Hoy traigo otro pequeño relato de mis memorias de en la empresa donde trabajé durante toda mi vida laboral, son pequeñas anécdotas y recuerdos que ahora pasan por mi mente con todo lujo de detalles.
A vueltas con el ascensor
Los
ascensores son esos aparatos que nos alivian de subir y bajar
escalera y en el sitio donde más se habla del tiempo o donde los
silencios son más sepulcrales en los de mi empresa pasaba igual
salvo en contadas ocasiones donde se podían organizar las más
agrias discusiones.
Había
en nuestra planta una compañera que era la mayor forofa del Atlético
de Madrid que yo haya conocido, conozco a otro, pero me callo su
nombre. Esta mujer, rondando ya los 55 años, no se perdía ningún
partido en el ya nuevo campo del Atlético, inaugurado el año
anterior, el 2 de Octubre de 1.966, jugando contra el Valencia y en
el que ambos equipos empataron a 1. El primer gol del Atlético en el
nuevo campo, lo marcó Luis Aragonés, ¿Quién si no? .Yo no era
aficionado al fútbol, la última vez que fui al Calderón, fue una
tarde que pasaba por allí y vi que jugaba la U.D. Las Palmas, al ser
de mi tierra, entré a ver el partido, por cierto, ganó el Las
Palmas por 2 a 1, eso fue el 21 de Septiembre de 1.969, yo estaba
allí, cuando marcó Las Palmas el primero, salté y grité
¡¡¡GOOOOOOOL !!!, Cuando estaba en el aire, recordé dónde estaba
y vi a mi alrededor las caras de enfado, me senté y no volví a
abrir la boca en el resto del partido.
Antes
de ir al relato, quiero aclarar que los verdaderos derbis en el
futbol español, eran los de Real Madrid y Atlético de Madrid, o al
revés para que no se ofenda ninguno, lo que a la prensa le ha
interesado más adelante, ha sido hacer creer que eran Real Madrid y
Barcelona, para el Atlético y el Madrid, el Barcelona era un equipo
más, el odio visceral y el antagonismo, era precisamente entre el
Atlético de Madrid y el Real Madrid.
Bueno,
pues siguiendo con la historia, el verano anterior, 1968, en el
trofeo Ramón de Carranza, el Atlético había ganado en Cádiz al
Barcelona en la final por 1-0, gol de Calleja en el minuto 34, la
alineación fue Zubiarraín; Paquito, Griffa,
Calleja; Irureta, Iglesias, Ufarte,
Luis, Gárate, Adelardo y Collar.
En nuestro despacho, al final de éste había una compañera acérrima "forofa" del Atlético de Madrid.
Pues
bien, cuando el Atlético llegó a Madrid, la “forofa” salió en
la prensa ayudando a llevar a hombros a Calleja que llevaba el
voluminoso trofeo en las manos, he buscado la foto pero no la he
encontrado, aquella final se celebró el día 1 de Septiembre de
1968, que era domingo, la vuelta fue en lunes. En aquella época no
se editaban periódicos ese día de la semana, solamente “La Hoja
del Lunes”, así que debió ser en los periódicos del martes día
3.
El
problema fue que era en horas laborales, pero no hubo nadie que
dijera nada al respecto.
Pues
como sigo diciendo, un domingo, ya comenzada la Liga, el Atlético
había hecho un partido lamentable y el lunes, la “forofa” que no
andaba de buen humor, subió al ascensor y pasó al fondo, Esteban y
yo, que nos habíamos encontrado tomando café, entramos justo al
lado de la puerta, al ver a la compañera, Esteban esperó hasta
llegar al segundo y entonces dijo:
¡Vaya
m …. de equipo, perdieron por tres pero tenían que haber sido 10,
a segunda, este año acaban en segunda, los socios del Atlético se
están suicidando.
Desde
el rincón le respondieron no muy cariñoso por cierto, alguien se
acordó de su familia más allegada y la sangre no llegó al río
porque entre todos separamos a los forofos contendientes.
Siempre
he dicho que la violencia que hay en el fútbol no la he visto ni en
la lucha libre, quizás por eso he llegado a la conclusión de que el
futbol no es futbol, es violencia.
FIN