró y apagó
el motor y las luces para no despistar a ningún posible conductor.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Salió del coche y se adentró unos cinco metros en el camino.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
De pronto, a la derecha, a unos veinte metros dentro del
bosque y por entre los árboles le pareció ver luces que se movían, al
acostumbrarse sus ojos a la oscuridad, vio lo que parecía una larga fila de
antorchas o velas, un aire fresco que se levantó le traía olor a cera de velas
encendidas. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Distinguió unas voces pero no adivinaba a oír ni comprender
las palabras, parecían salmos pero no entendía las palabras, a veces parecía latín y otras castellano antiguo e
incluso gallego o portugués, otras veces eran canciones, pero también ininteligibles.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Domingo se consideraba más bien miedoso, no en demasía, pero
no le gustaba enfrentarse a las cosas que no conoce o le parecen del más allá,
pero aquello llamaba su atención, se acercó sigilosamente un poco más para
intentar ver con algo de claridad, al fin pudo distinguir que la persona que
iba al frente, estaba vestido con una especie de hábito franciscano pero de
color blanco y con capucha, pero pese a llevar la capucha puesta le vio la
cara, era alargada y demacrada, por un momento pensó que le había visto, porque le pareció que
aquellos ojos que parecían flotar dentro de las cuencas, se cruzaron con su
mirada cosa improbable porque la noche
era muy oscura y la niebla cada vez era más espesa, pero de igual forma que él
lo había visto, el fraile blanco también lo pudo ver a él. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El de la cara demacrada llevaba una cruz en una mano y uno
especie de acetre con su isopo. Detrás le seguían como unas veintitantas
figuras, repartidas en dos filas y digo figuras porque no se podía distinguir
las facciones de ninguna, parecían no tener rasgos, pese a que la especie de
sábanas blancas que llevaban por encima no les tapaban sino la parte de atrás
de las cabezas, lo único que se veía o más bien se adivinaban, eran las cuencas
vacías de los ojos.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
De pronto se dio cuenta de una cosa que le sobresaltó, no
pisaban el suelo, parecían flotar como a unos treinta centímetros del suelo y
según pasaban, un viento frío se levantaba, pero éste no movía la llama de las
velas, ni la niebla parecía desplazarse, pero llegaba el olor de la cera
quemada y el aire en la cara.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Cuando terminó de pasar la procesión, dio la vuelta, lo más
sigilosamente posible y llegó al coche, mirando más para detrás por si alguien
o algo le seguía, abrió la puerta, miró
otra vez hacia los “fantasmas” y se sentó en el asiento. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El grito que dio fue espeluznante, el corazón pareció saltársele
del pecho, en ese momento recordó de que aunque bajó del coche para orinar, no
lo había hecho, un líquido caliente corrió por la entrepierna de su helado
cuerpo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En el asiento de al lado,
estaba sentado el “fraile” encapuchado, con su cruz y su acetre, era más
pálido y cadavérico que cuando lo había visto presidiendo la procesión.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span face=""calibri" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">Se sujetó al volante con las dos manos e inclinó
la cabeza hacia delante y apoyándola entre las manos lloró de pánico. Su cuerpo
temblaba como una hoja en un vendaval</span><br />
<span face=""calibri" , "sans-serif"" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><br /><br /></span><p> </p>pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-88016825803686370002023-10-19T09:03:00.000+02:002023-10-19T09:03:55.366+02:00LA BARBERIA (Capítulo VII)<p> </p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
<b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>La Barbería</b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>Pedro Fuentes <br /></b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>Capítulo VII</b></p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Sonó el despertador
a las seis de la madrugada, suerte que los días ya empezaban a
alargar y ya estaba amaneciendo. Me duché rápidamente, me afeité,
preparé cuatro cosas y el neceser en una bolsa de viaje. De pronto
me acordé de que no había reservado el hotel, así que esperé a
que fuesen las siete menos cuarto y llamé, el guardia de noche
todavía no había abandonado recepción, me dijo que no había
problema en aquellas fechas y me reservó tres habitaciones
contiguas. A las siete menos cinco bajé a la calle con mi bolsa, a
las siete menos tres minuto subió por Joaquín María López
entrando en Gaztambide un Seat 1500 color crema que parecía recién
pintado por el brillo, lo conducía Alfredo, en el asiento de atrás
iba Paloma tocada con un sombrero oscuro.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Alfredo me indicó
que dejase la bolsa en el maletero y que me sentase a su lado.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Nos pusimos en
marcha y lo primero que le dije fue que no había podido ponerme en
contacto con Rosario, así que si parábamos a repostar o descansar
procuraría llamarle de nuevo en horario escolar, ya que estaba un
poco preocupado por que era su costumbre coger ella el teléfono.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Paloma dormitaba en
el asiento trasero y Alfredo era un conductor experimentado, mantenía
una velocidad constante y se notaba lo cuidado del coche, yo había
llevado uno igual durante mi tiempo de mili y sabía de qué hablaba.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Ayer me puse en
contacto con mi amigo el policía y de dijo que tenía un compañero
de promoción que nos ayudaría, que cuando llegásemos le llamase
para darnos los datos. También le comenté que por un descuido no
había llamado al hotel pero que lo había hecho esa misma mañana y
ya estaban las tres habitaciones reservadas.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">El viaje transcurrió
sin incidencias, llegamos al temido Despeñaperros y paramos a mitad
del recorrido, donde era habitual hacerlo, repostamos y fuimos a
tomar algo y descansar un rato.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Aproveché la parada
para llamar a Rosario, nadie me contestó, lo intenté varias veces
pero no obtuve respuesta ninguna de las veces, pensé que quizás
estuviese en el patio o hubiese ido a comprar, pero eso era solamente
un pobre consuelo, empezaba a preocuparme.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Cuando lo comenté
con Alfredo y Paloma, también se preocuparon, así que abusando de
mi amistad llamé al policía, éste me dijo que ya estaba casi todo
arreglado, que no habría problemas, entonces le dije lo de Rosario y
si podían enviar a alguien hasta la casa. Me contestó que haría lo
posible pero no me aseguraba nada, que seguramente estaría comprando
o algo así.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Al fin llegamos,
Fuimos al hotel e inmediatamente marchamos a casa de Miguel, para no
despertar sospechas, quedamos en que fuesen Alfredo y Paloma como si
estuviesen de viaje y quisiesen saludar a Rosario.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Llegaron a la casa y
nadie les abrió, entonces llamaron a las casa de los lados y en una
les dijeron que no sabían nada, en la otra una señora de unos
setenta y tantos años les dijo que la hermana del señorito Miguel
estaba con gripe y ella había ido a cuidarla a ella y a los niños.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Ya más tranquilos
nos fuimos a la casa de Paquita.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Cuando llamaron y
ella misma abrió la puerta, por unos momentos, luego se fundieron en
un abrazo de risas y lágrimas. Yo veía la escena desde la esquina
de la acera de enfrente.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Volvimos al hotel y
quedamos que Rosario pasase por allí después de comer, ya que
Paquita estaba mejor, así que cuando los niños marchasen al colegio
ella vendría.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Llamé a mi amigo el
policía y me dijo que fuese a la comisaría que hablarían del
asunto.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Así lo hice,
quedamos en que al día siguiente todos seríamos citados y
abriríamos la barbería.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Al día siguiente, a
las diez y media estábamos esperando delante de la barbería todos,
Miguel,, Paquita, Rosario, dos policías uno de ellos el amigo de mi
amigo y yo, esperábamos al enviado del juzgado. En la acera de
enfrente se había reunido un montón de personas expectantes, entre
ellos pude reconocer al dueño del bar de enfrente y a los vecinos a
los que yo había entrevistado.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Apareció el juez,
su secretario y un cerrajero, le preguntó a los presentes si alguien
tenía las llaves, al no responder afirmativamente nadie, dio las
órdenes oportunas y el cerrajero procedió a la apertura de la
cancela metálica y luego a la puerta de cristal, cosa que le costó
más, se retiraron montones de hojas, papeles y porquerías que se
acumularon durante casi diez años, fecha en la que se había abierto
la puerta.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Alguien ha tenido
las llaves alguna vez? Dijo el juez.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Miguel dijo:
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Yo las tuve, pero
hace diez años, cuando me fui a mi casa las dejé en casa de mi tío.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Quién vive allí
ahora?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Yo, dijo Paquita,
allí hay un cajón lleno de llaves pero la mayoría no tienen
etiqueta y no sé ni de donde son.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Una vez dentro,
todos hicieron un semi círculo pegados a la pared, enfrente de los
espejos de la barbería. En las estanterías estaba las botellas de
lociones, en el mostrador reposaban las máquinas de cortar el pelo y
las navajas del afeitado, en un rincón, al fono había seis asientos
unidos unos a los otros y en medio unas revistas y un ABC de 18 de
Abril de 1954.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Frente al
semicírculo nos encontrábamos el juez, el secretario y un policía,
el otro policía se encontraba franqueando la puerta de entrada.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">El juez le dio la
palabra al subinspector y este me la cedió a mí.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Hice un sucinto
relato de los hechos y los que me habían llevado allí y dije a boca
de jarro:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Usted, y señalé a
Miguel, el día dieciocho de abril de 1954, a última hora vino a la
barbería con el pretexto de que su tío le afeitase, así que
después de cerrar se sentó en ese sillón y su tío le empezó a
afeitar, cuando se volvió para preparar el jabón, le clavó un
cuchillo en la espalda.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Llevaba unos días
planeándolo, se había enterado de varios asuntos, el primero que su
tío era el hermano por parte de padre de Rosario, aquí presente,
por lo cual no iba a heredar nada, además su tío llevaba una doble
vida en Madrid, tenía relaciones con otro hombre y quería dejarlo
todo y marcharse con él, cosa que usted no comprendía y que era una
mancha para su honor.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Eso tendrán que
demostrarlo, dijo Miguel.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Alfredo se aclaró
la vos y sacó unos papeles de un porta folios y dijo: Yo soy ese
hombre de Madrid, aquí tengo los papeles del padre de Rafael que
demuestran que Rosario era su hija, además me dejó un documento que
eran sus últimas voluntades por si le pasaba algo. Todo quedó en el
olvido cuando desapareció, la primera que dijo de ocultarlos fue
Rosario que no quería formar un escándalo, eran otros tiempos y
estas cosas no se veían con el mismo prisma que ahora.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Sin cadáver no hay
asesinato, además, todavía no han demostrado nada. Dijo Miguel.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Usted, una vez su
tío muerto, lo troceó, no le importó nada la sangre, lo tenía
previsto, si había preparado la coartada de que su tío, en un
descuido, afeitando a un viajero anónimo, le había cortado la
yugular, como ya he dicho, una vez troceado, aquella noche hizo un
agujero aquí mismo, debajo de ese sillón en el que usted fue el
último cliente, ahí enterró las partes no reconocibles de su tío,
piernas, brazos y tronco, la cabeza, los pies y las manos se las
llevó en un saco de esparto y las enterró en la finca que su
familiar tenía a las afueras. Entre otras cosas, usted no se dio
cuenta de que su tío fue herido en el tórax durante la guerra y eso
nos dará la prueba, el resto, lo metió en la fosa hecha debajo del
sillón, e incluso tuvo la macabra idea de cortarle una oreja para
dar más realismo al afeitado y la dejó en la papelera de al lado
como si se hubiese perdido. Metió los restos es otro saco y los
roció de ácido, luego lo tapó y puso el sillón encima, luego se
fue a su casa y a los dos días fue a la policía alarmado por la
desaparición de Rafael.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Usted y su hermana,
cómplice sin saberlo, propagaron el bulo de que había desaparecido
y que estaba escondido en casa de un amigo. Cuando la policía hizo
todas las pesquisas, en lugar de quitar la sangre con un buen
fregado, para corroborar la leyenda, la “limpió” con ácido, con
lo cual creó esta mancha que parece de sangre y que no desaparece.
Con lo cual nadie quiere comprar el local ni usted vender.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">El juez hizo una
señal al policía de la puerta y éste hizo entrar una brigada de
tres albañiles que empezaron a escava, después de retirar el
sillón, a metro y medio bajo tierra encontraron el saco y dentro
unos huesos carcomidos por el ácido.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Miguel fue detenido,
Rosario y sus amigos se abrazaron y emprendieron una nueva vida,
Rosario heredó a su hermano y le cedió la casa a Paquita en
usufructo de por vida.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Alfredo, su hermana
Paloma, Rosario y yo, volvimos en el 1500 a Madrid, ahora, en el
asiento de detrás iban las dos señoras.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Cuando están en
Madrid los visito bastante a menudo, si voy a Andalucía y están
allí nos vemos también.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>FIN</b></p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-8862938645566469722023-10-12T09:40:00.000+02:002023-10-12T09:40:08.309+02:00LA BARBERIA (Capítulo VI)<p> </p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
<b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>La Barbería</b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>Pedro Fuentes <br /></b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>Capítulo VI</b></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Al día siguiente, a
las siete entré en el comedor a desayunar, tomé un par de tostadas
con aceite de oliva, una de las maravillas de Andalucía, luego cogí
el coche, un Mini color naranja y negro y marché hacía Madrid,
solamente una cosa me preocupaba, pasar Despeñaperros los antes
posible y sin camiones.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Llegué a Madrid,
aparqué cerca de mi casa, en el barrio de Argüelles y me fui al
apartamento, lo primero que hice fue consultar la guía telefónica
de calles, efectivamente en Sainz de Baranda había un Carretero
García, A. Fui al teléfono y marqué.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Don Alfredo
Carretero?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Sí, yo soy, ¿Quién
llama?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Soy Fuentes, Pedro
Fuentes y soy amigo de Rosario de Andalucía.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Sí, sí, ¡dígame!
¿Le pasa algo?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No, por Dios, se
encuentra perfectamente, lo que pasa es que estoy intentando
averiguar cosas sobre Rafael.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿No le parece que
es un asunto muy antiguo?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No crea, creo que he
descubierto algunas cosas bastante importantes y tengo unas teorías
que quisiese confirmar para solucionar el caso.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Es usted policía
o investigador?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No, soy escritor
aficionado y vengo siguiendo este caso desde 1959, ahora, después de
tantos años he descubierto alguna cosa que usted creo que sabe y
junto con otros detalles pudiesen resolver el misterio de la
desaparición de Rafael.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¡Dígame! ¿Está
usted en Madrid o en Andalucía?
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No hace ni media
hora que he llegado de allí, ayer estuve con Rosario que me ha dado
para usted y su hermana un fuerte abrazo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Cuándo nos
podemos ver?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Después de tres
horas, donde usted quiera, si desea los visitaré en su casa, cogeré
el 61 y me deja cerca de su casa.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Le parece a partir
de la seis y media en mi casa? ¿Sabe la dirección?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Creo que sí, en
Sainz de Baranda, el tercer piso.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Si, efectivamente,
tercero A al lado del cine.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Estaré ahí sobre
las seis y media o siete menos cuarto.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Me preparé un
bocadillo y una cerveza y después de una ducha me acosté a dormir
la siesta hasta las cinco.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Me levanté, después
de una refrescante ducha, me arreglé, cogí mi bloc de notas y
marché a tomar el 61 rumbo a Narváez esquina a Sainz de Baranda,
allí bajé, crucé la calle y ya enfrente del número que buscaba,
al ver que no era la hora todavía, entré en un pequeño bar casi
enfrente del cine y pedí un café solo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Llegué a la casa
justo a las seis y media, en el portal una mujer, la portera me cerró
el paso, simplemente le dije:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Voy a casa de D.
Alfredo Carretero.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Tercero A, me
contestó.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Gracias, ya lo sé,
me está esperando.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Cogí el ascensor,
un antiguo aparato de madera rodeado de una especie de jaula
metálica.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Cuando llegué al
piso, llamé al timbre y enseguida me abrió una señora de unos
sesenta años, su pelo era blanco totalmente y lo llevaba recogido en
un perfecto moño en la nuca.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Usted debe de ser
Paloma, la vi en una foto que me enseñó Rosario.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Pase, mi hermano le
está esperando.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">La casa estaba
perfectamente amueblada con muebles color caoba, antiquísimos pero
brillantes y relucientes.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Pase, mi hermano le
espera en la biblioteca.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Era esta sala una
habitación no muy grande o más bien lo parecía porque todas las
paredes, salvo la de la ventana, que estaba llena de fotos, todo
eran libros de diferentes tipos y tamaños, aquello era el santuario
de un gran lector. Entre las fotos descubrí varias copias de las
vistas en casa de Miguel. Al pie y de espaldas a la ventana se
encontraba Alfredo, de unos sesenta y cinco años, arreglado y con
una chaqueta cruzada, llevaba una barba perfectamente recortada y
blanca como sus cabellos. Por el bigote y alrededores de su boca más
amarillos, deduje que era fumador empedernido.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Al verme en la
puerta se levantó ágilmente y se dirigió a buen paso para darme la
mano. Era una mano muy cuidada y arreglada, huesuda pero fuerte.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Don Alfredo, soy
Pedro Fuentes y estoy encantadísimo de conocerle, a usted y a su
hermana.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">En el lado derecho
de la habitación había cuatro sillones y una mesa pequeña en
medio, en el rincón una lámpara de pie daba luz suficiente para
poder leer en cualquiera de los sillones.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Le apetece un
brandy? Me dijo Alfredo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Asentí y Paloma
enseguida trajo tres copas, luego de un pequeño mueble bar sacó dos
botellas, el brandy y dijo yo prefiero anisete.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Me indicó con un
gesto que me sentara y así lo hice, ellos dos se sentaron en sendos
sillones frente a mí.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Usted dirá, me dijo
D. Alfredo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Bueno, primero les
explicaré cómo he llegado hasta aquí, todo empezó cuando tenía
nueve años y estando de visita en Andalucía, al pasar por la
peluquería, mi tía que es de allí me contó una historia que en la
que decían que allí se había cometido un terrible asesinato.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Seguí
cronológicamente con la historia hasta que llegué al relato de mi
visita a Rosario el día anterior por la mañana.</p>
<p align="left" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><span style="font-weight: normal;">No
sé si ustedes sospechan lo que les voy a decir, pero no creo que
Rafael desapareciera por sí mismo, creo que fue asesinado. Porque ni
ustedes ni Rosario saben nada y él no habría marchado sin su
adorada Rosario ni sus amigos.</span></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Don Alfredo se quitó
las gafas que llevaba, cogió la copa y tomó un trago, luego dijo:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Sí, no ha
descubierto nada, estamos seguros de que fue asesinado pero no
sabemos dónde pueden estar sus restos, Rafael no se habría marchado
sin mí, yo era su amor, si, no se equivoca, Rafael y yo éramos
pareja desde el primer día que nos conocimos en el cuartel de
Guardias de Asalto.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Entonces…….,
dije mientras pensaba lo que iba a decir, entonces, si Rosario no era
el gran amor de Rafael, era……. La hermana por parte de padre de
Rafael. ¿Ustedes los sabían?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Si, también lo
sabíamos, pero lo manteníamos en secreto, en aquellos tiempos estas
historias de amor se mantenían en secreto, primero con la República,
luego con la Guerra Civil y después con la dictadura había que
silenciar muchas cosas por miedo a chantajes y represalias.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">El cuerpo de Rafael
desapareció y nadie sabe dónde está. Esa sería la primera
cuestión a descubrir y usted no creo que sepa nada.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Sí, lo sé, o más
bien lo sospecho, ¿Estarían ustedes dispuestos a venir a Andalucía
conmigo? Tengo amistad con un policía aquí en Madrid que nos puede
poner en contacto con compañeros suyos en Andalucía y que nos
puedan ayudar.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Mi coche es muy
pequeño para desplazarnos tres personas, pero podríamos alquilar
uno o coger el tren.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Yo conduzco, dijo
Alfredo y tengo un Seat 1500 muy cuidado y en buen uso.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Yo cuando voy allí,
me hospedo en un pequeño hotel en el centro, muy limpio y agradable,
si quieren nos alojaremos allí. Yo esta tarde llamaré a mi amigo y
que prepare las cosas para mañana y nosotros podemos salir temprano.
Además llamaré a Rosario para avisarles de nuestra visita y para
que no hable ni comente nada con nadie, si es lo que yo pienso,
podría correr peligro.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Puede llamarla desde
aquí dijo Alfredo y me indicó el teléfono en la mesa del despacho.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Cogí el aparato y
después de marcar, a las tres señales de llamada contestó una voz
de hombre. Colgué rápidamente. Era la hora en que Miguel ya había
vuelto del colegio, volveré a llamar a las dos horas dije en voz
alta.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Le conté a los
hermanos lo que había quedado con Rosario y quedé en llamar luego,
a las dos horas.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Ahora me marcho
porque quiero localizar a mi amigo el policía, ¿A qué hora podemos
quedar para llegar antes de la hora de comer?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Por nosotros, si
quiere, podemos pasar a buscarlo a las siete, ¿Dónde vive?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">En Argüelles, en
Gaztambide. Les di las señas completas y quedamos a las siete en la
puerta de casa.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Salí a la calle y
en la primera cabina que vi llamé a mi amigo el subinspector, ya
había salido, repetí la llamada a su casa y no estaba, sabía por
dónde iba normalmente a tomar una copa después del trabajo, así
que me dirigí allí, una cafetería al lado de mi casa, ya que él
también vivía por allí, efectivamente lo encontré en “Emperador”,
estaba haciendo barra junto con una rubia teñida despampanante.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¡Paco! Necesito que
me hagas un favor.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Dime, contestó el
policía.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Lo separé de la
barra y le dije lo que quería, lo llamaría al día siguiente al
medio día para saber dónde tenía que ir.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No será fácil, me
dijo Paco, es un caso que está cerrado hace mucho tiempo y no sé si
alguien se querrá mojar, aunque estoy pensando que tengo un amigo de
promoción y está loco por destacar para conseguir un destino mejor,
lo llamaré esta noche, porque tengo sus señas en casa.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Pero tienes que Ir
por tu casa, así que más te vale que vayas por allí y dejes a la
rubia para otro día.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Tranquilo, esto es
un ligero pasatiempo, te conseguiré lo que quieres.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">A propósito, qué
ganas tú con esto, me dijo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Nada, solamente
resolver una historia que me trae de cabeza desde que tenía nueve
años.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Bueno, mañana me
llamas y te diré a quién tienes que ir a ver, ahora ven conmigo y
te invito a una copa con la rubia.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Me cogió del brazo
me llevó tras de sí.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Mira, rubia, te
presento a mi amigo Pedro. Es escritor y detective en los ratos
libres.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">La rubia se acercó
a mí y me plantó dos besos con olor a perfume barato.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No me llamo así,
soy Coby.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Coby? Dije yo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Si, de Covadonga.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Ah sí, como la de
Asturias, contesté.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Pedí un whisky con
hielo y seguimos la banal charla hasta que se terminó, entonces me
despedí y marché, al llegar a la puerta, cuando ya no me veían, me
limpié con la mano las mejillas por si quedaba en mi cara restos de
lápiz de labios.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Llegué a casa y
llamé a Rosario otra vez, al primer toque de llamada me respondió
la misma voz de hombre, que suponía de Miguel. Me quedé bastante
preocupado, ya que no era lo normal. Cené y me fui a dormir, mañana
había que madrugar.</p>
pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-6539174102920565842023-10-05T08:51:00.000+02:002023-10-05T08:51:45.454+02:00LA BARBERIA (Capítulo V)<p> </p><p style="text-align: center;"><b> </b></p><p style="text-align: center;"><b> La Barbería</b></p><p style="text-align: center;"><b><br /></b></p><p style="text-align: center;"><b>Pedro Fuentes</b><br /></p><p> </p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
<b>Capítulo V</b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">A la mañana
siguiente, después de un fuerte desayuno y leer los periódicos, a
eso de las diez y media de la mañana salí a la calle y me dirigí a
casa de Miguel, llamé a la puerta y me abrió Rosario.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Buenos días, ¿Está
don Miguel?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Buenos días nos de
Dios, el señorito no está, se fue a trabajar y ya no volverá hasta
la tarde, come en el colegio.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Verá, ayer perdí
un llavero con dos llaves, las de mi casa de Madrid y hoy me he dado
cuenta preparándome para la marcha.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Pues no he
encontrado nada y el señorito no me ha dicho nada.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Es un llavero que
tiene un enano de los de La Bajada de la Virgen en La Palma, que se
celebra cada cinco años con dos llaves, una de máxima seguridad y
la otra un poco más sencilla del portal de la calle.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Pase usted y entre
los dos quizás veamos más.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Entramos y le dije:
Estuve sentado aquí, pero mientras don Miguel fue a buscar las fotos
estuve de pie contemplando las flores de esta pared.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¡Mire! ¡Aquí
están! Dije mientras hacía que recogía el llavero de entre dos
macetas y se lo mostraba.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Usted ha venido por
otra cosa, hoy mismo he movido esos tiestos y las llaves no estaban.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Tiene usted razón,
quería hablar con usted pero no quería que nos vieran ni oyera
nadie. Usted conoció al señor Rafael, es más, le he reconocido en
las fotos de Madrid, usted no cree que él se marchara si no era
consigo y a Madrid. Allí fueron bastante felices, yo me interesé
por él en el año 59 cuando era un chiquillo y he estado intentando
saber qué pasó desde entonces.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Me gustaría saber
entre otras cosas el nombre y la dirección del amigo de Rafael en
Madrid.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No sé si se la debo
dar, bueno, yo no la sé, pero si cómo encontrarlos, pero quizás no
deba.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Es quizás la última
oportunidad de saber qué pasó con Rafael, y creo que eso es lo que
más le importa en este mundo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Mi madre trabajó
con los padres de Rafael y me tuvo a mí dos años después que a
Rafael. Cuando mi madre murió, los padres de Rafael se quedaron
conmigo y trabajé siempre con ellos, murieron en 1931, cuando la
quema de las iglesias, a ellos los mataron porque se refugiaron en
una. Entonces marché a Madrid porque Rafael era lo único que me
quedaba en este mundo. Los padres de Miguel y doña Paquita bastantes
problemas tenían para salir adelante.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Y su padre?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No tenía, era hija
de madre soltera. Pero venga conmigo a la biblioteca, cuando Miguel
destruyó todos los papeles de su tío, guardé los datos que me pide
en la fotografía de Madrid en la que estamos los cuatro. Tenemos que
sacar la foto sin que se estropee ni note.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">En la biblioteca
Rosario sacó el álbum y abrió a la primera sus hojas, sabía
perfectamente dónde estaba, era uno de aquellos álbumes de hojas
negras con unos pequeños cortes a la altura de las esquinas de las
fotos para sujetarlas, pero aquellas estaban además pegadas por el
centro.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Con sumo cuidado
cogí un fino estilete de encima de una mesa de despacho enfrente de
la biblioteca, lo introduje lentamente por detrás de la foto y la
despegué sin producir un daño aparente.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Saqué la foto, le
di la vuelta y pude leer Alfredo y Paloma Carretero García. Sainz de
Baranda de Madrid.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Copié los datos en
mi libreta y pusimos la foto en su lugar pegada con un poco de cola
hecho por Rosario a base de cocer agua con un poco de harina.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Según veo, sus
amigos eran hermanos. ¿Ha tenido contacto con ellos después de
aquello?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Si, cuando
desapareció Rafael les escribí pero no sabían nada. Luego se han
ido espaciando las cartas y ahora solamente nos escribimos por
Navidad.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Lo sabe Miguel?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Una vez recogió una
carta y me la dio, pero no hizo comentario alguno.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Sería conveniente
que no le hiciese ningún comentario de mi visita de hoy. Además me
gustaría que me diese un teléfono al que pueda llamarle.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Rosario escribió un
número en un papel y me lo dio.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Llame siempre en
horario escolar, si le digo que se ha equivocado de número cuelgue y
espere dos horas, si se lo vuelvo a decir, no llame hasta el día
siguiente. Lo mismo le digo si se pone él, cosa improbable porque no
lo hace nunca.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Creo que con esto le
podré informar de algo más. Partiré mañana para Madrid. Le diré
algo en cuanto descubra lo que sea.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¡Cuídese, señora
Rosario!</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Buen viaje y que
tenga mucha suerte y dele un fuerte abrazo de mi parte a Alfredo y a
Paloma.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Rosario me acompañó
a la puerta de la calle, la abrió y miró fuera a ambos lados, luego
me dijo: Salga hacia la derecha y cruce la calle cuanto antes.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Adiós, Rosario,
encantado de conocerle.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Salí de prisa e
hice lo que me dijo, crucé la calle y me fui dirección al parque
que visitaba de niño, llegué al estanque de los patos, no era como
yo recordaba, el agua estaba bastante sucio y los patos no eran
felices, parecían condenados a trabajos forzados a cambio de pan
duro que tenían que dejar remojar para poderlo comer, luego me senté
en la terraza del bar que iba con mi padre y me tomé una cerveza con
una ración de ensaladilla rusa decorada con un par de colines, cerca
de allí, entre unos matorrales cantaba un grillo como los que de
niño cazaba.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Mientras bebía la
cerveza repasé mis notas e hice alguna nueva. Luego me fui al hotel,
avisé a recepción de que a la noche tuviesen preparada la factura
porque marcharía al día siguiente muy temprano. Salí de nuevo y
fui paseando hacia más al centro donde había visto un mesón típico
donde había comido la otra vez que estuve con mis amigos,</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
<p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5690328082683403978.post-9988796333190896442023-09-28T10:13:00.000+02:002023-09-28T10:13:32.491+02:00LA BARBERIA (Capítulo IV)<p> </p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">
<b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>La Barbería <br /></b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>Pedro Fuentes </b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b><br /></b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b>Capítulo IV</b></p><p align="center" class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><b> </b></p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Eran ya las seis y
media de la tarde cuando salí del hotel y me dirigí a casa de
Miguel, el sobrino del barbero.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Era una casa más
moderna, unifamiliar también, pero más sobria, en ésta las plantas
era menos floridas que las de Paquita.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Llamé a la puerta y
me abrió una mujer de unos sesenta años vestida de negro y un
delantal blanco, en las manos llevaba un paño de cocina, en el que
se las secaba.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Buenas tardes, ¿Está
don Miguel?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No, en estos
momentos no está, pero está a punto de llegar. ¡Mire! Por la
esquina de la calle viene, ya le he dicho que llegaría en un
momento,</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Por la calle venía
un hombre de unos cincuenta y pico de años, algo encorvado y
apoyándose en un bastón pese a que no parecía cojear.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Buenas tardes, don
Miguel, soy Pedro Fuentes y me gustaría hablar un poco con usted
sobre su tío Rafael.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Si, ya me ha
comentado mi hermana que vendría, pero no tengo nada que decirle,
este asunto de mi tío ya está zanjado, pasó hace muchos años y a
nadie le gusta que remuevan a sus muertos, dicho esto también hizo
la señal de la cruz.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Verá, yo no tengo
ningún interés especial, en 1959 con nueve años, mi tía, que
vivía aquí me contó una historia, a mí, el relato me impresionó,
desde entonces he venido un par de veces a la ciudad y como la
barbería sigue cerrada, me gustaría saber más del misterio.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No hay tal misterio,
las gentes se han encargado de hablar e inventar historias, con lo
cual lo único que ha pasado es que nos han perjudicado a mi hermana
y a mí y encima, ahora que ya la gente parece olvidar, aparece usted
a remover el asunto.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Mire, yo tengo una
hipótesis, se la voy a contar para que se aclaren sus dudas y nos
deje en paz.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Pase usted, en el
patio estaremos más frescos, me franqueó la entrada y pasamos a un
recibidor que nos conducía directamente al patio, ahora si era un
verdadero patio andaluz, de las paredes colgaban montones de tiestos
con flores, en el centro una fuente que manaba un agua que parecía
ser la más fresca del mundo, en un lateral una mesa de hierro
forjado y cerámica y encima, un botijo con el pitorro y la boca con
unos pequeños paños confeccionados con punto de crochet. ¿Quiere
usted algo? ¿Le apetece un fino fresquito?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">De acuerdo, don
Miguel.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¡Rosario! ¡Traiga
una botella fresca de fino y dos copas!</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Siéntese, por
favor.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Me ofreció una
silla, al lado de la mesa del botijo y de espaldas a la fuente. El se
sentó enfrente de mí. Sacó un paquete de Ducados y me ofreció. De
encima de la mesa cogí una caja de cerillas y le encendí su
cigarrillo y luego el mío.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"> Apareció Rosario
con la botella de vino y dos copas, Miguel las llenó, ofreció una y
con la suya en la mano hizo ademán de brindar, repetí su gesto y
ambos bebimos un sorbo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">A mi tío Rafael le
llamaron a hacer el servicio militar, tenía entonces un familiar o
amigo oficial de la Guardia de Asalto y se fue voluntario a su
unidad, era 1932, allí le sorprendió la segunda república, también
en Madrid, la Guerra Civil y luchó contra los rebeldes, cuando
acabó la guerra, en la que pasó bastante desapercibido, volvió
aquí y se presentó a los nacionales haciéndoles creer que había
estado escondido en el pueblo por miedo a los republicanos. Le tocó
hacer la mili de nuevo.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Al cabo de los años
alguien le denunció y marchó, no se sabe dónde, organizó los
bulos sobre la barbería y nunca más se supo de él.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Esa es mi teoría y
lo que yo pude saber por los papeles que dejó y yo me encargué de
destruir, la mancha de sangre es verdad, antes de desaparecer, cuando
preparó la huida, él mismo se hizo un corte en el brazo izquierdo y
manchó el suelo de sangre, intentamos sacarla cuando heredamos pero
no se nos ocurrió sino echar sosa cáustica y fue peor el remedio
que la enfermedad, se comió las baldosas de la sangre y alrededor y
quedó una mancha parduzca que ya no ha desaparecido con nada.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">En fin, por los
papeles que dejó, son las conclusiones que yo saqué, todo lo que
podía implicarle con la república y sus ideas políticas, un tanto
comprometidas a favor de la FAI y las teorías anarquistas, las
destruí, no era cosa de empeorar lo que pudiesen decir vecinos
envidiosos, llenos de maldad y revanchismo. Mi tío no fue ni un
asesino ni una mala persona, defendió una idea y ayudó a todo el
que pudo.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿No tiene
fotografías? Su hermana me enseñó una en su casa con el uniforme
de Guardia de Asalto.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No, un par de ellas,
las de la guerra y la República las destruí. Tengo varias de cuando
hizo la milicia en Madrid y después de la guerra cuando lo
incorporaron de nuevo al ejército, por cierto también en Madrid.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Puedo ver alguna?
La verdad es que creo que su teoría es verdaderamente asumible y
como además me dedico a escribir historias, algunas de ellas se
empiezan a publicar, la historia de su tío con su teoría puede ser
un relato muy interesante y si su tío desapareció voluntariamente y
anda por algún rincón del mundo pudiese ser que terminara en sus
manos. ¿No ha recibido nunca ninguna noticia o señal de que está
vivo? Yo mismo, mi abuelo desapareció hace mucho más tiempo que su
familiar y hace poco tuve noticias de dónde había estado hasta su
muerte.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No, nunca supimos
nada de él, no estaba muy apegado a su familia, de hecho sus únicos
familiares vivos eran mi hermana y yo y la verdad, no tuvimos muchas
relaciones.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Me enseñará las
fotos?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Si, espere un
momento, tengo un álbum en la biblioteca.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Se levantó y salió
por una puerta lateral del patio, mientras tanto me dediqué a
curiosear, era un jardín lleno de buen gusto y saber hacer. No vi la
mano de Miguel en él.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Entró de nuevo
Miguel con un álbum en las manos, iba buscando las fotos que me
quería enseñar.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Tiene un patio muy
hermoso, le dije.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Sí, pero no es obra
mía, lo cuida Rosario, ella ha estado con mi familia toda la vida y
es la que se encarga de la casa y de mí, yo soy soltero y si no
fuese por ella no sé lo que haría.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Había unas diez
fotos de Rafael en el álbum, o por lo menos esas me enseñó. La
primera de ellas era la que vi en casa de doña Paquita, Había otra
igual, en el mismo sitio, de las clásicas hechas en la puerta del
Retiro con Rafael y un compañero de armas, otra de la misma época
en lo que parecía una verbena con el mismo compañero y dos chicas
jovencitas, bastante más que ellos, los cuatro delante de una
especie de noria, una de las chicas me resultó como si la conociese
de algo, cosa muy improbable.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">El resto eran del
otro periodo militar, el de las tropas de Franco y cosa curiosa,
parecía rememorar las anteriores. Rafael y su amigo ambos con el
mismo uniforme pero su amigo con los galones de cabo. En otra estaba
Rafael con una de las dos chicas, ahora con unos años más me di
cuenta de que sí la conocía.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Sabe el nombre del
compañero de armas o el de las chicas?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No, en absoluto.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">¿Me dejaría sacar
unas copias?</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">No, desde luego que
no.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Bueno, pues muchas
gracias por todo, ha sido usted muy amable, no le molesto más,
seguro que ha venido del trabajo y no le he dejado ni quitarse la
chaqueta.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Bueno, no es un
trabajo agotador, soy maestro y solamente trabajo en horario escolar.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Pues le repito, muy
agradecido, si alguna vez escribo algo de esta historia lo haré con
nombres supuestos y antes de publicarlo les enviaré una copia a
usted y su hermana para que me den el consentimiento.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Nos levantamos ambos
y me acompañó hasta la puerta, le di la mano y le dije:</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Lo dicho, muy
agradecido y encantado de conocerle.
</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;">Cuando salí de la
casa ya empezaba a oscurecer y decidí andar por el centro de la
ciudad, por lo que tuve que atravesar aquel parque que de niño
recorrí con mi tía y su hermana, mi madre, ya casi en la salida, en
un quiosco en el que había estado con mi padre me senté a tomar una
cerveza y recordar momentos felices de la infancia, mientras en mi
cuaderno recogía todos los datos de la historia de Rafael.</p>
<p class="western" style="margin-bottom: 0.35cm;"><br />
<br />
</p>
pedrofuenteshttp://www.blogger.com/profile/17537882214260255844noreply@blogger.com0