PLAN 2
Pedro Fuentes
Capítulo III
La cena, después del vino de honor, llegó como estaba prevista, en Altozano del Monte hay muy buena carne, tanto de cordero como de ternera, así que después de una opípara cena regada con buenos caldos, empezó el baile.
D. Cesar, que se las sabía todas, contrató a un presentador de renombre al que también representaba, como animador de la fiesta, éste, con una habilidad pasmosa hizo que todo el mundo participara, en concursos de belleza, bailes de la escoba, de farolillos, presentó a los mozos uno por uno y les fue buscando pareja, a los más votados en “míster” les asignó varias parejas e hizo que la noche se alargara y a nadie se le hiciese pesada, todo el mundo se divirtió y muchísimas personas entablaron una amistad de toda la vida.
Las cámaras desplazadas para el evento, filmaron todo lo que quisieron, se supone que luego lo darían en pequeños resúmenes.
Ya de madrugada las gentes se fueron a dormir y así estuvieron hasta casi las doce del día siguiente.
A la una tenían que reunirse en la plaza.
El cura, D. Jonás dijo la misa a las doce, como siempre, pero la concurrencia fue la habitual solamente.
Después de comer, las muchachas fueron a sus habitaciones y prepararon las maletas para a continuación partir, mientras la media banda tocaba “Y viva España”.
EPILOGO
Cuando los autobuses salieron, el Tío Paco llamó a su hija y a Pepita para empezar a recoger, no aparecieron.
Algunos mozos aprovecharon para poner alguna teja en la casa que empezaron por el tejado.
Otros mozos se hartaron de carne de cordero y vacuno pero nada más.
Genaro conoció no sabe si bíblicamente o no porque no ha contado nada, a una caribeña de ochenta y cinco quilos de redondeces.
Desde entonces a la salida de la misa de doce pide una limosna para irse a Cuba y con el cachondeo lo conseguirá pronto.
Muchas de las mozas volvieron al pueblo y se casaron, con los hijos que venían con ellas y los que nacerán para la próxima primavera se podrá abrir de nuevo la escuela que será multirrracista.
Carmela y Pepita se metieron de polizón en el autobús de Madrid. Se casaron con Jorge y Alejandro, los conductores y viven en Madrid muy felices. Vuelven al pueblo en vacaciones.
FIN
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