LA HIGUERA
Pedro Fuentes
CAPITULO IV
Cuando Tim llegó al ayuntamiento, Manolo había dado orden de que le avisasen inmediatamente, así que lo hicieron pasar a su despacho, donde Manolo lo recibió yendo a su encuentro y dándole un estrechón de mano como si hiciese más de un mes que no lo viese.
Manolo era un alumno aventajado de su partido en las clases que les daban para que se ganasen las simpatías de sus aliados y enemigos políticos.
¡Hola! Tim, ven, sentémonos aquí en los sillones, contigo no hay mesa de despacho por medio, estaremos mejor en los sillones, toma, fumemos unos puritos mientras charlamos ¿Quieres tomar una copa?
No, gracias, ahora no, voy a comer dentro de poco y me quitaría el apetito.
Hablando de apetito, me han llamado de la Autonomía para darnos instrucciones sobre las facturaciones, quiero que te vengas conmigo, verás qué comilona nos vamos a pegar luego.
Cuando estuvieron sentados encendieron los puros y Manolo dijo:
Mira, Tim, ha surgido un problema con el cura y la iglesia, ha salido una higuera en la torre del campanario y además hay allí dos tórtolas haciendo nido, el cura dice que quiere que el ayuntamiento le solucione el problema con la brigada municipal, o sea, que paguemos nosotros. No es por el dinero, no creo que suba mucho, pero no quiero darle la satisfacción al cura.
Y yo menos, dijo Tim, además, ¿Qué intentan? ¿Destruir un nido de tórtolas y una higuera?, de eso nada, nosotros somos ecologistas.
Resulta, contestó Manolo, que Fernando, se ha puesto de parte del cura y quiere que tratemos esto en el próximo pleno.
¿Quién, el facha ese que está siempre incordiando y poniendo pegas a la modernización del pueblo? Pues va listo, que se vaya con su cura y sus beatas a pedírselo al obispo y si no al papa. No podemos ni debemos dejar que gasten el dinero del pueblo en caprichitos de dios cuando hay tanto paro y pobreza en el pueblo.
Lo que tenemos que hacer, dijo Manolo, es en el próximo pleno, abordar el asunto pero de pasada; queda poco para las elecciones y este asunto, de cara a ellas, puede tener más repercusión que muchos asuntos importantes, ten en cuenta que de nuestro lado hay algunos que pese a ser de los nuestros, sus mujeres e hijas están de parte del cura y ya sabes que como a ellas se les cruce, harán la vida imposible a sus maridos e hijos.
La pena es que no les podamos quitar el voto a las mujeres como ya hicimos en 1.931, así se podría eliminar la influencia de los curas en la sociedad femenina española, dijo Tim.
Tampoco hay que pasarse, dijo Manolo en tono moderador y democrático, debemos ganar esta moción sin que se sientan ofendidos y de todas las formas, si le viésemos las orejas al lobo, recapitularemos diciendo que veremos de incluirlo en los próximos presupuestos puesto que ya no queda asignación para ese tipo de imprevistos.
Bueno, bueno, ya iré preparando algo y te lo comentaré y si a ti se te ocurre alguna cosa, lo comentaremos también, dijo Timoteo.
Mientras tanto, Fernando, reunido con su grupo empezaron el estudio del asunto a tratar en el pleno, llegaron a la conclusión de que tal como se solicitaría en la interpelación, se preguntaría al alcalde, sobre todo, recalcando que estaba pedida la inclusión de la Iglesia de Santa Marina en el Patrimonio Nacional, lo cual acarrearía la llegada al pueblo de visitantes, además de que el Ayuntamiento quedaría como ejemplo de la incultura si no se cuidaban los tesoros que pertenecían no ya al pueblo sino a toda la nación.
La iglesia de Santa Marina era una de las más antiguas de la provincia, ya que había sido construida bajo la advocación a Santa Marina por un capitán de los tercios, gallego, a su paso por el lugar en la reconquista en 1231, o sea incluso antes de que este capitán devoto de Santa Marina llegase a hacer construir la también iglesia a la Santa en la capital cordobesa bajo las órdenes de Fernando III.
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