TARDE DE TOROS
Pedro Fuentes
CAPITULO
IV
Cuando Paco D.
es trasladado a Zaragoza, llega semi inconsciente por los
tranquilizantes administrados para el viaje, al mismo tiempo llegan
su mujer y el amigo con el coche, acompañado por su mujer lo llevan
directamente a una habitación, su amigo se encarga del papeleo en
Recepción.
Paco Camino,
después de la operación practicada de urgencia, es trasladado a
Madrid donde empezó su recuperación.
A Paco D. se le
complica un poco a cogida con una infección de algún punto, por lo
que su estancia en el hospital de Zaragoza se alarga, mientras tanto,
la mujer de Paco D., que no se separa de su cama, así como Paco,
son tratados exquisitamente e incluso es visitado por casi todo el
cuerpo médico del hospital e incluso en su habitación siempre hay
flores.
Al cabo de tres
días, en los que Paco y su esposa son agasajados, un domingo, en el
que pasa a visitarlo un médico de guardia, al aproximarse a la cama
exclama:
Pero usted no es
Paco Camino.
Claro que no, yo
soy Paco Duato ¿Por qué me llama Paco Camino?
La verdad es que
guarda un cierto parecido, los dos más o menos de la misma edad, los
dos con el mismo peso aproximado, los dos morenos y el pelo rizado y
los dos heridos por asta de toros y en el mismo sitio.
A mí me gustan
mucho los toros y soy gran seguidor de Paco Camino, pero yo soy Paco
D. y no soy de Camas sino de Grañén, Huesca y ni siquiera sabía
que Paco Camino estuviese herido.
Cuando usted
ingresó, la persona que rellenó los formularios, dijo que en base a
ser quien era, rogaba que no se diese mucha publicidad, claro que
jamás dijo que fuese usted Paco el torero, solamente dijo: Paco, al
que cogió el toro.
Después de una
carcajada que por poco le salta algún punto Paco dijo:
No, a mi me cogió
una vaquilla en Benicarló y mi amigo que es un bromista, les ha
gastado una broma, sin mi consentimiento.
A partir de
entonces Paco Duato dejó de recibir flores y visitas, fue tratado
como un paciente más, sin tantos halagos.
Paco Camino, con
esa gran pasta de la que están hechos los toreros, se recuperó
rápidamente y volvió a sus fabulosas tardes de toros.
Paco Duato volvió
a sus obligaciones y a sorprender a las gentes con su magia, puesto
que es un gran mago.
Paco Duato. y yo
seguimos compartiendo la afición por los toros y de vez en cuando
nos reímos de la confusión organizada por su amigo.
FIN
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