... Y NO ESTABA MUERTA
Pedro Fuentes
Capítulo V
Cuando
me llamaron no lo podía creer, me comunicaron que había abierto los
ojos pero que eso podía ser un síntoma muy bueno pero también el
principio de una larga y penosa rehabilitación.
Dejé
todo lo que estaba haciendo y salí rápidamente para el hospital,
entré a la UVI pese a que no era hora de visita, estuve con mi
mujer, le dije que estaba allí, que me dijera si me oía y me
respondió con un abrir y cerrar de ojos afirmativo, le comuniqué
que no podía permanecer allí más rato y que iba a hablar con el
doctor, que luego, a la hora de visitas volvería y que además le
tenían que hacer muchas pruebas.
Salí
y una enfermera me comunicó que el doctor me estaba esperando.
Entré
en su despacho y se levantó de la mesa para darme la mano y
felicitarme.
Bueno,
su esposa ha dado un paso muy importante, pero hay un problema,
después de todos los exámenes realizados, no hay ninguna razón
para la pérdida total de movilidad, salvo la de las extremidades
inferiores que hoy por hoy la medicina no tiene solución para ella,
hay una rotura de dos vértebras y la médula espinar que le ocasiona
una invalidez total en las piernas, el resto del cuerpo, no hay causa
ninguna para que esté paralizada, su cerebro aparentemente no está
dañado físicamente, pero es un campo muy desconocido su interior,
así que podemos pasar mucho tiempo sin mejoras, puede recuperar
alguna movilidad y algún sentido, como ha recuperado la vista, el
movimiento de párpados y ojos y el raciocinio, le hemos hecho
pruebas, todavía solamente una parte y su cabeza responde
correctamente, tiene una lógica correcta y unos reflejos mentales
de una persona normal. Por eso puede ser problemática la
recuperación, porque no hay causa física para la inmovilidad.
Quizás se recupere poco a poco o se cierre y quede dormida para el
resto de su vida o pasen años, cuanto más años pasen peor será,
porque sus músculos y nervios se irán agarrotando.
Mañana
le pasaremos a planta y la someteremos a una rehabilitación total,
así que hoy ya no podrá pasar a verla, cuando venga mañana a
primera hora la llevaremos a planta y queremos que usted esté
presente, es posible que en esa rehabilitación, sobre todo la
psíquica porque no conocemos qué le hace seguir así y quizás nos
pueda dar la clave.
Nos
tendrá que rellenar un cuestionario para que sepamos qué preguntas
hacerle, son cosas sobre todo de la vida de ella y ustedes antes del
accidente, por ejemplo si trabajaba y en qué, como fue su vida en
común, relaciones, si tienen más familia, qué hobbies tienen, si
hablaba otro idioma, afición a la lectura, etc.
Ahora
cuando salga, mi enfermera se lo dará y le señalará un despacho
donde pueda rellenarlo.
El
doctor llamó a su enfermera y ésta entró, recibió las
instrucciones e hizo que le siguiese, me acomodó en un pequeño
despacho sala de estar y me entregó un cuadernillo y un lápiz.
Cuando
termine, yo estaré aquí fuera, tómese el tiempo que necesita.
Estuve
hora y media para responder a todo tipo de cuestiones incluidas de
nuestra vida sexual en común.
Después
de terminar, salí, le di el cuadernillo a la enfermera y quedé en
volver al día siguiente a las nueve y media.
El
resto de la mañana lo pasé llevando el parte de baja a la empresa
donde trabaja la mujer, una multinacional en la que ejercía de
administrativa, estuve hablando con su jefe de relaciones laborales y
le expliqué la situación, le indiqué que en principio había que
esperar pero que salvo un milagro, habría que solicitar la
inutilidad total, en este caso, la empresa tiene un seguro colectivo
y un plan de pensiones del que se podrá disponer su fuese necesario
y la Seguridad Social empezaría a pagarle como pensionista, que
gracias al tiempo cotizado y a los años, sería una cantidad
bastante importancia.
Todo
esto permitiría abordar unos gastos de rehabilitación que podían
ser muy costosos.
Hablé
con sus compañeros que no se imaginaban lo grave del accidente, una
de sus compañeras quedó en recoger los efectos personales de
Gertrudis para guardarlos hasta que yo le llamase para entregármelos.
A
la mañana siguiente, cuando volví al hospital me indicaron que una
vez retirados los respiradores, oxígeno y demás ayudas, había
reaccionado bien y no parecía tener ningún problema, sus constantes
vitales eran las correctas y el hematoma del cerebro había remitido
pero seguía con la inmovilidad más absoluta salvo el parpadeo y
movimiento de los ojos.
El
doctor me hizo pasar para que hablase con ella con cuidado de que le
hiciese preguntas sencillas a las que me pudiese responder con el
movimiento de los párpados pero que intentase que moviese los dedos,
en éstos habían hecho pruebas y no los movía, pero no los tenía
agarrotados, en fin, seguíamos en las mismas, no había razón para
que no se moviese salvo las piernas que no parecían tener solución,
todo parecía efectos de un shock del que no se sabía cuando se
recuperaría.
A
medio día fue trasladada a planta, seguía con la alimentación por
goteo y estaba conectada a un monitor que informaba y vigilaba de
todas sus constantes vitales.
Me
entregaron unas cuartillas con los horarios y el tipo de
rehabilitación y me pidieron que estuviese presente en muchas de
ellas porque a veces sicológicamente un familiar cercano podía ser
positivo.
A
los quince días se había avanzado algo. Con la ayuda de una
enfermera empezó a comer alimentos más o menos sólidos, había que
abrirle la boca para introducírselos, pero luego los tragaba, movía
la cabeza lateralmente y los dedos de ambas manos los abría y
cerraba. Le quitaron el monitor y el gotero, y pasaba la mayor parte
del día sentada en una silla de ruedas, por lo cual la llevaba a
pasear por los pasillos de la planta, luego me dieron permiso para
sacare al jardín del hospital. La vista estaba recuperada e incluso
veía la televisión y entendía todo lo que oía.
Una
semana después tenía movilidad reducida en el brazo sano, las
radiografías del fracturado junto con la clavícula daban buen
aspecto y pronto le quitarían la escayola.
Ya
abría la boca por ella sola y podía comer alimentos más sólidos
puesto que podía masticar. Controlaba bastante los esfínteres y
avisaba según un código inventado moviendo el pulgar hacia abajo.
Incluso sonreía cuando se lo pedíamos y lloraba, muchas veces,
cuando no la veía nadie, lloraba.
Vino
por la habitación la enfermera que rezaba a su lado cuando estaba en
coma y se habituó a venir antes de entrar o al salir del turno si la
hora no era intempestiva.
El
doctor que la había despertado, la visitaba junto con otros doctores
cada día y me decía que era muy bueno que hiciese progresos aunque
fuesen pequeños, porque esto era la puerta que se abría a otros
mayores.
Me
comunicó que en cuanto se le quitasen las escayolas, la mandarían a
casa y que tendría que seguir con la rehabilitación, también me
envió a un fisioterapeuta para que me indicase qué tenía que hacer
para conseguir la mayor movilidad posible en casa.
En
la casa lo teníamos bastante bien, es un chalet, no muy grande pero
tiene una planta baja bastante amplia, con un salón comedor, la
cocina, un cuarto de baño, al que habrá que sacarle la bañera y
poner solo ducha, una sala de estar y un pequeño despacho, la sala
de estar se puede reconvertir en habitación y el recibidor, por la
cocina se puede salir a un patio trasero y por delante la puerta de
la calle que lleva a un porche y el jardín que separa la casa de la
calle. Los únicos escalones son del porche al jardín, pero hay
espacio suficiente como para hacer una rampa por la que pueda subir y
bajar una silla de ruedas.
En
la parte alta, en el piso hay tres habitaciones y un baño, además
del descansillo que da a las escaleras, alrededor del cual están las
habitaciones. En el techo del descansillo hay una trampilla que se
baja y sale una escalera que lleva a la buhardilla, que no se usa
sino para guardar trastos.
La
solución será que Gertrudis disponga de la planta baja y yo me
quedaré en la habitación de matrimonio, ya que en la de abajo no
cabe una cama de matrimonio, una silla de ruedas y una pequeña grúa
elevadora para trasladar a Gertrudis de un lado al otro e incluso a
la ducha y a la taza del wc que también hay que cambiarlo.
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