Pero hasta entonces hoy publico el último capítulo de "ENTRE FANTASMAS".
La semana que viene empezaré a publicar relatos por orden más o menos cronológicos pero contando qué me inspiró y qué hay de realidad y de fantasía, se llamará genéricamente "YO CONFIESO" e intentaré añadir fotografías.
Y ahora.....................
ENTRE
FANTASMAS
Pedro
Fuentes
Capítulo
VI
A la mañana siguiente, nada más
levantarme llamé de nuevo a Lucía le dejé un nuevo mensaje: Lucía, por favor,
dime algo, estoy preocupado, luego pasaré por tu casa, porque tengo que salir.
Lo primero que hice fue ir a lavar
el coche por si quedaba alguna mancha de polvo y barro de los caminos del día
anterior, luego me fui a una gran superficie a comprar y llegué a casa como
hacía una vez por semana. Después de descargar el coche me fui andando hasta la
casa de Lucía, llamé por el portero automático, Me respondió Conchita que
estaba limpiando, al día siguiente vendría a limpiar a mi casa.
Conchita, ¿Está Lucía?
No, no está, ha debido salir muy
temprano porque no la he visto.
¿No ha dejado ninguna nota? Ayer
por la noche le dejé un mensaje y no me ha contestado, esta mañana le he vuelto
a llamar y tampoco ha respondido.
No, no ha dejado nada, además, me
fijado que la cama estaba hecha, no ha parecido dormir aquí, pensé que estaba
con usted.
No, no la he visto desde anteayer,
ayer tenía que ir por la mañana a la agencia de viajes y no he sabido nada más
de ella.
Encima de la mesa hay un sobre
grande de una agencia de viajes, pero no hay ninguna nota.
Volví a casa y llamé a su hermano,
no sabía nada y no había tenido noticias de ella desde hacía por lo menos
quince días.
Esperé cuarenta y ocho horas y
entonces fui a la policía, me comunicaron que no podían hacer nada, que era una
persona mayor de edad y no había nada que hiciese sospechar que la marcha fuese
forzada.
Pasaron las Navidades y el año
nuevo y nada se supo. A primeros de Febrero vino su hermano, estuvo hablando
con la policía, puso una denuncia, le pidió las llaves del piso a Conchita y se
hizo cargo de todo. Habló conmigo, le conté lo mismo que a todos.
A los pocos días vino la policía,
me preguntó por mi relación con Lucía, le conté lo de la amistad que había
habido entre los dos matrimonios y la que había seguido después de enviudar
ambos, le conté que habíamos tenido alguna salida al cine y a cenar o comer y
que teníamos previsto irnos de vacaciones juntos, pero había desaparecido unos
días antes y que yo mismo anulé las reservas el día de antes, con lo cual
perdimos casi todo el importe del viaje, en un sobre, en mi despacho estaba el
importe que correspondía a Lucía.
Era en Mayo cuando unos
excursionistas se encontraron unos restos humanos en las ruinas de la iglesia
templaria, el rigor del invierno, que llovió muchísimo y las alimañas del
bosque habían hecho su labor, no se pudo completar ni medio esqueleto, pese a
eso, llamaron a la familia por si podían recordar algo sobre alguna cicatriz o
dentaduras postizas. La policía descubrió por el hermano de Lucía la habitación
del macho cabrío. Inmediatamente todo se convirtió en un crimen satánico y se
dejó el caso por si más adelante se podía descubrir algo.
Nunca se resolvió el caso, lo
escribí todo, lo metí en mi caja fuerte con una nota diciendo que se abriese el
sobre y se leyese a mi muerte.
Si alguna vez este escrito cae en manos de alguien, será que ya he
muerto y que se sabrá mi venganza por lo que Lucía me hizo sufrir.
FIN
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