Hoy comienzo esta temporada con un relato de una historia que sucedió en 1970, es una historia de toros que ocurrió, llena de casualidades, a veces la realidad supera a la fantasía. A mi, como vereis en la historia, me la contó uno de los protagonistas, espero que por lo menos os haga reir un poco.
Y ahora, como estreno exclusivo en este cuarto año................
TARDE DE TOROS
Pedro Fuentes
Este relato está
basado en hechos reales y quiero dedicarlo a Paco Duato, mi amigo, y a Paco
Camino, ese gran torero del que fui seguidor y que estoy seguro de que no
conoce parte de esta historia.
Capítulo I
25 de Agosto de 1.970 en Benicarló, las Fiestas Patronales
en honor a San Bartolomé, Abdón y Senén, estos dos últimos conocidos por “Els
Sants de la Pedra” (Los santos de la piedra). Quiero hacer un inciso para
explicar el por qué. Estos dos santos en la comunidad Valenciana, fueron
considerados protectores de la agricultura y como tales se les invocaba
protección contra el granizo (pedrisco), pedra en valenciano.
Benicarló es un bonito pueblo de la costa norte de
Castellón, entre Peñíscola al sur y Vinaroz al norte, población de tradición
marinera y agrícola con grandes playas y un puerto que se construyó entre 1932
y 1944.
En 1970 Benicarló
contaba con unos 13.000 habitantes
Todo está preparado para “els bous a la mar”, fiesta típica,
en un recinto cerrado por tres sitios y el cuarto, abierto, pero encima de una
explanada del muelle y con la única salida el mar. Se suelta una vaquilla y los
mozos se dedican a citarla y correr delante de ella para intentar que llegando
al borde del mar, el animal caiga al agua.
Paco y su mujer, llegaron a Benicarló el día anterior,
estaban de paso, venían de Valencia y habían salido de Zaragoza donde se
acababan de casar, la idea era seguir subiendo por la costa hasta llegar a la
frontera de Francia, luego ya verían.
Aquella mañana decidieron acercarse al puerto para ver las
vaquillas, una vez allí, su mujer se sentó en unas gradas instaladas para ver
el espectáculo, Paco, aficionado a los toros y animado por el ambiente se
descolgó por las barras de las gradas y se quedó al pie de donde estaba su
mujer.
La vaquilla a la que estaban corriendo, la citaron con un
jersey rojo desde el lado de Paco, el bicho se dio por aludido y corrió hacia
el mozo que la citaba, varios mozos que por allí estaban, se dispusieron a
trepar por los barrotes, Paco no anduvo muy ligero y en su barra subieron dos
mozos, cuando él quiso empezar a trepar, tuvo problemas, subió, pero no tenía
espacio suficiente, además la barra estaba mojada se supone que por el sudor de
los que treparon delante de él, el caso es que resbaló y terminó cayendo, con
tan mala fortuna que su muslo derecho fue a parar sobre un cuerno del animal y
hasta sin quererlo, le clavó el asta abriéndole una herida que le tuvieron que
dar treinta y tantos puntos de sutura
y que estuvo muy cerca de perforarle la
femoral.
Fue llevado de urgencia a Castellón. Donde calificaron la
cornada de “pronóstico reservado”.
Allí estuvo internado tres días, al cabo de los cuales, un
compañero de trabajo de Paco, a petición de éste se trasladó a buscarlo, para
que lo siguiesen tratando en Zaragoza ya que la mujer no tenía carnet de
conducir.
Junto con una ambulancia que trasladó a Paco, el amigo llevó
el coche de Paco y a su mujer.
Llegaron a Zaragoza y Paco fue internado en el hospital Miguel Servet, conocido en el año que
ocurrieron los hechos como “Residencia Sanitaria José Antonio” para ser
internado puesto que había síntomas de infección en la herida.
Allí estaría hasta que le diesen el alta.
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