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jueves, 28 de febrero de 2019

TARDE DE TOROS Capítulo II




TARDE DE TOROS


Pedro Fuentes


CAPITULO  II


27 de Agosto en  Tarazona de Zaragoza Fiestas Patronales en honor de San Atilano, a las doce del medio día, al tañir las campañas que señalan la hora, se abren las puertas del Ayuntamiento, de donde sale el Cipotegato.  Se trata de un personaje disfrazado de arlequín de la baraja, pantalón y chaqueta acolchados con anchas franjas horizontales rojas, verdes y amarillas y la cara cubierta con una máscara.




Durante siglos el Cipotegato era un empleado del Cabildo que salía a la calle para ahuyentar  a los críos para que dejen libre el camino de las procesiones que se celebrarán a continuación.

Los chiquillos le respondían tirándole las verduras sobrantes y en mal estado del mercado.

Ahora es esperado por miles de personas, concentradas en la plaza de España,  éstas, al grito de “Cipote, Cipote”, comienzan a lanzarle tomates. Lo que empieza siendo un ataque al “Cipotegato” se convierte en una verdadera batalla campal entre todos los congregados allí.

El “Cipotegato” comienza una carrera vertiginosa por todo el pueblo, en un recorrido secreto. De vuelta a la  plaza, es izado hasta el monumento al “Cipotegato” que hay allí, siendo vitoreado por toda la  población y llevado a hombros hasta el Ayuntamiento.

Parece ser que la tradición del “Cipotegato” existe desde el siglo XVI o XVII.

Así comienzan las fiestas en honor al patrono de Tarazona de San Atilano, Obispo de Zamora nacido en Tarazona hacia el año 850.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, las corridas de toros empezaron a tener un auge importante y  en 1752 la Corporación Municipal, así como el Gremio de Agricultores y Ganaderos de Tarazona empezaron a tratar de construir un recinto para la celebración de corridas de toros.

Hasta enero de 1789, no surgió el intento definitivo, ocho personas de elevado poder adquisitivo, presentaron ante la Corporación Municipal, un proyecto para la construcción de una plaza de toros, prometiendo hacerse cargo de todos los gastos si les era donado el terreno en el Prado de la Virgen del Río, al lado de la iglesia del mismo nombre.



El proyecto era de una plaza octogonal, rodeada de tres viviendas por segmento y compuestas de planta baja y tres pisos, con la entrada por el interior y cuatro grandes entradas a la plaza que a los cuatro puntos cardinales siendo la del sur la puerta de cuadrillas, norte desolladeros, oeste la de toriles y este la del público. Los grandes balcones de las plantas primera a tercera eran unos perfectos palcos. En la planta baja y hasta la altura del suelo del primer piso se instalaban unos tendidos y barrera de madera y desmontables para los días de corrida. La Casa de la Presidencia fue cedida gratuitamente al Hospital de Tarazona.

Una vez aprobado el proyecto, se empezó a construir en 1790 siendo terminada en 1792.
Ese mismo año, el Corregidor de Tarazona se dirigió al Ayuntamiento para solicitar que se pudiese celebrar una novillada para celebrar las próximas fiestas de Santo Patrón, San Atilano.

Ese 5 de Octubre de 1792, coincidiendo con la fecha del nacimiento de San Atilano se inauguró la plaza de toros de Tarazona.


Desde el año 2001, esta majestuosa plaza posee el título de “Bien de interés Cultural”

jueves, 21 de febrero de 2019

TARDE DE TOROS Capítulo I

Nuevo relato del libro"EL VIAJE  I" del autor de este Blogg y que se puede encontrar en la Editorial BUBOK.

TARDE DE TOROS


Pedro Fuentes


Este relato está basado en hechos reales y quiero dedicarlo a Paco Duato, mi amigo, y a Paco Camino, ese gran torero del que fui seguidor y que estoy seguro de que no conoce parte de esta historia.


Capítulo  I

25 de Agosto de 1.970 en Benicarló, las Fiestas Patronales en honor a San Bartolomé, Abdón y Senén, estos dos últimos conocidos por “Els Sants de la Pedra” (Los santos de la piedra). Quiero hacer un inciso para explicar el por qué. Estos dos santos en la comunidad Valenciana, fueron considerados protectores de la agricultura y como tales se les invocaba protección contra el granizo (pedrisco), pedra en valenciano.


Benicarló es un bonito pueblo de la costa norte de Castellón, entre Peñíscola al sur y Vinaroz al norte, población de tradición marinera y agrícola con grandes playas y un puerto que se construyó entre 1932 y 1944.


En  1970 Benicarló contaba con unos 13.000 habitantes


Todo está preparado para “els bous a la mar”, fiesta típica, en un recinto cerrado por tres sitios y el cuarto, abierto, pero encima de una explanada del muelle y con la única salida el mar.
Se suelta una vaquilla y los mozos se dedican a citarla y correr delante de ella para intentar que llegando al borde del mar, el animal caiga al agua.



Paco y su mujer, llegaron a Benicarló el día anterior, estaban de paso, venían de Valencia y habían salido de Zaragoza donde se acababan de casar, la idea era seguir subiendo por la costa hasta llegar a la frontera de Francia, luego ya verían.

Aquella mañana decidieron acercarse al puerto para ver las vaquillas, una vez allí, su mujer se sentó en unas gradas instaladas para ver el espectáculo, Paco, aficionado a los toros y animado por el ambiente se descolgó por las barras de las gradas y se quedó al pie de donde estaba su mujer.

La vaquilla a la que estaban corriendo, la citaron con un jersey rojo desde el lado de Paco, el bicho se dio por aludido y corrió hacia el mozo que la citaba, varios mozos que por allí estaban, se dispusieron a trepar por los barrotes, Paco no anduvo muy ligero y en su barra subieron dos mozos, cuando él quiso empezar a trepar, tuvo problemas, subió, pero no tenía espacio suficiente, además la barra estaba mojada se supone que por el sudor de los que treparon delante de él, el caso es que resbaló y terminó cayendo, con tan mala fortuna que su muslo derecho fue a parar sobre un cuerno del animal y hasta sin quererlo, le clavó el asta abriéndole una herida que le tuvieron que dar  treinta y tantos puntos de sutura y  que estuvo muy cerca de perforarle la femoral.

Fue llevado de urgencia a Castellón. Donde calificaron la cornada de “pronóstico reservado”.
Allí estuvo internado tres días, al cabo de los cuales, un compañero de trabajo de Paco, a petición de éste se trasladó a buscarlo, para que lo siguiesen tratando en Zaragoza ya que la mujer no tenía carnet de conducir.

Junto con una ambulancia que trasladó a Paco, el amigo llevó el coche de Paco y a su mujer.
Llegaron a Zaragoza y Paco fue internado en el  hospital Miguel Servet, conocido en el año que ocurrieron los hechos como “Residencia Sanitaria José Antonio” para ser internado puesto que había síntomas de infección en la herida.

Allí estaría hasta que le diesen el alta.






jueves, 14 de febrero de 2019

EL VIAJE Capítulo VI







EL VIAJE
La misteriosa dama de negro


Pedro Fuentes



CAPITULO  VI



Llegó al puerto de La Escala, casi al comienzo del golfo de León y bastante cerca de la frontera,  como es un puerto bastante grande, decidió pasar unos días allí, además, quería arreglar unos papeles, así que pagó el amarre para 15 días y dijo que tenía unos asuntos urgentes que arreglar, preguntó cómo podía ir a Barcelona, se lo indicaron y al día siguiente partió en un autobús de línea hasta Gerona, donde cogió el primer tren que salió para Barcelona, quiso alquilar un coche, para lo que se fue al aeropuerto del Prat, porque allí pasaría más desapercibido.





Cuando llegó a Barcelona, de pronto le vino a la memoria la imagen del barbudo, era Pedro, su antiguo amigo, hacía años que no lo veía, desde el asunto de los caracoles. Los largos y sinuosos caminos de la vida los habían separado, cuantas aventuras juntos y ahora, en un cruce de caminos, cuando podía haber abierto de nuevo la puerta de aquella amistad y cuando quizás más lo necesitaba, por el estrés que llevaba perdió la ocasión que quizás ya nunca se volvería a repetir. Otra puerta se había cerrado a su paso y eran ya tantas…..

Cogió el coche de alquiler, y por la misma carretera de Tarragona, se dirigió a Benicarló, donde tenía el apartamento donde vivía, cuando llegó, hizo lo que tenía por costumbre desde Menorca, comprar todos los periódicos de tirada nacional, recogió la correspondencia,  abrió la casa y revisó por encima como estaba todo, la señora de la limpieza había pasado por allí, lo hacía una vez por semana cuando estaba fuera, a regar las plantas, echar una ojeada y limpiar si hacía falta. Tenía que ir al banco, a arreglar unos papeles, pero ya era tarde, iría mañana por la mañana.

Se preparó algo para cenar y se puso a escuchar la tv mientras revisaba el correo, nada, cuatro facturas, varios anuncios y el aviso de pasar a recoger la nueva tarjeta de crédito por el banco.
Revisó la prensa de arriba abajo, nada, no decían nada sobre los hechos, todo parecía tranquilo menos los políticos de España en periodo de elecciones, la crisis cada vez se veía más negra, pero nada más.

A la mañana siguiente fue al banco, arregló lo de la tarjeta y otras cosillas, luego consultó dónde se podría invertir un dinero que le tenían que pagar y prefería algo que aunque no le diese mucho, tampoco se viera demasiado.

Terminadas las gestiones, le dejó a  la Sra. Herminia un sobre con dinero para que se cobrara lo que le correspondía y por si salía algún imprevisto, le dio el número del  teléfono de tarjeta prepago y le dijo que estaría ausente seguramente un par de meses.

Cogió el coche y se dirigió al aeropuerto de Madrid, allí lo devolvió y se fue a  la estación del AVE, sacó un billete para Barcelona en el primer tren, subió a él, se puso los auriculares para oír música y entornó los ojos, pero no durmió en todo el viaje, por entre los párpados medio abiertos tenía controlado todos los movimientos del vagón, no sabía nada de todo lo ocurrido, pero sospechaba que quizás lo estarían buscando y pensó que lo mejor era dejar el menor rastro posible.

Ya en Barcelona, cogió un tren que le llevó muy cerca de La Escala, a Figueras y allí un autobús de línea que lo dejó en el centro de La Escala, desde allí, andando, fue hasta el puerto en el otro extremo, su barco estaba como lo había dejado, nadie parecía mirarle o vigilarlo, pasaba totalmente 
desapercibido. Entró en las oficinas y preguntó si había algún recado para él, nada, negativo, ninguna noticia decía nada de los muertos en Menorca, en realidad la única persona que podía relacionar a Lara con él, era el taxista que la había llevado a la puerta de la marina de Benicarló y no vio el barco y ni a él, era de noche y bastante trabajo tenía con bajar el baúl del coche.

Pasó 15 días en el barco, no dejándose ver mucho, le llamaros un par o tres veces para alquilarle el barco, pero pensó que era mejor decir que estaba ocupado para el resto del verano, todas las veces comentó que estaba en diferentes puertos del Mediterráneo español.

Cuando pasaron los quince días que había pagado de amarre, se marchó, en el club dijo que iba a poblaciones del sur de Francia y puso rumbo hacia el norte, como hacía buena mar, decidió pasar el peligroso cabo de Creus y quedarse en LLansá, a muy poco tiempo de Francia, en un pueblo marinero que ahora,  estaba a rebosar y con constantes entradas y salida de embarcaciones de recreo.

Llevaba ya siete días comprando la prensa diariamente, había llamado a la Sra. Herminia por si había novedad y nada, Ricardo se iba relajando, se comportaba como un turista, conoció a una turista francesa, algo más joven que él y pasaron cuatro días, hasta que ella se fue a Paris incluso le dio sus señas por si se acercaba por allí.

El día 25 de Julio, por la mañana, hizo lo que cada día desde que marchó Michel, la francesa, desayunó y se fue a andar y a comprar los periódicos, luego se sentó en la terraza de una bar a tomar otro café y a leer la prensa, nada, todo tranquilo cuando en la última página, una pequeña nota, fechada el día 25 en Porto Pino, Cerdeña, en la playa habían aparecido dos cuerpos, al parecer una pareja, totalmente mutilados, parecía que los hubiese atacado unos lobos, animales que por allí no había.

Ricardo se puso pálido, se levantó, dio medio tumbo, no llegó a caer, pero el camarero se dio cuenta y le pregunto:

¿Se siente mal?

No, ha sido un pequeño mareo, pero ya se ha pasado, gracias.

Se alejó de allí y dijo para sí:

¡Dios mío! Si lo tiré a más de 100 millas de allí, no puede ser… salvo que sea el mismo… demonio.



FIN

jueves, 7 de febrero de 2019

LA MISTERIOSA DAMA DE NEGRO Capítulo V

Nuevo capítulo de "LA MISTERIOSA DAMA DE NEGRO" Este relato y otros más, los podeis encontrar el "EL VIAJE  I" de este mismo autor en la Editorial BUBOK.



EL VIAJE

La misteriosa dama de negro


Pedro Fuentes


CAPITULO V

La madrugada del día 26 avistó tierra, era Blanes, en la Costa Brava, allí era un buen sitio para fondear. Primero se acercó a la gasolinera del club, llenó los depósitos de agua y rellenó lo que le faltaba de gasoil, luego se dirigió a la bahía y fondeó, bajó la balsa auxiliar y se fue al pueblo a comprar comida y bebidas y sobre todo los periódicos.





Cuando volvió se tiró al agua, nadó un rato y luego preparó comida y se dispuso a leer los periódicos.
No habían identificado los cuerpos de Menorca todavía, estaban estudiando el ADN.

 Por lo demás, todo seguí igual, la economía no levantaba cabeza y los políticos habían desenterrado el hacha de guerra porque se aproximaban las elecciones.

A la mañana siguiente, volvió a bajar a tierra con la balsa auxiliar, hay por el lado sur de la bahía unos peñascos, a los que llaman “La puerta de la Costa Brava” en la playa del costado, hay barcas varadas en la playa, siempre encuentra algún pescador que le eche una ojeada a su balsa. Luego se adentra por las calles del centro del pueblo y compra lo que necesita.

Ese día, cuando compraba frutas y verduras en el paseo central del pueblo, allí ponen cada día sus paradas, vio que un hombre le miraba sin quitarle ojo, era aproximadamente de su misma edad pero algo más grueso, y el caso es que le resultaba conocido, el hombre se acercó a él y le dijo:

Perdone, ¿Vd. no es Ricardo?

Ricardo, con todo el estrés que llevaba encima le contestó:

No, no soy Ricardo, me llamo Francisco y he venido de vacaciones, Las últimas palabras no se le oyeron, asustado de que le hubiesen identificado por todo lo pasado, dio media vuelta y salió dando grandes y rápidos pasos, llegó a la playa, arrancó el fuera borda una vez en el agua la balsa y se fue a su barco, una vez allí, izó la auxiliar, puso el motor del barco en marcha, levantó el ancla y salió navegando rumbo al Sur. Cuando ya había hecho unas cuantas millas y no se le podía ver desde tierra, izó las velas y cambió el rumbo al N aprovechando que los vientos eran propicios, había decidido ir a algún pueblo cercano a la frontera de Francia, donde podría esconderse.

Llevaba ocho horas navegando cuando se serenó y empezó a leer los periódicos que había comprado, mientras tanto no se quitaba de la cabeza la cara del hombre barbudo.

De pronto se sobresaltó, en uno de los periódicos leyó:


“Corren rumores de que la hija de un político español, ha desaparecido, al parecer, por una indiscreción de uno de sus allegados, le había dejado una nota a su padre diciéndole que quería vivir tranquila con su novio donde nadie los conociera. Hasta la fecha no se sabía nada de ellos. Ricardo se cogió la cabeza con las manos, se estiró del cabello y dijo: ¡Dios! La que se ha liado o se va a liar”
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