Y Así tremina este relato de "ASÍ DEJÉ DE FUMAR" .Espero que a alguien le ayude para no volver a fumar o por lo menos, entre risa y risa no fume, pero si lo hace, que piense en aquel que fue al médico y éste le dijo:
Con el tabaco se está usted matando lentamente,
Y el paciente le contestó:
Es igual, no tengo prisa.
Y ahora.......................
ASÍ DEJÉ DE FUMAR
Pedro Fuentes
SEGUNDA PARTE
CAPITULO III
Llegó
un momento en esta vida que me fumaba 25 brevas canarias, un paquete
de tabaco canario “HU”diario, algún cigarrillo liado con
picadura de pipa y una o dos pipas diarias de tabaco holandés.
Así
seguí hasta una cierta edad en la que mi mujer, que también fumaba,
no tanto como yo, solamente me igualaba en el paquete diario de
tabaco negro, por aquel tiempo Ducados, enfermó, tuvo una neumonía
que la mantuvo en el hospital por tres veces, cuando salió, se
planteó, lo peligroso que era el tabaco para ella.
Un
día que llegué a casa con un cartón de Ducados bajo el brazo, me
dijo:
He
pedido hora al médico para que me ponga a régimen porque he dejado
de fumar y no quiero engordarme.
Yo,
que siempre le había dicho que el día que ella dejase, dejaría yo,
le dije:
Me
lo podías haber dicho antes, acabo de comprar tabaco, pero como lo
dije lo cumplo, me fumo este cartón y lo dejo.
No
me fumé sino medio cartón, el resto lo guardé por si me entraba el
“mono” y una noche dije:
Como
mañana es 14 de Febrero, San Valentín, así me acordaré de la
fecha, éste es mi último cigarrillo.
Apagué
el cigarrillo, guardé los sobrantes de aquel paquete y cinco sin
empezar, varios puros, tabaco de pipa y mi colección de mecheros,
entre ellos siete u ocho Zippo y alguno mucho más valioso y hoy, 15
de Febrero de 2017,
hace
17 años y un día que no fumo.
Nuestra
perrita Linda, cuando íbamos a comprar tabaco, se sentaba y decía:
¡Guauuu!
¡Guauuuu! Que siempre tenía golosinas para perro le daba un trozo,
cuando la puerta estaba abierta y no entrábamos, se sentaba en la
puerta y hacía lo mismo. Al cabo de los años, una vez entramos en
el estanco a comprar sellos y Linda hizo la misma operación. No sé
por qué pregunté el precio de el cartón de tabaco negro, me lo
dijo la estanquera, hice un calculo mental y le dije a la mujer:
Mira,
desde que dejamos de fumar nos hemos ahorrado “X”.
Esa
fue la primera vez que a Linda no le dieron su golosina, tardó mucho
tiempo en comprender que ella también había dejado de fumar.
Muchas
noches me despierto y todavía estoy soñando que tengo un cigarrillo
entre los dedos.
Los
cigarrillos que tenía en casa, los regalé a los 5 años.
Aunque
intenté hacer régimen, me engordé, pero ahora me canso menos,
saboreo mejor las comidas, los olores los percibo mejor, aunque hay
algunos que me dan ganas de fumar.
A
mi médico le dije:
Cuando
cumpla los 70 volveré a fumar, porque ya no me podrá matar,moriré
de otra causa.
Siembre
digo que dejé de fumar por bocazas ¿Por qué le diría a mi mujer:
Si
tú dejas, yo también dejo de fumar.
Dejar
de fumar es fácil, solamente hay que querer y ser un bocazas.
FIN
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