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miércoles, 1 de marzo de 2017

ASI DEJE DE FUMAR (Capítulo III)

Tercer capítulo de ASI DEJE DE FUMAR y fin de la primera parte de este relato. Espero que os guste.

Y Ahora..................................





ASÍ DEJÉ DE FUMAR


Pedro Fuentes


CAPITULO III




Así transcurría mi vida en “Las Nieves” Era un crío bastante solitario, estaba todo el día por el campo, pese a la vigilancia estricta de mi madre que estaba sufriendo siempre por la salud física, mental y religiosa, pero yo me “evaporaba” al menor descuido, siempre con mi perro Chiquito, una especie de Terranova pero un poco más pequeño y un ratonero que no sé de donde salió, creo que lo trajo el encargado de las labores del campo y las cuatro vacas que había allí. El mismo se encargó de cortarle el rabo cuando cachorrito, no sé cómo lo hizo pero me contaba supongo que de cachondeo, de un mordisco, No tenía nombre, todos lo conocíamos por “perro”. El hombre se llamaba Gabino, yo me ría mucho cuando mi padre le decía;

Gabino, ven.

A continuación yo decía en voz baja:

Venga vino.

Un día me regaló un pollito recién nacido que también se llamó Gabino, que se hizo gordo y hermosos, también me seguía. Del mismo grupo era un gato blanco de pelo largo, pero éste no venía si yo no iba de caza con una escopeta de aire comprimido
´
El día que Gabino “El pollito” llegó a la mayoría de tamaño, fue a parar a la sartén, fue un de los momentos más duro de mi infancia,

Por las tardes íbamos a la plaza, delante de la iglesia, en el centro había una fuente redonda, al otro lado de la casa había una pequeña tienda de “de todo un poco” que llevaba la mujer del sacristán, y encima una especie de hostal que era refugio de peregrinos. A la izquierda había dos o tres casas, una la de Panchito, de mote “El Gallo” Taxista en Santa Cruz de la Palma.

No puedo dejar de contar que el año 2000, cuarenta y cuatro años después, cogimos mi mujer y yo un taxi en Santa Cruz y el taxista, su hijo Panchito “El hijo del Gallo” que era de mi edad y jugaba conmigo de crío, me reconoció.

Por el ángulo superior izquierda de la plaza al lado de la tienda desembocaba la carretera que llegaba de Santa Cruz.

En la plaza, además de la fuente circular, había dos araucarias grandísimas y cuatro magnolios cuyas flores vigilaba don Antonio el párroco. Pues bien, por la tarde nos reuníamos allí todos los críos.

Habían dos hermanos que traían dos vacas que llevaban para el establo después de pasar el día pastando, una tarde que estábamos hablando mientras los animales utilizaban la fuente de abrevadero, los dueños comentaron que el domingo habían visto una película de vaqueros y uno se subía encima de una vaca y la domaba, total, que comenzó la polémica y uno de los dos hermanos, el mayor se subió al brocal de la fuente y desde allí saltó encima de uno de los dos animales, el bicho se puso a saltar al más puro estilo vaquero y lanzó al jinete por los suelos, como resultado el muchacho terminó con una brecha en la frente y la vaca se fue directamente hacia su establo seguida de su compañera y el otro hermano del vaquero detrás.

Pues bien, empujado por los demás crío, y sin que se enterase mi hermano, un hijo del sacristán afanó un paquete de cigarrillos y nos fuimos a un pinar, al otro lado de la carretera de salida de la plaza y detrás de la casa del cura.

Encendieron un par de cigarrillos y se los fueron pasando, yo no quise fumar pero tanto me insistieron que al final, cuando me llegaba el turno, aspiraba un poco, lo justo para que entrase humo en la boca y sin tragármelo lo expulsaba de nuevo.

Esta vez no fue tan nefasto el resultado, estuve bebiendo agua de la fuente durante un rato y la boca pareció recuperarse de la sequedad que me había producido.

Después de aquel día, me fui acostumbrando a coger de vez en cuando algún cigarrillo, e incluso aprendí a liar cigarrillos con la picadura que mi padre hacía con los puros secos.

Uno de los últimos recuerdos que guardo de La Palma, fue que el 9 de Octubre de 1958 don Antonio nos avisó que había muerto Pio XII y que le ayudásemos a repicar a muerto en el campanario, mi hermano y yo estuvimos allí casi todo el día.

El ´día 12 de Octubre de aquel año, embarcamos toda la familia en el barco Miguel Martínez de Pinillos rumbo a Cádiz, nos trasladamos a Madrid.

Recordando recordando, desde aquel primer cigarrillo se ha convertido en las memorias de parte de mi infancia que se puede completar con trozos de mis 6 Relatos palmeros publicados en este blog y editados en la Trilogía “Las historias del búho” publicados en Editorial BUBOK.



En los siguientes enlaces:

LA MISTERIOSA DAMA DE NEGRO  (Tomo  I)

http://www.bubok.es/libros/243574/La-misteriosa-dama-de-negro-y-13-relatos-mas


EN BUSCA DE LA PUERTA DEL INFIERNO  (Tomo  II)


http//www.bubok.es/libros/246379/En-busca-de-la-puerta-del-infierno-El-viaje-II


¿PERO QUE HE HECHO YO?  (Tomo  III)

http://www.bubok.es/libros/249832/Pero-que-he-hecho-yo-y-veintidos-relatos-mas



FIN DE LA PRIMERA PARTE


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