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jueves, 24 de marzo de 2022

.....Y NO ESTABA MUERTA (Capítulo III)

 


....Y NO ESTABA MUERTA


Pedro  Fuentes


CAPITULO III



A la mañana siguiente del accidente, estaba en casa, recién levantado preparándome para ir al hospital cuando llamaron a la puerta, abrí y se presentaron dos hombres que me enseñaron unas placas y me dijeron que eran policías.

Les dije que pasaran y me dijo uno de ellos:

Hemos recibido una denuncia del Servicio Social referente al accidente de su esposa que dice que no quiso responder a sus preguntas.

¡Eso no es cierto! Esa señora, justo cuando estaba esperando que saliese un médico de atender a mi esposa, me hizo pasar a un despacho y poco menos que me acusó de violencia de género e intento de asesinato de mi mujer.

El trámite, dijo otra vez el policía, es que hay que analizar los hechos para localizar posibles delitos.

Repito, esa señora me empezó a interrogar como si yo fuese culpable y no tuvo ninguna consideración conmigo, como pese a mis contestaciones quiso empezar hasta con preguntas personales, le dije que no admitía que nadie me interrogase sin ser policía o un profesional serio.

Esa señora está capacitada y titulada para hacer las preguntas que crea pertinentes si sospecha que se ha cometido un delito, pero bueno, nosotros hemos venido a investigar el lugar de los hechos e interrogarle ya que existe una denuncia por parte de los Servicios Sociales.

Mire usted, estamos en un estado de derecho, les he dejado pasar para dialogar y responderles a las preguntas que buenamente me quieran hacer, pero como también ustedes actúan con animadversión contra mí, quiero hacerles saber que si lo que quieren es interrogarme, primero, tengo derecho a solicitar a mi abogado y la orden correspondiente para entrar en mi casa.

Ahora bien, si lo que quieren es que les cuenten lo que pasó, con mucho gusto, pero no crean que no conozco mis derechos y que me voy a dejar intimidar ni por esa…señora ni por un par de policías dispuestos a creer que están juntamente con la señora o señorita en posesión de la verdad, así que harían ustedes muy bien en pedirme las cosas con otras palabras y pensando en lo que yo estoy pasando por tener a mi esposa tan mal que los médicos dicen que lo mejor que puede pasar es que quede casi como un vegetal.

Y tal como dije en el hospital, estaba en el porche arreglando unas plantas, que por cierto las dejé a medias y allí están todavía. No sé si algún vecino me vio, yo si vi personas que pasaron por la calle pero absorto en lo que hacía, no vi ni quienes eran.

De pronto sentí un gran golpe dentro de la casa, fue un golpe largo, tardó varios segundos, dejé lo que hacía y entré corriendo, de hecho en el porche está todo todavía en medio salvo una pala pequeña que se quedó allí y cuando llegué ayer del hospital le di una patada porque tropecé con ella y por poco me caigo, pero como ya he dicho, corrí a dentro y al principio no la vi porque la puerta de la calle la tapaba.

¿Cuándo usted entró estaba la puerta abierta o la tuvo que abrir?

Normalmente, cuando estamos los dos en casa o estamos haciendo algo en el jardín, incluso hay una pieza para sujetarla, ésta que ven allí, dije señalando detrás de la puerta, para evitar que con la corriente se cierre. Ayer estaba abierta y sujeta, y la de la cocina también, ya que allí tengo un lugar para guardar las cosas de jardinería y estuve entrando y saliendo.

Pero como les digo, entré y me la encontré allí tendida, no la moví para nada, solamente le cogí el pulso y llamé pidiendo ayuda.

¿Por qué llamó a la policía?

De pronto me vinieron a la cabeza un montón de teléfonos, que si bomberos, protección civil, policía local, maltratos….. El único que estaba seguro era el 091 de toda la vida, la cuestión era no perder tiempo. Luego le fuse un pequeño cojín debajo de la cabeza.

¿Llamó primero o le buscó el pulso?

No lo sé, no puedo recordarlo, le miré el pulso y le miré el blanco del ojo, esto último no sé por qué lo hice, quizás porque lo he visto hacer.

Cuando llegamos al hospital con la ambulancia, me enviaron a rellenar formularios y luego me dijeron que fuese a la sala de espera que me llamarían.

Cuando me vinieron a buscar, me pareció que era muy pronto y me dio un vuelco el corazón, aquella mujer, por cierto muy desagradable se puso en plan inquisidor y sencillamente la mandé a paseo por no enviarla a otro sitio, me considero una persona agradable, educada y simpática, pero hay cosas por las que no paso, y una de ellas es esa falta de consideración con las personas y ese querer parecer que se está por encima de todo sin pensar entre otras cosas que la persona que tienen enfrente están sufriendo.

Bueno, creo que ya está todo, ¿Nos dejaría que viésemos la escalera por donde cayó?

¿Ha tocado algo?

No, solamente la señora de la limpieza que vino ayer, quitó la mancha de sangre, lo demás está igual. Miren, esta es la escalera y supongo que rodó desde arriba, no lo vi, he mirado si pudo tropezar con la alfombra que hay en el descansillo de arriba.

¿Tienen algún animal doméstico? ¿Perro o gato con el que pudiese tropezar?

No, no tenemos, ni críos que pudiesen dejar juguetes por medio. Estamos los dos solos.

Los dos policías subieron las escaleras, miraron y midieron todo y bajaron de nuevo.

Bueno, no le molestamos más, creemos que todo está claro, cuando su esposa despierte le pediremos que nos explique qué le pasó, mientras tanto le deseamos que se cure cuanto antes y todo quede en un susto.

No es eso lo que dicen los médicos, parece ser que ha perdido la movilidad por lo menos de cintura para abajo.

Salieron los policías y a continuación lo hice yo para ir al hospital

Cuando llegué al hospital, antes de entrar a ver a Gertrudis me llamó a una pequeña sala en neurólogo que atendía a mi esposa.

Mire, señor Ramón, el estado de su esposa está estable, no parece haber mejoras ni tampoco mayor gravedad, le hemos hecho muchísimas pruebas y no responde a nada, pero sin embargo, la lesión de la columna vertebral, que es grave, porque ha perdido totalmente la movilidad de las piernas no es razón para otras muchas cosas, el golpe y rotura del cráneo no parece afectar ni a la vista ni al habla, todavía persiste la inflamación y hay que esperar a que remita, pero no hay derrames ni daños importantes, además la fisura es limpia y no ha habido desplazamiento del hueso ni pérdida de masa encefálica. Pero no responde a los estímulos, se le han hecho encefalogramas, TAC y demás pruebas. Seguiremos teniéndola en observación en la UVI mínimo unas setenta y dos horas más, pero si persiste la tendremos que enviar a planta para poderle hacer la mayor rehabilitación posible, aquí se le hace algo, todo a base de moverle las articulaciones, pero allí le podremos hacer más cosas. Pero lo interesante sería que recobrara el conocimiento.

¿Puede pasar mucho tiempo para eso?

Es impredecible, porque es que no hay causa aparente. Primero le quitaremos el oxígeno y la respiración asistida para ver cómo reacciona. Luego veremos qué podemos hacer.



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