Mi lista de blogs

jueves, 26 de diciembre de 2024

LA HIGUERA (Capítulo VIII)

 

LA  HIGUERA

 

Pedro  Fuentes



CAPITULO VIII



               Al fin es jueves, a las siete de la tarde comenzará el pleno municipal, las fuerzas están bastante igualadas, por un lado, Manolo y los suyos, en el otro bando la Iglesia, con Fernando al frente, las Hijas de Santa Marina.

               El único que no sabía lo que pasaba ni lo que podría pasar y seguía elucubrando cómo arreglar lo de su campanario, era don Florián. Nadie quería imbolucrarlo. Sabían que él no era partidario de dividir a la comunidad. Prefería que se cayera la torre a enemistar a parte de sus fieles o infieles.

               Manolo, en su despacho se sentó en su sillón y abrió el periódico, primero ojeó los titulares, luego fue bajando la vista por la primera página y leyó un titular un poco más pequeño; “LA IGLESIA DE SANTA MARINA EN PELIGRO” Un sudor frío le brotó en la frente, leyó y releyó el artículo que Ricardo había escrito con pelos y señales, además de lo hablado con la maestra, había incluido una encuesta entre varios vecinos de la villa, ese golpe no se lo esperaba, entonces recordó el día del restaurante, eso era cosa de la maestra, se iba a enterar esa…., no se acuerda que es la maestra de la Escuela Municipal.

               Cuando se corrió la voz, los periódicos se agotaron, en dueño del kiosco de la prensa dejó a su mujer en el local, cogió su coche y fue al pueblo de al lado a por más ejemplares.

               A Tim le avisaron del artículo, corrió a comprarlo, pero ya estaba agotado, por lo que se fue al bar, que siempre lo compraba, allí lo leyó y pensó entre dientes: Manolo me la ha jugado, sabía algo y me echó a los leones para él salir airoso pasase lo que pasase, así que pensó cómo salir del embrollo, se acordó de algo y salió corriendo, llamó a su sobrino, el que había solicitado la licencia para el taxi y le dijo, Efraín, me tienes que llevar ahora mismo al pueblo de al lado, es urgente y además puedes quedarte sin licencia.

               A las siete de la tarde comenzó el pleno, la sala de juntas estaba a tope todas las Hermanas de Santa Marina llevaban entre otras cosas el periódico del día. Ricardo estaba allí para seguir el acto. Manolo y Tim habían convocado a todo los “progres”.

              Luis, el secretario, leyó el orden del día, el tema de las basuras estaba consesuado con la oposición y se aprobó de inmediato, en lo tocante a las fiestas patronales hubo sus más y sus menos porque las peñas querían más subvenciones; quería la oposición que la corrida de toros fuese con un mejor cartel. Tim se opuso porque estaba intentando crear una ONG antitaurina. Tanto el alcalde y los suyos, así como la oposición le negaron a Tim su solicitud así como la subvención que pedíia para su grupo antitaurino.

               La oposición de administrativo, también estaba bastante “concertada”.

               Se pasó al punto cuarto, “La higuera”. Abrió el turno de palabras el alcalde haciendo un breve resumen de los hechos. Ya entonce se oyeron algunos silvidos y ligeros abucheos. Cuando le dio la palabra a Tim, éste estaba bastante nervioso, todas las “Hermanas”, que habían copado las primeras filas, se pusieron el escapulario. Rosendo y Rodrigo desplegaron el estandarte, la fila última de la Hermandad, desplegaron unas pancartas pidiendo la protección y cuidado del Patrimonio Histórico del pueblo.

               Lo primero que se le ocurrió decir a Tim fue que aquel edificio era el Ayuntamiento era laico y como tal no se permitían signos religiosos, el griterío fue monumental. Al otro lado de la plaza, en la vicaría, el único vecino que no había ido al pleno, oyó el jaleo. Entre las voces, silvidos y exabructos contra Tim, Fernándo, levantando la voz, gritó:

               ¡Señor Timoteo!, ¿Por qué no preguntamos al pueblo si quier ser laico o no?, además, en este mismo lugar acabamos de tratar de las fiestas patronales de SANTA MARINA. Así que cíñase al orfen del día que es “LA HIGUERA” ¿VAN A SOLUCIONAR LO DEL CAMPANARIO SI O NO?. Porque si es no, habrá que tomar otras medidas más drásticas.

               En fin, dijo Tim: he estado en tratos para solucionar el asunto, yo vengo aquí para aportar soluciones y creo que el grupo de gobierno de este Ayuntamiento lo habremos conseguido ¿De acuerdo, Manolo?

                Si, el camarada Tim ha hecho un buen estudio del asunto y ha conseguido, con un buen trato que el próximo viernes, a la seis de la tarde se solucione el problema, para lo cual todos los vecinos están invitados.

miércoles, 18 de diciembre de 2024

LA HIGUERA (Capítulo VII)

 

 

LA  HIGUERA

 

Pedro  Fuentes

 

 

CAPITULO VII



               Manolo salió y se dirigió a la farmacia. Quería hablar con el farmacéutico, por si su esposa le había contado algo sobre el campanario.

               Al medio día llegó Ricardo al pueblo como había quedado con la maestra, como era temprano, se dedicó a hacer fotografías a la iglesia y al campanario, con especial atención a la higuera y al nido, luego se dio una vuelta por la plaza y preguntó a varias personas que por allí pasaban si habían visto la higuera en el campanario y si pensaban que podía perjudicar a la torre. A la una menos cinco se dirigió a las escuela y cuando llegó se cruzó con los niños que salían de clase, en la puerta estaba Isabel esperando con esa sonrisa que siempre dibujaba su cara. Se saludaron y quedaron en comer juntos en el restaurante que había yendo hacia el Ayuntamiento.

               Nada más entrar se encontraron con Manolo y Servando, el farmacéutico que estaban en una mesa, arrinconada tomando unos vinos y charlando. Isabel y Ricardo les saludaron y fueron al salón contiguo, el restaurante propiamente dicho.

               Manolo, después de saludarles dijo en voz baja al boticario: ¿Qué estarán tramando estos? El es el periodista del periódico “La Provincia” y ella es de la “hermandad”. Seguro que están tramando algo contra el Ayuntamiento, además quieren discutir lo de las tórtolas en el próximo pleno.

               Pues lo mejor es empezar a movilizar a gente de los nuestros para acallar a tanto mea pilas.

               ¿No está tu mujer con ellos?

               Si, pero he intentado sonsacarle algo y no ha dicho ni pío. Conociéndola como la conozco, si no dice o cuenta algo; y se pasa el día canturreando por lo “bajini“ quiere decir que están preparando algo, así que tente con cuidado y desconfía de todos

               Ya lo hago, también está mi novia y miedo le tengo como saque su mal genio. Por de pronto, ha dicho que rompe nuestras relaciones porque no quiero casarme por la iglesia. Además Fernando, “el de la oposición” está con ellas. Yo he hablado con Tim y está listo para el ataque, así que lo pondré por delante para que si hay palos, se los lleve él.

               Desde allí mismo, Manolo llamó al ayuntamiento, y le dijo al secretario:

               !Luis¡ Llama a Tim para que venga y en cuanto llegue pasáis los dos.

               Mientras tanto, en el restaurante, Isabel y Ricardo hablaban animadamente recordando tiempos pasados, luego entraron al tema del campanario y la guerra que se iba labrando contra Manolo y los suyos.

               No te preocupes, “Isa”, Ya he avisado al periódico que me reserven un lugar en primera plana para mi artículo, irá acompañado de una foto que ya tengo, con la higuera y las tórtolas, haré hincapié en que está solicitado nombrar a la iglesia Patrimonio Nacional, habrá un poco de historia y la negativa de que el ayuntamiento, con su alcalde al frente, se nieguen a presupuestar una pequeña cantidad en mantener en condiciones un monumento histórico que no solo pertenece a a la Iglesia sino a todos los vecinos sean cuales fuesen sus creencias y que aportarían al pueblo, ganancias por el turismo que conlleva el ser declarado Monumento Histórico.

               Muy bien, te vamos a tener que nombrar cofrade de honor de las Hermanas de Santa Marina.

               Tendréis que cambiar el nombre por Hermanas y Hermanos de Santa Marina. Los dos rieron y siguieron con su charla de viejos amigos.

               Cuando el alcalde y Servando se despidieron, Manolo fue al Ayuntamiento, donde Tim y el secretario le estaban esperando. Pasad, pasad los dos, vereis, la oposición ya ha presentada la interpelación, ¿Que hay para tratar el jueves?

              Luis, sacando una hoja de papel, dijo:

               No mucho, Está lo de la nueva licencia de taxi, solamente hay un solicitante, del partido, luego está la ampliación del contrato de recogica de basuras, y la convocatoria de un auxiliar administrativo para la secretaría además de el programa de las fiestas.

               Ponlo todo por este orden, dijo el alcalde:

               Primero lo de las basuras, luego las fiestas, después el administrativo, detrás la higuera y después la licencia del taxi. Supongo que ya está todo medio apañado.

               Tim, por el carácter de la ecología y el urbanismo, empezaré yo a defender lo del campanario y te daré la palabra, Si en algún momento se pone tensa la cosa, siempre nos queda designar una comisión para el estudio de las soluciones. Y ahora, como es la hora, nos iremos a comer, el alcalde invita.

 

jueves, 12 de diciembre de 2024

LA HUGUERA (Capítulo VI)

 

 

 

 

 

 

 

 

LA  HIGUERA

 

Pedro  Fuentes

 

 Capítulo  VI



               Lolita llegó a su casa. Su marido esta sentado frente al televisor, encendido, pero leyendo el periódico, sin levantar la vista, saludó a su mujer. ¡Hola! ¿Queda mucho para cenar?.

               Si tú no has preparado nada, lo que yo tarde en preparar la cena.

               ¿Habéis arreglado en mundo? Dijo Servando sarcástico con una ligera sonrisa.

               No, pero ya falta menos, cualquier día de estos puede que empecemos a arreglarlo echando fuera a tanto “moscardón”.

               Julita entró en su casa y su madre la estaba esperando. ¿Habéis hablado del tema del campanario? Le dijo.

                Si, pero parece que por las buenas no se conseguirá nada.

               Pero ¿Has hablado con Manolo del tema?

               A ese ni me lo nombres, todo lo hace de cara a la galería, lo único que quiere es ascender en el partido e ir a las elecciones regionales.

               Pero Julita, ¿Vas a tirar por la borda tantos años de noviazgo? No es mal chico, lo único que le pasa es que está como un niño con zapatos nuevos, si usaras un poco de mano izquierda, verías como pasaría por el aro como todos.

               No, mamá, a Manolo se le ha subido el cargo a la cabeza, encima está el ecologista ese de Timoteo, que le hace la ola por unas migajas de poder. No pienso hablar con Manolo hasta que no salga de sus trece.

               ¡Julita! Ya tienes una cierta edad y Manolo ha sido tu novio de toda la vida.

               Pues me quedaré soltera, no voy a cambiar mis ideas por un novio que encima prefiere al partido a mi.

               ¡Ay! Si tu padre viviese, con las buenas tierras que tienen tus suegros y él hijo único.

               Pues que se las coma con sus camaradas y ojalá lo hagan diputado para que se largue. ¡Y no vuelvas a decir ni “suegro” ni “novio” ni “leches”!

               ¡Ay! Hija qué mal hablada eres.

               Isabel llegó a la escuela, donde tenía, anexa su casa y lo primero que hizo fue preparar las clases del día siguiente, luego se lavó la cabeza y se preparó la ropa que se iba a poner mañana, venía Ricardo a hacer el reportaje y quería estar guapa, hacía más de un mes que no lo veía y quería estar bien visible. Conocía a Ricardo desde que estudiaba en la Escuela Normal de Magisterio en Madrid en Rios Rosas, luego sus vidas habían tomado rumbos diferentes y se encontraron de nuevo al cabo de los años, luego coincidieron cuando a ella la destinaron allí de maestra y él se fue a vivir al pueblo de al lado.

               Cuando M.ª Carmen llegó a su casa, Fernando, su marido le estaba esperando.

               ¿Habéis hablado sobre la higuera en la reunión?

               Si, estamos a la espera del pleno, pero según como esté la cosa, llevaremos preparadas pancartas para abrirlas según vaya la cosa, boicotearemos el pleno.

               Bueno, yo me voy ahora al partido, vamos a hablar sobre el asunto y esperamos que la interpolación al alcalde, quiera arreglar algo, las elecciones están a la puerta de la esquina y Manolo ni puede ni quiere perder un solo voto y depender de Tim. Este tiene muchas ansias de poder y si queda otra vez como partido bisagra, intentará chantajear a Manolo para seguir haciendo locuras en urbanismo, es capaz si lo dejan, de dejar el pueblo como peatonal.

               A la mañana siguientes, Manolo le preguntó a Luis, el secretario si Fernando había traído una interrelación sobre el asunto de la higuera.

               Si, contestó Luis, la registró en el último momento para que entrase en el próximo pleno.

               Luego te llamaré al despacho para hablar de este asunto y del resto del pleno, dijo el alcalde . Ahora voy a salir a hacer una gestión, en media hora volveré, si hay algo urgente, lo atiendes o que esperen

jueves, 5 de diciembre de 2024

LA HIGUERA (Capítulo V)


 

 

LA  HIGUERA

 

Pedro  Fuentes

 

CAPITULO V



               Al mismo tiempo, en el local que al lado de la sacristía, en el ropero parroquial, donde las Hijas de Santa Marina se reunían, trataban el tema de la higuera sin que D Florián se enterase.

               Acudirían todas al pleno municipal y en el momento de tratarse el tema, todas ellas se pondrían el escapulario de la Hermandad de Santa Marina y si se ponían impedimentos a la obra, abuchearían al alcalde o al concejal que tratase el tema.

               Además, mientras llegaba el día del pleno, había que echar leña al fuego para caldear el ambiente y meterle presión a Manolo y los suyos. Dijo Julita.

               Isabel, la maestra, comentó que podían avisar a Ricardo, el corresponsal del periódico La Provincia, para que escribiese una nota de lo que pasaba en el pueblo.

               Lolita, la mujer del boticario, dijo:

               Si llega el caso, si no dan vuelta atrás los del ayuntamiento, podemos organizar un movimiento de “fuerzas vivas” y amenazar a nuestros maridos con una huelga de amas de casa con todas las “consecuencias”, hasta que los maridos apoyen la causa.

                Después de una hora hablando sobre el tema, quedaron en empezar la campaña en sus casas.

               Mª Carmen quedó en informar a su marido, sobre las ideas que pensaban llevar a cabo.

               Isabel, desde allí mismo, llamó a Ricardo y quedó con él para el día siguiente, después de la escuela. Ricardo que bebía los vientos por la maestra, no dudó ni un momento.

               Desde su mesa del despacho, la cual había sido puesta por el alcalde de manera estratégica para contemplar a todas las personas que pasaban por la plaza y con quién se reunían; Manolo vio como por el lateral de la iglesia salían las mujeres de la Hermandad de Santa Marina, no podía saber de qué hablaban, pero usando los prismáticos que siempre guarda en un cajón de la mesa, pudo ver que los rostros encendidos de las mujeres y el corrillo que se formó alrededor de su Julita, no era lo normal, algo se traían entre manos y sospechaba de qué iba el asunto.

               Maldita higuera, malditas tórtolas y maldito cura, pensó; sacó un cigarrillo y lo encendió mientras del mueble bar que se hizo instalar en su día, se sirvió un trago largo de “Chivas”.

               Decidió ir a la farmacia a comprar alguna cosa, quería hablar con Servando, anticlerical de izquierdas y esposo de Lolita, una de las más radicales de la Hermandad de Santa Marina; quizás pudiese sacar algo en claro, pero no iría en ese momento, esperaría al día siguiente para darle tiempo a la mujer a contarle algo al farmacéutico.

               Manolo, llamó al secretario, Luis; y le pidió que le informase sobre el orden del día del próximo pleno y cómo estaban los diferentes temas. Este le dijo que a media mañana del día siguiente le informaría al detalle.

               Al final, se disolvió el corro y quedaron Lolita, Isabel y Julita, las tres llevaban casi la misma dirección y siguieron hablando del mismo tema, Isabel les contó que había quedado con Ricardo al día siguiente para tratar del asunto; Lolita les dijo que nada iba a explicarle a su marido de lo tratado, porque sospechaba que dada su amistad con Manolo, lo mismo le sonsacaba algo de los planes de las “Hermanas”.

                Cuando llegaron a las escuelas, Isabel se despidió de sus amigas y se fue a su casa, Lolita y Julita siguieron cien metros más hasta la farmacia donde quedó sola la presidenta hasta su casa.